Los nuevos canales de TDT empiezan a llegar a los hogares españoles (hay que resintonizar la TDT de nuevo por si no te has enterado aún) y con ellos se vuelve a certificar la parodia de país donde vivimos (aunque sigo aseverando que no se vive tan mal como dicen algunos). La verdad es que en los últimos días hemos tenido un poco de todo, para que no haga daño, para estupor de los telespectadores.
Los medios de comunicación han explotado a gusto las siguientes noticias (obviamente matizadas dependiendo del grupo del que proceden):
En resumen, por si no te has enterado de nada, "un liberal y un trotskista se acuestan juntos para fastidiar a la antigua amante del primero que a su vez hace carantoñas al hombre que mareo tanto por unos trajes, y todo ello regado con falta de dinero (como la mayoría de la farándula española)".
- La TDT de pago desembarco de la mano de un grupo afín al gobierno, Mediapro, con Gol TV (ese canal que regalan la mayoría de operadores ADSL), a la que pronto se unió AXN (un canal refrito de series al cual sigo sin ver razón aparente para abonarse), operando ambas con la misma tarjeta. Ahora bien, con la llegada del Canal+ Dos de Sogecable (al antiguo grupo afín al gobierno) la cosa se complica, ya que su tarjeta es incompatible con la de los dos canales anteriores. Es decir, si te abonas por ejemplo a Gol TV y Canal+ Dos simultáneamente tendrás que levantarte a cambiar la tarjeta de marras cada vez que cambies entre ambos con el mando a distancia. Todo un despropósito producto de la guerra del fútbol. Por cierto, de Canal+ Dos es mejor no hablar, ya que menudo invento es tener un Canal+ con un día de retraso y sin deportes. De todas formas nuestro querido Roures, presidente de Mediapro, ha venido a solucionar el problema con dos futuros canales nuevos (en principio de pago, o alguien se cree que van a ser en abierto), La Sexta 2 y 3 (menudo alarde de imaginación) para suplir el problema.
- Por otro lado, en este maremágnum audiovisual, la televisión nacida de la unión entre Pedro J. Ramírez, un liberal conspiranoico que odia a Zapatero, y Roures, un declarado marxista antes trotskista y firme defensor del actual gobierno, Marca TV, que en principio iba a ser un simple canal de análisis deportivo, se lleva después de los derechos del Mundial de baloncesto también los de la Copa del Rey por la cara (algo tendrá que ver la imposibilidad de tener una segunda señal en abierto, con los tres canales del multiplex codificados). En fin, de alguna forma había que pagar el apoyo recibido del Marca y El Mundo en la guerra del fútbol.
- Y mira tú por donde a raíz de esta guerra del fútbol, donde nadie puede pagar lo que prometió (o alguien se cree que uno puede acogerse a una ley concursal (antigua suspensión de pagos) como distracción jurídica, aunque por el momento lo aparente. ¿Acaso los administradores judiciales de Mediapro son compañeros de cañas de Roures?), Canal Nou, el buque insigne del amigo Camps (el de los trajes), se ha quedado sin fútbol en abierto por un desacuerdo en quien debe más a quien. Que sí le debo a Mediapro 10 millones pero ésta a su vez me debe 25, pero no me puede pagar por la famosa ley concursal. Para mí está claro, al igual que el resto de los mortales, las letras al final se convierten en dinero contante y sonante del que hay que depositar en el banco y ninguna de los dos lo tiene, con lo que los medios de Sogecable hacen su agosto al respecto.
En resumen, por si no te has enterado de nada, "un liberal y un trotskista se acuestan juntos para fastidiar a la antigua amante del primero que a su vez hace carantoñas al hombre que mareo tanto por unos trajes, y todo ello regado con falta de dinero (como la mayoría de la farándula española)".
