Sí, como si se tratase de un flashforward (por cierto, si malo era el final de Perdidos, no hablemos del final abierto de Flashforward, que es sencillamente horrible), ese es el tiempo que he tenido en mis manos el famoso iPad, gracias a uno de los lectores de este blog.
Y al igual que en la serie, mi imaginación empezó a correr buscándole todo tipo de usos que justificase su compra. Aunque me reservo tal eventualidad a un análisis más pormenorizado del dispositivo.
En primera instancia es más pesado de lo que pensaba aunque parece robusto. La carga del sistema operativo (lo encendimos) puede ser un poco desesperante, unos 30 segundos calculé, lo cual fue algo inesperado (habrá que ver cuanto consume en reposo, ya que dejarlo encendido todo el día parece una opción necesaria).
La pantalla es sencillamente asombrosa, con una nitidez sobrehumana. La velocidad de ejecución de las aplicaciones me dejó pasmado (vi el Pages y el iBooks), aunque noté que tengo demasiado grandes los dedos para el teclado virtual (no creo que sea capaz de mecanografiar sobre él).
La pena es no estuviese funcionando la WI-FI del instituto, ya que me hubiese gustado ver algún vídeo en alta definición corriendo.
En fin, sólo quería hacer un pequeño apunte sobre el tema en el día que el dios Steve ha alcanzado la marca de 2 millones de iPads vendidos, todo un hito en el mundo de la electrónica de consumo (lleva 60 días a la venta). Por cierto, ahora empiezo a entender como te puedes hipnotizar con el dispositivo en cuestión con sólo tenerlo en las manos, "aunque yo necesito más de dos minutos para un compromiso tan serio como casarme con él".
En primera instancia es más pesado de lo que pensaba aunque parece robusto. La carga del sistema operativo (lo encendimos) puede ser un poco desesperante, unos 30 segundos calculé, lo cual fue algo inesperado (habrá que ver cuanto consume en reposo, ya que dejarlo encendido todo el día parece una opción necesaria).
La pantalla es sencillamente asombrosa, con una nitidez sobrehumana. La velocidad de ejecución de las aplicaciones me dejó pasmado (vi el Pages y el iBooks), aunque noté que tengo demasiado grandes los dedos para el teclado virtual (no creo que sea capaz de mecanografiar sobre él).
La pena es no estuviese funcionando la WI-FI del instituto, ya que me hubiese gustado ver algún vídeo en alta definición corriendo.
En fin, sólo quería hacer un pequeño apunte sobre el tema en el día que el dios Steve ha alcanzado la marca de 2 millones de iPads vendidos, todo un hito en el mundo de la electrónica de consumo (lleva 60 días a la venta). Por cierto, ahora empiezo a entender como te puedes hipnotizar con el dispositivo en cuestión con sólo tenerlo en las manos, "aunque yo necesito más de dos minutos para un compromiso tan serio como casarme con él".
Pues con Lucía Lapiedra tardaste menos de dos minutos...
ResponderEliminarEs que Lucia es lucia........
ResponderEliminarAsí que hoy te pasaste po la piedra del Ipad, y te gustó como lucía la pantalla, es normal, a todos nos gusta.
ResponderEliminarFuera de bromas, me sorprende lo que dices del teclado y los dedos, en el iphone se que te pasa y lo veo normal ¿pero en el iPad? eso me sorprende.
que no entiendes inzert, chuchi usa 27 iphones, uno para cada letra, por eso le vienen bien de tamaño, pero claro, 27 ipads se saldrian de la mesa, por eso se queja...
ResponderEliminarAdemás de que no puede permitirse 27 Ipad con el "grandioso" recorte de su sueldo que le han causado.
ResponderEliminarTendría que quitar alguna letra como por ejemplo la "ñ" y no sería lo mismo porque tendría que poner Espana y Pepino (en vez de Pepiño)...
ahi esta fredy, ahi esta. Imaginate si quita la V, no podria escribir Villablino o Benavente. Decididamente va a tener que adquirir este periferico
ResponderEliminarhttp://technabob.com/blog/wp-content/uploads/2008/05/giant_keyboard_rug.jpg