Casi nunca hablo del lado oscuro de Internet, el de las descargas de series, películas, cómics, libros, discos, etc; pero hoy quería hacer mención a la abrupta despedida de la página de enlaces para Emule más famosa de España, Tusseries.com. Puede ser que su reciente décimo aniversario haya animado a la SGAE a lanzar la denuncia amparándose en la Ley Sinde-Wert o que después de luchar infructuosamente contra las páginas de descarga directa, que aparecen como setas al día siguiente de una tormenta, haya decidido dirigir su mirada a otros métodos de descarga, pero la realidad es que un nuevo formato de justicia rápida se abre camino en España: una carta intimidatoria del juzgado basta para cerrar una página web.
Obviamente no voy a hacer una defensa de las descargas de contenidos en Internet, ya que las veo más como una consecución lógica de la falta de adaptación del mercado audiovisual a los nuevos tiempos que como un proceder lícito por parte del usuario. Ni nosotros tenemos derecho al todo gratis ni los creadores pueden pensar que un mundo completamente interconectado la gente se dedique a almacenar en sus casas miríadas de discos a precio de oro para poder disfrutar de su serie favorita en una tableta. Ambos deben buscar un equilibrio parecido al que han encontrado los usuarios de la telefonía móvil y las compañías telefónicas, o los periódicos franceses con gigantes como Google.
¿Y por qué digo esto? Pues porque pese a quien le pese los viejos canales de distribución han muerto. Nadie quiere ver su serie favorita a la hora que le imponga un canal de televisión o pagar 60 euros por una temporada de una serie que vio hace 20 años gratis en el sillón de su casa. Al final, mientras en los Estados Unidos van apareciendo diferentes soluciones que tratan de subsanar este desfase (Hulu o Netflix por ejemplo, aun con todos sus defectos) en España vivimos en una especie de corralito cultural donde ni la postura de los tenedores de los derechos ni la del gobierno ni aun menos la de los usuarios permiten avanzar en la búsqueda de una solución. La verdad es que todos creen tener en su poder la verdad absoluta: los unos pensando en los pingües beneficios que obtendrían si no existiese Internet (craso error) y los otros escudándose en el coste de la conexión a Internet y el canon digital (o su sustituto en forma de subvención gubernamental).
¿Y qué tiene que ver todo esto con el cierre de Tusseries? Pues porque en gran parte era un increíble repositorio de enlaces a contenidos que ya se habían emitido en televisión (tanto de pago como en abierto), muchos de ellos casi imposibles de conseguir por otros medios (legales o ilegales). Al final lo único que hay detrás de todo esto es que la fuente de ingresos principal para los tenedores de contenidos, sobre todo en el caso de las series, se encuentra en la publicidad y en la televisión de pago. Dos modelos que tal como están establecidos en la actualidad casan muy mal con los nuevos tiempos como se han dado cuenta en otros lares.
La solución se encuentra en abandonar este modelo de distribución y abrazar algo parecido al que propongo a continuación, con cuatro diferentes ventanas de distribución: canales de televisión sustentados por publicidad, descarga gratuita de contenidos con visión obligatoria de publicidad (un Hulu generalizado gratuito), descarga de paquetes de contenidos sin publicidad por subscripción (iTunes ya ofrece este servicio) y un servicio de descarga de contenidos ya amortizados (unos diez años después de su primera emisión por ejemplo) con una especie de tarifa plana mensual (un Netflix global). Al final probablemente al igual que pasó con Spotify todo el mundo utilizaría mayoritariamente al principio las dos primeras ventanas para ir pasándose gradualmente a las dos últimas, consumándose de nuevo el duopolio entre televisión en abierto y televisión de pago, pero dejando esta decisión en manos de los usuarios y eliminando por el camino intermediarios innecesarios.
En fin, no sé que opinas de todo esto, pero seguro que te estarás preguntando porque he soltado semejante parrafada en un supuesto in memoriam, pues porque lo que se le ha olvidado a los señores de la SGAE es que el perfil de usuario de Tusseries.com nada tiene que ver con los adolescentes que tengo en clase. Cualquier persona que sea capaz de instalar el Emule satisfactoriamente también es capaz de escribir en su buscador una línea como la que te ofrezco a continuación:
Juego de tronos 2x Tusseries.com
Consiguiendo poner en descarga la última temporada emitida de Juego de tronos después de 11 simples clicks (mucho más rápido y elegante que cualquier otro método de descarga, aunque la descarga sea lenta pero mucho más eficiente con tu ancho de banda contratado). O sea, "el fantasma de Tusseries permanecerá oculto dentro de las redes P2P durante muchos años, ya que la única ley que puede evitarlo solo rige en Francia y tampoco funciona demasiado bien la verdad sea dicha".
