Con Kavanaugh confirmado y la dimisión de Nikki Haley, la embajadora de Estados Unidos en Naciones Unidas, aceptada a Donald Trump ya solo le queda de cara a las próximas elecciones enfrentarse a un inesperado enemigo: Taylor Swift; que se ha decantado por los demócratras. Y es que el efecto de la cantante es tal que en las última horas se ha incrementado tanto el registro de votantes a nivel nacional que podría hacer saltar los pronósticos de unas elecciones legislativas placenteras para los republicanos. De ahí que Trump se haya reunido rápidamente con Kanye West, marido de Kim Kardashian, por contrarrestar lo ocurrido. En fin, "ver para creer, la política norteamericana ha superado el tiempo del movimiento #MeToo para introducirse en el de la prensa rosa más rancia, y eso que solo han pasado un año y 323 días desde que ganase las elecciones Donald Trump".
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