Sí, hoy es el día del docente y las docentes (todavía a la Unesco no ha llegado esa fatalidad de la @, pero sí la de lo políticamente correcto), el 5 de Octubre. Probablemente no te hayas enterado de tal vicisitud ya que el sempiterno Google no le ha dedicado la portada (y eso que la dedica a la mayor cantidad de estupideces posible) y los chavales han tenido clase.
Instituido por la Unesco hace la friolera de 15 años, suele ser el único día que los medios de comunicación dedican a informarnos de lo mal que está la Educación en los países en vías de desarrollo y los subdesarrollados (me encantan el eufemismo de estos términos, como si tuviesen alguna oportunidad de desarrollarse), lo que afianza la brecha con el primer mundo. Estos se encuentran dentro del círculo vicioso: sin educación no hay industria ni mejores condiciones de vida, pero sin los recursos que da una economía industrial, la educación pasa a un segundo término (de qué sirve saber leer sino puedes llevarte a la boca un puñado de arroz hervido).
Bueno, dejemos estas disquisiciones que no llevan a ningún lugar. En España hoy nos hemos levantado con un pequeño regalo. Se trata de una tribuna firmada por nuestro presidente del gobierno y publicada por el diario El País (sí, ese que le está atacando con la crisis económica. Está claro que el diario Público aún no tiene el alcance necesario para publicar un artículo de estas características). Se titula "Carta abierta a los maestros" y es la siguiente:
"Hoy celebramos el Día Mundial de los Docentes, instituido por Unesco hace 15 años para rendir homenaje al profesorado y al papel esencial que desempeña para una educación de calidad. Es un día para compartir logros y, también, para aceptar la responsabilidad de solventar, entre todos, carencias.
Maestros y maestras, profesoras y profesores españoles:
Nuestro país ha cambiado tanto en las últimas décadas que quizás algunos hayan olvidado que en los años 70 del siglo XX, España tenía, aún, personas analfabetas, que el acceso a la Educación no era universal, y que el nacimiento en uno u otro lugar podía ser tan determinante como la familia a la hora de planificar una existencia.
Porque los sueños solían ser, para tristeza de muchos, del tamaño de sus precarias posibilidades.
Hemos avanzado mucho. Hoy nuestro sistema educativo se abre a toda la población y, fruto de este progreso, de este gran éxito colectivo, contamos con las generaciones mejor preparadas de la historia de España. Me habréis oído repetirlo, porque creo que es necesario valorar y reconocer el camino realizado para ser plenamente conscientes del que todavía queda por recorrer.
Pero nuestros logros educativos tendrán la dimensión que seamos capaces de trazar juntos y, por ello, creo firmemente que ha llegado el momento para un Pacto Educativo. Mi propósito es impulsar un acuerdo social y político que mire el futuro con ambición, con la ambición de un país que aspira a la excelencia y sabe que tiene en la educación la palanca principal para alcanzarla, un país que quiere que cada persona pueda llegar tan lejos en su formación como le lleven en su voluntad y su esfuerzo, sin otras limitaciones.
Para alcanzar ese nuevo horizonte educativo, cada Administración tendrá que asumir plenamente la responsabilidad que constitucionalmente le corresponde, cumplir con eficacia su papel. Desde 2004 el Gobierno de España ha doblado el presupuesto educativo, pero soy muy consciente de que para llegar más lejos, como es nuestro propósito, Comunidades Autónomas y Administración General del Estado debemos aumentar la inversión. Y no sólo la financiación es importante, también será necesario que toda la sociedad propicie el mejor de los entornos, para que vuestra tarea docente y el aprendizaje de los alumnos se desarrollen en las mejores condiciones y con la mayor calidad.
Nunca España había tenido tanto potencial de futuro y nunca antes nuestro porvenir había dependido tanto de la educación, del conocimiento, de nuestra capacidad creadora e innovadora, que son la base del bienestar y de un nuevo modelo de crecimiento económico.
Sin vosotros, maestros y maestras, profesoras y profesores, sin el esfuerzo que día a día entregáis y enseñáis a la sociedad española, no habríamos podido llegar hasta aquí. Y no podemos construir un mejor futuro sin vosotros.
Por eso seguiré poniendo todo mi empeño en demostrar que la grandeza de un país debe medirse por el prestigio que se concede a sus maestros.
Sólo me queda daros las gracias.
En fin, un poco más de Pacto Educativo (el que fracasará por culpa de la asignatura de Educación para la ciudadanía) y cesión de la responsabilidad económica a las comunidades autónomas. O sea, "palabras que se convertirán en paja que se llevará el viento".
Bueno, dejemos estas disquisiciones que no llevan a ningún lugar. En España hoy nos hemos levantado con un pequeño regalo. Se trata de una tribuna firmada por nuestro presidente del gobierno y publicada por el diario El País (sí, ese que le está atacando con la crisis económica. Está claro que el diario Público aún no tiene el alcance necesario para publicar un artículo de estas características). Se titula "Carta abierta a los maestros" y es la siguiente:
"Hoy celebramos el Día Mundial de los Docentes, instituido por Unesco hace 15 años para rendir homenaje al profesorado y al papel esencial que desempeña para una educación de calidad. Es un día para compartir logros y, también, para aceptar la responsabilidad de solventar, entre todos, carencias.