Ahora todo el mundo usa utorrent... El Emule es tan 2005. Con utorrent va todo de maravilla y las paginas de descarga son muy maravillosas.
ResponderEliminarEstoy en general de acuerdo con lo que dices, pero cuando hablas de netflix y cosas asi, no puedo evitar recordar filmin y me parece ridicula su politica. Es decir, pagas 3 euros por pelicula, vale. En digital, y ni puedes tenerla ni nada. Yo me voy a cash converters o a cex y encuentro pelis a 2 o 3 euros en formato fisico pa mi pa siempre (a base de pelis de menos de 10 euros me estoy montando una coleccion majilla). Luego harán como los de los videojuegos y pensaran en prohibir la segunda mano, como están intentando hacer... en fin.
Añado inciso que se me ha olvidado. El problema que le veo a esas paginas (continuando lo de filmin y netflix) es que al ser humano nos gusta poseer. A todos nos encantaria tener estanterias llenas de juegos o pelis, ordenaditas y preciosas en sus cajitas. Porque puedes tener como tengo yo en spotify una coleccion de musica enorme, pero esta en la nube, no es tuya. no la puedes tocar. Es mas barata que comprarse discos, mucho mas, pero no es lo mismo. Y si algun dia cierra spotify no queda nada. Ese, al menos para mi, es un gran impedimento para el uso de este tipo de paginas. Aun asi soy socio de Steam y de Spotify. Me parece ridiculo piratear en algunos casos las cosas como son.
EliminarPues yo pago por no tener mi casa lleno de cedeses y deuvedeses que además terminan dejando de funcionar con el tiempo.
EliminarOtro tema es que aunque prefiera el formato digital, quiera tenerlo en mi poder y poderlo almacenar donde me salga de las partes pudendas.
Ya estás metiendo cizaña, Chus. En fin, contesto a Darkel y al artículo en el mismo post, que no me apetece hacer un corta/pega...
EliminarDarkel, hablas sólo por ti. A mí me pasa lo contrario. Cuantos menos libros, DVDs y cachivaches varios tenga en casa, más espacio para vivir. Cuando te mudas 7 veces en 8 años aprendes a apreciar las ventajas del soporte digital. Libros aún a veces los compro físicos, que visten las estanterías muy bien. Videojuegos, por ejemplo, hará años que no (salvo para la PS3 que no empezaron con descargas de juegos completos hasta hace poco).
El coleccionista siempre tendrá la opción de comprarse el producto físico, pero en sociedades con menor incidencia de la piratería y mejores proveedores de contenidos, el soporte físico ha perdido al cliente generalista. En EEUU y UK, que es donde hay más datos, se VENDEN más libros, música y películas en formato descarga que en físico (notese que digo se venden, no se consumen).
O sea, que tu escusa a lo mejor te sirve a ti, pero está claro que los datos no la amparan como un comportamiento generalista. Es cierto que aquí la oferta es reducida, pero también que la ley no ofrece protección a los proveedores (la ley SInde-Wert es un descojono) así que me resulta gracioso que se pidan alternativas a la distribución. Si yo tuviese pelas me lo pensaría antes de invertirlas en una industria sin soporte legal.
Luego hay otras cosas... Filmin, por ejemplo, tiene suscripción a 9 euros mensuales, donde tienes acceso a todo el contenido de más de tres meses de antigüedad.
--Aquí empieza la respuesta más general al post--
De todas formas, al final vamos abocados a dos mercados prácticamente aislados, como se está viendo con la telefonía móvil. Por un lado el mercado gratuito, financiado con publicidad y abierto a la piratería. En principio con más base de usuarios pero sin reportar grandes beneficios a los distribuidores de contenidos. Por otro un mercado de pago/suscripción con canales cerrados (piensa iOS contra Android) donde un porcentaje menor de los usuarios son responsables del 90% de las ventas.
Muchos (¿casi todos?) de los desarrolladores de apps suficientemente caras de desarrollar como para no poder conformarse con ingresos publicitarios (lease, tienes un mercado potencial que requiere hacer 2 o 3€ por cada copia del programa en uso) han abandonado Android. Recuerda que la publi requiere de una implantación masiva para dar beneficios, y los productos especializados no pueden soñar con tal implantación.
Es decir, una masa que consume productos generalistas gratis o pirateados, y una "elite" (más económica que otra cosa) que consume productos más elaborados o específicos (por ejemplo: cine americano frente a cine europeo).
