Esta ceremonia será recordada por el garrafal error final que has disfrutado amplificado por todos los medios a lo largo del día. Nada que ver con lo que aconteció en unos premios en los que se jugaba en parte el futuro de la industria cinematográfica. Probablemente muy pocos sabréis que no todos los dardos envenenados de la noche que lanzó Jimmy Kimmel fueron dirigidos a Donald Trump o Matt Damon, también recibió su pequeña ración Jeff Bezos, el director ejecutivo de la ya omnipresente en nuestras vidas Amazon, que se encontraba en la gala. Era la pequeña constatación de lo que se estaba jugando esa noche.
Y es que le pese a quién le pese, la conformación de la industria cinematográfica al igual que ya está pasando en la televisiva depende de las decisiones que tomen las nuevas y rutilantes plataformas streaming, dígase Amazon, Netflix y HBO. Decisiones que no se toman en base a los ratings de audiencia de una semana o los millones de entradas vendidas en miles de salas cinematográficas durante 3 días. Ese modelo está ya obsoleto aunque grandes actores de la industria todavía no lo hayan asumido. Ahora lo que cuenta es el consumo de largo recorrido (normalmente un año) basado en el boca a boca (lo que ocasiona que los gastos publicitarios sean mínimos). Pero claro, este modelo requiere una especie de termómetro que regule la calidad de los productos que ofrecen y resulta que los hasta hace poco denostados grandes premios: Oscars, Globos de Oro y Emmys; se hayan convertido insospechadamente en éste. Gente como Bezos, Hastings o Plepler buscan cada año medir su éxito en estas ceremonias mientras guardan celosamente (bueno, el último todavía no dado que tiene cierta querencia por tiempos pasados y su buque enseña sigue siendo un canal de cable) los datos reales de audiencia de los diferentes productos. Lo que realmente importa es poder decir que tienes las mejores producciones en tu catálogo para poder robarle subscriptores a tus rivales. Así que en el fondo se ha dado la vuelta a la tortilla y ya no es el público el que decide que es bueno o malo con sus decisiones (vía mando de distancia o comprando entradas), muchas de ellas influenciadas por la sibilina publicidad, sino la crítica y los trabajadores de la propia industria. Esto es lo que explica que series tan complicadas como Mozart in the Jungle (piénsalo bien, una comedia basada en música clásica), Westworld (ciencia ficción complicada de seguir), The Man in the High Castle (una ucronía), Transparent (una serie con protagonista transexual), Orange Is the New Black (una comedia dramática de presas), Stranger Things (ciencia ficción de los años 80) o House of Cards (una descarnada serie política) sigan temporada tras temporada vivitas y coleando. Ninguna de ellas hubiese sido posible bajo el viejo modelo ya que nunca habrían traspasado los férreos upfronts (a ver quien es el guapo que quiere que sus productos se vean junto a una esvástica nazi).
Pues lo mismo está pasando en la Academia de Cine Norteamericana, que para nada son tontos y ven por donde van los tiros (dígase, donde se encuentra el futuro y el dinero). Así que no esperes ver nunca más superproducciones vacías basadas en endebles guiones y rellenas de efectos especiales arrasar en estos premios al más puro estilo "El señor de los anillos: El retorno del rey" (2003). Como los grandes circos de tres pistas están llegando a su fin fagocitadas poco a poco por los videojuegos, el nuevo mainstream de este siglo. Y tampoco esperes ver las superproducciones intimistas creadas por los grandes estudios para que sus directores en nómina ganen los grandes premios. Solo mira atrás y contempla como fueron cercenadas en su empeño producciones como "El renacido (The Revenant)" (2015), "Lincoln" (2012) o "La invención de Hugo" (2011), igual o más favoritas que "La ciudad de las estrellas (La La Land)" (2016). Menos inversión en efectos especiales (amén de publicidad) significa más dinero a repartir y por tanto más proyectos. Los filmes pequeños de factura impecable tienen todas las papeletas para ganar año tras año estos premios. No es todo política en los Oscars, también es el comer.
