Cuenta la historia que el maestro Miyazaki se quedó tan prendado al ver el oscarizado cortometraje "Padre e hija" (2000), qué exigió la presencia inmediata de su autor, el animador holandés Michael Dudok de Wit, para proponerle cofinanciar su primer largometraje. Éste, junto con la directora francesa Pascale Ferran, escribió un guión sobre la relación entre un náufrago y una tortuga roja gigante, para posteriormente utilizar toda la infraestructura de Studio Ghibli para llevarla a cabo. El resultado es la ya fascinante película (y me atrevo a aseverarlo después de ver el tráiler, aunque en Cannes no cause furor) que tiene por título "La tortuga roja" (2016):
En fin, "lo dicho. Parece que se abre un nuevo tiempo en Studio Ghibli que puede dar lugar a insospechadas colaboraciones y por ende a otra serie de obras maestras".
Sí tiene buena pinta, sí...
ResponderEliminarPero si quieres saber quién es sucesor real de Miyazaki tienes que ver sin falta Wolf Children