martes, 29 de noviembre de 2011

Contrato de separación de un hurón

Ya sé que esperabas una entrada relacionada con la política, pero por falta de tiempo hoy me quedo con una anécdota del instituto. Bueno, a veces doy demasiada confianza a mis alumnos y esto puede ocasionar situaciones completamente hilarantes. La de hoy se lleva la palma, atento que no tiene desperdicio.


Durante las últimas semanas una alumna ha ido describiendo en clase su aventura para adquirir como mascota a un hurón. La verdad es que parecía casi misión imposible que lo consiguiese dado que tiene montado una especie de zoológico en casa, para que te hagas una idea entre sus preciadas posesiones se encuentran un gato, un periquito y una ardilla (con la cola pelada después de un pequeño accidente doméstico). Así que la llegada de semejante animal podría generar más tensiones en tamaño despropósito, de ahí que su madre le retase a que comprase el animal en cuestión con su propio dinero, sabiendo de antemano que carecía del suficiente.

Obviamente la primera idea peregrina que se le ocurrió a la chica fue ponerse a trabajar para conseguir el dinero necesario. Ahora bien, visto que aún carece del título de la ESO y que el mercado laboral no anda muy boyante, tuvo que desestimarla.

Podrías pensar que la historia acaba aquí. Pues no, al final la solución que se le ha ocurrido es que con el dinero que tiene ahorrado lo puede comprar a medias con su novio, compartiendo a mascota como si de un hijo de padres divorciados se tratase, unos días en una casa, otros en la otra. Pero obviamente al tratarse de una pareja de adolescentes si un plan de futuro claro surgió el primer problema. ¿Quién se quedaría con el animal en casa de separación? Y es aquí donde entra un servidor. Ante semejante problema no se le ha ocurrido a la chica otra solución que hacer firmar a su novio un contrato de separación en el cual ella se quedaría con el hurón bajo cualquier condición. ¿Y a quién crees que la ha pedido hoy que le redactase tan inusual contrato? Pues al tonto de siempre, el que no sabe decir no.

En fin, no creo que llegue a redactar en mi vida un contrato de semejantes características, pero lo que más gracia me hace es el triunfo de esta ignota mascota hasta hace poco entre nuestra juventud. No sé si será influencia de Kim Possible, "pero me cuesta creer que la gente quiera tener en casa una mascota que hay que castrar para que no huela mal y que duerme de media 14 horas al día".

5 comentarios:

  1. Ay chuchi menudo estas hecho.
    En fin echad un vistazo a este video donde se retrata la sapiencia de la clase trabajadora yankee. http://www.youtube.com/watch?v=QVbobdL3yi0

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  2. "Obviamente la primera idea peregrina que se le ocurrió a la chica fue ponerse a trabajar para conseguir el dinero necesario"

    Habemus funcionarium, quizá hubiese sido mejor que se sacase una oposición para ganar dinero... O mejor el trafico de estupefacientes...

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  3. Has de colgar el contrato aqui, por favor te lo pido porfa porfa porfa!!!

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  4. Pobre hurón cuando tenga que irse uno de cada cuatro fines de semana con el ex al parque de atracciones de Madrid, al parque Warner,... pero lo peor será cuando tenga que ir al zoo...

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  5. "¿Y a quién crees que la ha pedido hoy que le redactase tan inusual contrato? Pues al tonto de siempre, el que no sabe decir no."


    Si sabes que te encanta. Si trabajaras en cualquier otro ambiente, no imaginarías siquiera un contexto en el que se pudiera necesitar semejante contrato...

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