Segundo aterrizaje consecutivo en una plataforma marítima de un Falcon 9 de SpaceX. Lo cual es mas asombroso si cabe que el primero, después de solo 4 intentos en las mismas condiciones (que no lo eran, hacía peor tiempo en esta ocasión y venía de colocar un satélite en órbita geoestacionaria) o del aterrizaje en tierra. Esto hace que con muy pocos fallos hayan conseguido aterrizar tres veces. Algo inaudito en este campo de la ingeniería, donde cualquier error tiene consecuencias catastróficas.
Aunque puede que hayan encontrado ya el Santo Grial que buscaban: un software lo suficientemente sólido para controlar re-entradas para ese modelo de cohete en particular. Algo que les abriría las puertas para la siguiente etapa del proyecto que todos suponíamos aún alejada en el tiempo (cabía esperar más fracasos y correcciones menores): la de empezar a reutilizar los cohetes aterrizados. Si lo consiguen en breve podríamos encontrarnos en una situación idílica desde el punto de vista de la astronáutica. Los esquivos lanzamientos mensuales se transformarían en lanzamientos semanales y el coste de lanzamiento se abarataría en un factor 50 o 75, lo que colocaría en el rango de una hipoteca media de 200000 euros, convirtiendo uno de los alocados sueños de su dueño, Elon Musk, en plausible. Algo bastante necesario teniendo en cuenta que su negocio principal, Tesla, no termina de coger tracción financiera necesaria para cumplirlos.
En fin, "no está nada mal para un físico becado. Parece que servimos para algo más que dirigir países que dicen a todo no u organizaciones militares en sus estertores".
No es lo mismo la segunda división que la tercera.
ResponderEliminarNo es lo mismo la segunda posición en el medallero olímpico que la tercera.
No es lo mismo la segunda pieza de codillo que te comes que la terceras que intentas comer.
Por lo general no es lo mismo.