Y luego un grupúsculo de personas con intereses y acceso económico al canal de pago que seguirá pirateando (esto es lo que pasa en EEUU). Pero mientras que no sean muchos, a la industria le dará igual (por ejemplo, lee los artículos sobre los indices de piratería en iOS. Hay un 10% de gente con el chisme abierto que piratea TODO. pero el 90% de gente paga por lo que consume).
Excusa, no escusa, que se me salen los colores...
EliminarYo creo que el formato digital es más consumido que el físico simplemente por el precio. Al fin y al cabo, pillarse un juego en steam sale infinitamente mas barato que comprarlo en tienda. Y es logico, no hay que distribuirlo ni grabarlo ni nada. Así que el mercado evolucionara hacia el formato digital, pero creo que mas por precio que por elección.
EliminarY sobre los problemas de espacio, eso igualmente depende del poder adquisitivo. ¿O cuantos de aqui si tuvieran pasta de verdad no tendrian una coleccion genial de blurays ordenadita en su estanteria (blurays o libros o juegos, me es indiferente) de su chalet?
Y por ultimo esta el problema del miedo, que aunque es un poco irracional, sigue estando ahi. ¿Si Steam quiebra, perdemos la coleccion de juegos que tenemos? Estamos pagando dinero por bits alojados en un servidor de vaya usté a saber donde. Por eso a mi no me convence, aunque por economia lo use.
Hombre, todo depende. Es oferta y demanda. Tu dices que el usuario prefiere el soporte físico, pero en verdad prefiere el soporte digital más barato al físico. Eso es una elección también. La diferencia en la mayoría de productos no llega a 5€ sobre 30. Tampoco son fortunas de lo que estamos hablando. La elección del consumidor por lo digital (sean cuales sean las razones) está claramente probada.
EliminarHay otras ventajas, como el acceso a la totalidad de catálogo (sin lidiar con stocks) y la compulsividad de la compra (facilitada en el mercado digital por la inmediatez de la entrega). Hay a gente a la que todo esto le da igual y prefiere el producto físico, pero, de nuevo, es más afán colector que otra cosa.
Y fíjate que no hablo de problemas de espacio, sino de movilidad. No es que no me quepan las cosas en casa, es que la vida (al menos la mía) es muy fluida y no tengo garantía de quedarme en un piso (o en una ciudad o en un país) a medio plazo (esto es personal, pero determinante en mi caso).
A mucha gente le gusta coleccionar cosas que le molen, pero a veces los inconvenientes son demasiados. De nuevo, para el consumo generalista, la distribución digital tiene más sentido.
Sobre almacenamiento a largo plazo, aparte de las virtudes de las copias de seguridad, sólo añadir que el consumidor típico no vuelve a leer un libro/jugar a un juego/ver una película una vez los ha consumido. Por lo poco que sé de ti, no creo que seas un consumidor típico. Es buena práctica tratar de no extrapolar tus preferencias al cliente real de todas estas industrias (que es un cliente muy diferente dependiendo de las industrias, muy generalista en el caso de los juegos y las películas -muchos consumidores de pocos productos al año- y muy especializado en literatura y cómics -pocos consumidores de muchísimos productos al año-)
Donde este The pirate bay y los torrent que se quite el emule.
ResponderEliminarSacado de su facebook , todos los elink en un fichero :
ResponderEliminarmega.co.nz/#!aFxWjAwZ!Si9s5AnaBULiBZc5BJi-xXu_LctmsUUkjFpaeRTd7hk
ps:hasta siempre y gracias por todo .
Macho tu te has quedado muy atrás con el Emule, ¿no?
ResponderEliminarEs más, pensaba que ya nadie usaba la anciana mulita...
Por lo demás, me hace gracia leer estos artículos de alguien que en su blog defiende el pago, pero en su vida primada acumula TB y TB de series, música, películas, libros, porno,... descargados con ilegalidad y alevosía.
Es lo que tiene España; que somos más papistas que el Papa. De boquilla somos todos castos y puros, pero en la realidad terrenal somos unos ladrones en potencia.
Así nos va con esa doble moral...
Y con esto no me decanto ni por un lado ni por otro. Solo que si alguien descarga ilegalmente que no haga apología de lo contrario...
Mire ushted, la ley esha que comenta, en verdad she llama Wert-Shinde.
ResponderEliminarA ver shi aprende ushted que las pershonas importantesh she ponen shiempre al principio.
Me imagino que habrá entrada específica sobre el tema, pero...
ResponderEliminarMe acabo de comprar un tanque de palomitas para leer los comentarios en los periódicos a la reforma de la ley de propiedad intelectual. Comedia de la buena...