Predecir lo que va a ocurrir a continuación dada nuestra limitada percepción del exterior es propio más del campo de la ciencia ficción (precog al poder) o de la fantasía (ocupación habitual de las brujas). Así que normalmente, por mucho que exista gente que trata incansablemente de adivinarlo con magros resultados, el Código de Circulación centra todas sus esfuerzos en la más palpable prevención que en la poco previsible mejora cognitiva de los conductores.
Por tanto vídeos de los sistemas de conducción autónoma como el que hoy te traígo, basados en radares y la tan vapuleada últimamente física newtoniana, provocarán cada vez más incredulidad entre los veteranos conductores, dado que estos son capaces de prever situaciones imposibles para un conductor humano y por ende evitar lo que hasta ahora era inevitable:
Por cierto, "cada vez que veo un vídeo de estos grabado en otro país me sorprendo de lo afinado que tenemos el protocolo de accidentes en España. Para nada se parece a lo que podemos ver en las imágenes con gente corriendo alegremente por mitad de la autovía".
Yo creo que debería darse clases de educación vial en la escuela o como optativa. Y no el esperimenti ese de "educación para la ciudadanía" que se daba hace unos años (en el cual por cierto ni se daba nada solí hablar y películas...)
ResponderEliminarNo tomen en cuenta los dedos rechonchos en el móvil de mi anterior comentario.
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