¿Por qué te he contado todo este rollo? Pues porque a esta entrega se presento Jeff Bezos con una película de este estilo, "Manchester frente al mar" (2016), y vio que sus expectativas se cumplían, al llevarse dos doradas estatuillas en las categorías principales: Mejor Actor, Casey Affleck, y Mejor Guión Original, Kenneth Lonergan. Algo que lucirá de miedo en el estreno mundial en Amazon Prime Video en mayo y que le pone por el momento por encima de sus competidores. Amén de llevarse también el mensaje de que si persevera un poco más en el mismo planteamiento, estuvo más cerca de lo que piensas, podría llevarse la tan ansiada estatuilla a Mejor Película en el próximo lustro. La defenestración de "La ciudad de las estrellas (La La Land)" (2016) se veía venir de lejos, aunque una cosa es que se vea y otra es que ocurra realmente al final. Ni yo mismo me creía que fuese posible el Moonlightgate (Darkel era el otro que propugnaba que era posible pero que al final no apostó por él). Me parecía imposible que nadie viese el cascarón vacío que era realmente. Así que, aparte de 4 premios técnicos, se llevó dos principales: Mejor Director y Mejor Actriz. Justo lo que necesitaban las dos estrellas emergentes de este film, Damien Chazelle y Emma Stone, un pequeño correctivo: vais a ser muy buenos pero así no vais a conquistarnos. En semejante río revuelto, al igual que pasó la entrega anterior con "Spotlight" (2015), se llevó el premio mayor la mejor película del año, "Moonlight". El resto de la noche consistió en repartir equitativamente los premios entre los que realmente se lo merecían (de ahí el fracaso de las casas de apuestas con los premios técnicos). Y la política quedó circunscrita al campo de los documentales, cortometrajes y películas extranjeras. Por cierto, "El viajante" era otra de las películas con las que concurría esa noche Amazon. Por contra Netflix se tuvo que conformar con la estatuilla de "Cascos blancos" a Mejor Cortometraje Documental. En animación de nuevo arrasó Disney, con "Piper" y "Zootrópolis", dejando otra vez con la miel en los labios a la nueva PIXAR, los estudios Laika. Y sí, se cumplió a rajatabla la cuota de color, aunque se quedase con cara de idiota Denzel Washington.
En cuanto a la ceremonia propiamente dicha, Jimmy Kimmel lo hizo muy bien (espero que vuelva), creando gags surrealistas de la nada. Lo malo fueron los números musicales salvo el de Justin Timberlake (la nueva melodía para todos los que creíamos en el Moonlightgate) y esos vídeos montados sin sentido alguno que antecedían a los grandes premios. Por cierto, aunque el error garrafal de la entrega del último premio será recordado durante décadas, también metieron la pata en el In Memoriam, ya que colocaron la fotografía de una persona viva junto al nombre de una muerta. Y sí, Trump pudo irse tranquilo a la cama después de contraprogramarlos con la Cena de los Gobernadores visto el desastre final y los velados ataques que sufrió.
De la Alfombra Roja solo reseñar que dominaron los tonos neutros, como este vestido de Emma Stone:
Y que lo más horrible que se vio fue el triplete de Scarlett Johansson: estúpido tatuaje, horrible vestido y peinado nido.