Maestros y maestras, profesoras y profesores españoles:
Nuestro país ha cambiado tanto en las últimas décadas que quizás algunos hayan olvidado que en los años 70 del siglo XX, España tenía, aún, personas analfabetas, que el acceso a la Educación no era universal, y que el nacimiento en uno u otro lugar podía ser tan determinante como la familia a la hora de planificar una existencia.
Porque los sueños solían ser, para tristeza de muchos, del tamaño de sus precarias posibilidades.
Hemos avanzado mucho. Hoy nuestro sistema educativo se abre a toda la población y, fruto de este progreso, de este gran éxito colectivo, contamos con las generaciones mejor preparadas de la historia de España. Me habréis oído repetirlo, porque creo que es necesario valorar y reconocer el camino realizado para ser plenamente conscientes del que todavía queda por recorrer.
Pero nuestros logros educativos tendrán la dimensión que seamos capaces de trazar juntos y, por ello, creo firmemente que ha llegado el momento para un Pacto Educativo. Mi propósito es impulsar un acuerdo social y político que mire el futuro con ambición, con la ambición de un país que aspira a la excelencia y sabe que tiene en la educación la palanca principal para alcanzarla, un país que quiere que cada persona pueda llegar tan lejos en su formación como le lleven en su voluntad y su esfuerzo, sin otras limitaciones.
Para alcanzar ese nuevo horizonte educativo, cada Administración tendrá que asumir plenamente la responsabilidad que constitucionalmente le corresponde, cumplir con eficacia su papel. Desde 2004 el Gobierno de España ha doblado el presupuesto educativo, pero soy muy consciente de que para llegar más lejos, como es nuestro propósito, Comunidades Autónomas y Administración General del Estado debemos aumentar la inversión. Y no sólo la financiación es importante, también será necesario que toda la sociedad propicie el mejor de los entornos, para que vuestra tarea docente y el aprendizaje de los alumnos se desarrollen en las mejores condiciones y con la mayor calidad.
Nunca España había tenido tanto potencial de futuro y nunca antes nuestro porvenir había dependido tanto de la educación, del conocimiento, de nuestra capacidad creadora e innovadora, que son la base del bienestar y de un nuevo modelo de crecimiento económico.
Sin vosotros, maestros y maestras, profesoras y profesores, sin el esfuerzo que día a día entregáis y enseñáis a la sociedad española, no habríamos podido llegar hasta aquí. Y no podemos construir un mejor futuro sin vosotros.
Por eso seguiré poniendo todo mi empeño en demostrar que la grandeza de un país debe medirse por el prestigio que se concede a sus maestros.
Sólo me queda daros las gracias.
José Luis Rodríguez Zapatero es presidente del Gobierno español."
En fin, un poco más de Pacto Educativo (el que fracasará por culpa de la asignatura de Educación para la ciudadanía) y cesión de la responsabilidad económica a las comunidades autónomas. O sea, "palabras que se convertirán en paja que se llevará el viento".
Anda, no sabía yo que escribiese zp (o Zapatero, o Zetapeta) en éste blog.
ResponderEliminarSi señor. ¿Cuánto tiempo te ha llevado la entrada de hoy?
Cuidado con las palabras Chuchi.
ResponderEliminarAyer hablabas de calentamiento, hoy de palabras que se convertirán en paja...
Por favor un respeto que este blog es para todos los públicos y en vez de eso comienza a parecerse al de Lucia Lapiedra...
Pajas + calentamiento = LUCIA LAPIEDRA
ResponderEliminarEnga coño.... que toavia cuando buscas en Gugel a Lucia no aparece este Blog.
ResponderEliminarY lo tenemos que poner el primero.
LUCIA LAPIEDRA
ResponderEliminarLUCIA LAPIEDRA
ResponderEliminarLUCIA LAPIEDRA
ResponderEliminarQue alguien me lo resuma por favor, que llevo todo el día (el día del docente, según acabo de aprender) el el avión y todos mis pensamientos están en el aire.
ResponderEliminarConio Chuchi, copipegas como Zetaparo. Hoy me ha aburrido este post, y eso que el curro de enseñante es mu importante. Rima y todo.
ResponderEliminarlos mundos de chuchi...
ResponderEliminarLUCIA LAPIEDRALUCIA LAPIEDRALUCIA LAPIEDRALUCIA LAPIEDRALUCIA LAPIEDRALUCIA LAPIEDRALUCIA LAPIEDRALUCIA LAPIEDRALUCIA LAPIEDRALUCIA LAPIEDRALUCIA LAPIEDRALUCIA LAPIEDRALUCIA
he compuesto un poema...
Con 100 entradas por año,
con comentarios, a toda vela,
no corta internet, sino chuchi
un velero chuchitín.
ucronia latente que llaman,
por sus colores, cegante ,
en toda la web conocida
del uno al otro confín.
chuchi en el mar riela
en la lona gime lapiedra,
y alza en blando movimiento
el culo a la enfermera;
y va el profe chuchi,
cantando alegre en la popa,
Paja a un lado, al otro Calentamiento,
y allá a su frente lapiedra:
Navega, chuchi mio
sin temor,
que ni enemigo navío
ni alumno, ni notanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu portatil.
Veinte ceros
chuchi ha puesto
a despecho
en informatica
y han rendido
sus notazas
cien alumnos
a sus pies.
Que es chuchi mi tesoro,
que es mi dios chuchi tambien,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, chuchi.