jueves, 21 de enero de 2010

Una clase muy real

Una de las cosa que aún no me he atrevido a hacer es transcribir alguna de mis alocadas clases. El tono surrealista que tomaría un artículo de estas características siempre me ha echado un poco para atrás. De todas formas hoy puedo cubrir este pequeño hueco gracias a que un amigo me ha reenviado al correo la transcripción de otro compañero. En este caso de la asignatura de Inglés.

Imagínate que te encuentras en un instituto cerca de una clase de 1º de la ESO un jueves a quinta hora (sí, nuestro horario tiene un tinte algo religioso) y desde el pasillo escuchas lo siguiente:

Profesor: Bueno chicos, hoy vamos a estudiar el vocabulario de las comidas en inglés. Copiad estas 5 categorías (las escribe en la pizarra) y escribís en cada columna todas las palabras que os sepáis.

Amanda: ¿En inglés?

Profesor: Sí, mejor que en ruso, en inglés.

Luis: Profe, ¿cuántas categorías?

Profesor: Cinco. Las que hay en la pizarra.

Luis: A mí no me caben.

Profesor: Pues prueba a poner la hoja apaisada.

Luis: ¿Qué significa apaisada?

Profesor: Horizontal, o sea así (lo demuestra).

Juan: ¿Qué título ponemos?

Profesor: Prueba con “Food”, que es el que he escrito en la pizarra.

Fran: ¿Puedo hacerlo a lápiz?

Profesor: No, no puedes. Ya sabes que en el cuaderno sólo se escribe con bolígrafo.

Jessica: ¿Cómo se dice pepino?

Profesor: He dicho que escribáis el vocabulario que sepáis vosotros. No el que sepa yo.

Noel: ¿El huevo es una verdura?

Profesor: No, no es una verdura.

Federico: ¿Qué título ponemos?

Profesor: Lo he dicho ya dos veces.

Amanda: ¿Se puede poner “rechicken”?

Profesor: No, porque repollo no se dice así en inglés (risas generalizadas).

Nieves: ¿Cómo se dice calamar?

Profesor: He dicho que escribáis el vocabulario que sepáis vosotros. No el que sepa yo.

Jesús: ¿Hay que escribirlo en el cuaderno?

Profesor: Pues a no ser que quieras escribirlo en la mesa...

Ricardo: Profe, pero... ¿qué hay que hacer?

Profesor: ¿Pero tú te has lavado las orejas esta mañana?

Nieves: ¿Puedo poner zumo en la categoría de postres?

Profesor: Mejor ponlo en la de líquidos.

Fran: ¿Puedo poner pollo en la categoría de postres?

Profesor: En este continente, no.

(Pasan diez minutos)

Profesor: Bueno, ahora vamos a empezar. Levantáis la mano y vais diciendo palabras; yo las escribo en el encerado. Empezamos con las verduras.

Levantan la mano diez alumnos y todos gritan a la vez distintas verduras: ¡Brócoli! ¡Carrots! ¡Salad! ¡Pepination! ¡Eggs!

Profesor: He dicho que los huevos no son una verdura. Y por favor, levantad la mano y esperad a que yo os nombre para decir la palabra porque no tengo diez orejas para entenderos a todos al mismo tiempo. ¡Arturo, no le pases notitas a María que se las leo al resto de la clase!

Arturo: ¿Con cuál empezamos?

Profesor: Con las verduras. Empieza tú, Marisol.

Marisol: Es que se me ha olvidado el cuaderno en casa.

Profesor: ¿Y qué llevas haciendo estos 15 minutos, criatura? A ver, hazlo tú, Pepe.

Pepe: ¿Quién? ¿Yo?

Profesor: Eres el único Pepe que hay en la clase, así que vas a ser tú.

Pepe: Orange.

Profesor: La naranja me la pones en frutas, por favor.

Juan: Profe, el otro día oí un chiste verde, ¿puedo contarlo?

Profesor: Pues aunque haya verduras de por medio, no, no puedes contarlo.

María: ¿Ésto cae en el examen?

Profesor: Bueno, puede que tengáis suerte y para entonces esté recuperándome de esta clase en un sanatorio mental, y entonces no habrá examen.

Todos: ¡¡¡¡¡BIEEEEEEEN!!!!!

Pues aunque te parezca increíble no se trata de una obra de teatro, sino una clase de lo más normal. La mayoría son así, sólo tienes que cambiar el ejercicio para encontrarte con un diálogo parecido en otra asignatura (si alguno de mis alumnos de 1º de la ESO se pasa por aquí lo puede constatar), "de ahí que no te extrañe que suela desahogarme escribiendo a diario estas líneas, es la forma más eficaz que he encontrado de no acabar en un psiquiátrico".

7 comentarios:

  1. ¡¡¡Jodo!!! Si se parece a mi clase de 1ºB. Hoy no he podido más y mientras escribía en la pizarra me he empezado a descojonar ante el asombro de los alumnos. Creo que es mejor reir que llorar en algunos casos. Sobre todo cuando escuchas cosas del estilo:

    Profesor: Bueno ahora vamos a hacer este ejercicio que...
    Geammeli: ¿Profe has venido con las pilas puestas?
    Profesor:¿Por qué preguntas eso?
    Geammeli: Porque llevamos más de diez minutos haciendo ejercicios...

    ResponderEliminar
  2. Soy un alumno de 1º de la ESO de Chuchiy digo que todo lo que ha escrito es mentira. Somos todos muy buenos y listos y atendemos a todo lo que el hace y dice en clase.

    ResponderEliminar
  3. o es tan raro, en mi calse de 4º hay una que no se cree anda, no se creyo las lelles(o como se escriba) de newton, ni se cree el principio de arquimedes(y encima es la que mejor nota saca), y luego tenemos a otra, que, mientras tu estas esplicando, te pregunta precisamente lo que estas esplicando, o aun peor, te pregunta cosas que las ve asta el que no a estudiao fisica en la vida

    ResponderEliminar
  4. lord of the freaks, probablemente esa que no se cree nada sea una fundamentalista religiosa con elevado CI. hay gente "pa tó"
    de todos modos ninguna (supongo que chuchi opinara igual) como la de la masacre de pulpos para tinta de boli ...
    eterna...

    ResponderEliminar
  5. Chuchi decía hace poco que no querría ser controlador aéreo, que no quería tanta tensión. Ufff, pues anda que no hay que tener hígado para ser domador de burros, digoooo, profesor.

    Si yo tuviera la desgracia de ser profesor, no tendría tres meses de vacaciones al año, sino 30 años de vacaciones forzosas entre rejas. Porque iba a tardar dos días en ajusticiar a alguno de esos pequeños mamoncetes, primero, y a sus histéricos papis, despues.

    Si va a ser verdad que al final se ganan el sueldo. Aunque sólo sea por sus dotes de autocontrol.

    ResponderEliminar
  6. Chuchi se lo gana.
    Otros no tanto.
    Y si miramos otros tipos de funcionarios no docentes, NO se lo ganan.

    ResponderEliminar
  7. Como mínimo, la paciencia hay que reconocérsela.

    Si uno de esos pequeños cabroncetes me tocase las narices como los de la entrada de hoy...

    me comería su hígado, acompañado de habas, y un buen Chianti...

    Schshhhhh, Schshhhhh, Schshhhhh, Schshhhhh, Schshhhhh,

    ResponderEliminar

No dudes en comentar este artículo si te apetece. Sólo pedirte un pequeño favor: "no utilices abreviaturas que atenten contra nuestra lengua común".