Aunque tampoco se quedó corta en el tema del peinado Halle Berry:
O Alicia Vikander con su bronceado antinatural:
Bueno, ya no tengo nada más que decir, así que te dejo con la lista completa de los ganadores:
1. Mejor Película: "Moonlight"
2. Mejor Dirección: Damien Chazelle por "La ciudad de las estrellas (La La Land)"
3. Mejor Guión Original: Kenneth Lonergan por "Manchester frente al mar"
4. Mejor Guión Adaptado: Barry Jenkins por "Moonlight"
5. Mejor Actor: Casey Affleck por "Manchester frente al mar"
6. Mejor Actriz: Emma Stone por "La ciudad de las estrellas (La La Land)"
7. Mejor Actor de Reparto: Mahershala Ali por "Moonlight"
8. Mejor Actriz de Reparto: Viola Davis por "Fences"
9. Mejor Película de Lengua no Inglesa: "El viajante"
10. Mejor Película de Animación: "Zootrópolis"
11. Mejor Cortometraje de Animación: "Piper"
12. Mejor Dirección de Fotografía: Linus Sandgren por "La ciudad de las estrellas (La La Land)"
13. Mejor Montaje: John Gilbert por "Hasta el último hombre"
14. Mejor Dirección Artística: David Wasco y Sandy Reynolds-Wasco por "La ciudad de las estrellas (La La Land)"
15. Mejor Música Original: Justin Hurwitz por "La ciudad de las estrellas (La La Land)"
16. Mejor Canción Original: "City of Stars" para la película "La ciudad de las estrellas (La La Land)"
17. Mejor Diseño de Vestuario: Colleen Atwood por "Animales fantásticos y dónde encontrarlos"
18. Mejor Maquillaje: Alessandro Bertolazzi, Giorgio Gregorini y Christopher Nelson por "Escuadrón suicida"
19. Mejor Sonido: Kevin O’Connell, Andy Wright, Robert Mackenzie y Peter Grace por "Hasta el último hombre"
20. Mejor Montaje de Sonido: Sylvain Bellemare por "La llegada"
21. Mejores Efectos Visuales: Robert Legato, Adam Valdez, Andrew R. Jones y Dan Lemmon por "El libro de la selva"
22. Mejor Cortometraje: "Mindenki (Sing)"
23. Mejor Documental: "O.J.: Made in America"
24. Mejor Cortometraje Documental: "Cascos blancos"
Y por último vamos con los resultados de nuestra habitual porra. Gané (16 aciertos de 24) por creer a medias en lo que había dicho ayer. De nuevo me dejé llevar en parte por los pronósticos quneque arriesgué lo necesario para ganarla ajustadamente por un puntito. De ahí que haga caso omiso a la petición creada por Inzert/Piqué y seguida por el resto contendientes. Si aplicase ese baremo la perdería. Por cierto, de lo acontecido en esta porra he aprendido dos cosas. La primera es que nunca tengo que votar por una interpretación que no sea en lengua inglesa (la pista me la dado el propio Jimmy Kimmel) por muy buena que sea y la segunda es que las casas de apuestas fallan estrepitosamente año tras año en los apartados técnicos. Por otro lado, quería dar una pista para el año que viene al resto de contendientes, los Independent Spirit Awards llevan acertando las últimas tres ediciones. Bueno, los resultados de la porra (que puedes consultar aquí) han sido los siguientes:
1. Jesús Rodríguez Ferreras (56 puntos)
2. Darkel y Vicente Marcet Rodríguez (55 puntos)
3. Juan Raigada y Pinyola TV (51 puntos)
4. Inzert (47 puntos)
5. Camino Ibáñez (35 puntos)
6. El Meyer (17 puntos)
7. I.R.; Lord of Freaks (14 puntos)
Ya se han sumado vuestros puntos en nuestro TOP Friki.
En fin, "como siempre me impongo deberes para el curso que viene (ya veremos si los puedo cumplir): romper en diferentes entradas el macroartículo de los domingos y publicarlas a lo largo de la semana anterior a la entrega".
Yo como siempre pierdo, el proximo año hago una media ponderal de las porras de los demas, y mediante una recta de calibrado, calculo la porra perfecta con una confianza de 95% cuando k=2
ResponderEliminarNo importa perder o ganar, lo importante es participar. Lo de los dos puntos se llama CABALLEROSIDAD.
ResponderEliminarProtesto, no se han sumado los puntos al top friki (al menos no los mios, claro)
ResponderEliminarSí se te han sumado, los puntos que ves en esta entrada son los obtenidos en la porra. Es como en la Fórmula 1: 6 puntos por los Razzies y 3 por los Oscars. Hay que leerse las entradas de las porras completas.
EliminarSi supieras la cantidad de puntos que me debe, mi marcador ya llegó al infinito y comenzó desde cero nuevamente, pero nada, el que reparte se lleva la mejor parte. A resignarse.
EliminarPero seguiré participando en las porras, las organice o no la organice Jesús, como la de los Goya, que participar en esas es en donde esta la gracia, puesto que no se sabe como van a terminar.
Que tiempos aquellos en los que organizaba juegos el día grande de las fiestas de Benavente para dejarnos fuera....
Los datos son los datos y el marcador de Chuchi CURIOSAMENTE ha subido más en estos ultimos dos años que en los cinco anteriors. Hay quien lo llamará casualidad. Yo lo llamo conspiración.
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