domingo, 22 de febrero de 2015

Mi opinión sobre las películas nominadas de este año (2015)

Vaya por delante que por una vez, milagro, estoy de acuerdo con Juan Raigada y salvo por la crueldad con la que voy a atacar a su favorita, también con Darkel. Bueno, o mis gustos se han radicalizado en el último año (lo cual es muy posible), o no he entendido alguna o en esta ocasión el nivel es tan bajo que deberían replantearse volver a nominar solo 5 películas a la categoría reina. De entrada, algunas de las contendientes ni merecerían la denominación de obra cinematográfica, hasta en la categoría de documentales fracasarían. Vamos al tajo.

En esta ocasión, más bien por falta de tiempo, he visto casi todas las nominadas a la categoría principal en la última semana (6 de 8) y me he abstenido de leer cualquier crítica (o mirar su puntuación). Esta es mi opinión pura y cruda.



"Whiplash" es la única película de las ocho que hoy voy a repasar que se va a convertir en una película de culto, las demás en pocos años las regalarán por un euro en los centros comerciales. Es cine en estado puro, con un perfecto tempo que te engancha desde el primer plano. Da lo mismo que carezcas de oído musical o no te guste el jazz, no va de eso. Va de como se pueden superar los límites de la propia creatividad, de la cultura del esfuerzo y de la función del maestro. Vaya por delante que para nada estoy de acuerdo con esta filosofía (así que no estoy haciendo apología de la LOMCE, aunque lo parezca), pero es la mejor representación de ésta que he visto hasta el momento.

Referentes cinematográficos que se me vienen a la cabeza son "Cisne negro" (2010) y "Fama" (1980). Por un lado "Whiplash" supera a la primera (que utilizaré como referente también en la segunda crítica) en cuanto no se pierde en falsos efectismos que despistan al público, mientras que la segunda no dejó nunca de ser un bonito musical, más pendiente del crisol de culturas que arriban a la academia que del esfuerzo que suponía triunfar (espero que Alan me perdone por lo que he dicho). La película que hoy nos ocupa se centra de pleno en un hecho concreto, valga la redundancia, en que la fama solo se alcanza a través del esfuerzo puro, sin atajos, con sangre y dolor. Lo que en "Fama" (1980) era un hiriente bastonazo pasa a convertirse en "Whiplash" en un simple y mudo gesto de la mano, que cobra una fuerza insospechada en el contexto de una película donde al final si lo piensas, suenan a lo sumo dos piezas reiterativamente.

En fin, una obra suma, donde Damien Chazelle consigue siguiendo la estructura clásica del guión cinematográfico con el mismo tempo que le exige J.K. Simmons a Miles Teller (ambos geniales en sus papeles) insertar giros inesperados en la historia que nos cuenta. Lo del accidente de tráfico todavía me pone los pelos de punta. Y sí, en el fondo es una historia algo manida, incluido el final, pero que funciona como un diapasón mientras reparte equitativamente desplantes, gotas de sangre, falsas adulaciones e insultos. Solo espero que Damien Chazelle no pierda el norte pronto y sea deglutido por el mainstream imperante en Hollywood.





En segundo lugar coloco la mejor película hasta el momento de Alejandro González Iñárritu (un servidor nunca comulgó ni con "21 gramos" (2003) ni con "Babel" (2006)). Una apuesta arriesgada muy por encima de la media de este curso tanto en concepto como en la forma de rodarla. Cuesta creer que en la actualidad se pueda crear una película alrededor de la vida real de su actor protagonista con un simple cambio de superhéroe. Michael Keaton está simplemente genial interpretándose a si mismo en una versión reforzada de lo que significa el día después de ser uno de los actores más taquilleros de la historia (y lo más triste es que probablemente no se lleve el Oscar).

Iñárritu con su planteamiento supera con creces tanto al "Ed Wood" (1994) de Tim Burton, que le valió el Oscar a Martin Landau por su interpretación de Bela Lugosi (vale, no era posible que lo resucitase, pero ahí queda), como al "Cisne negro" (2010) de Darren Aronofsky. En el caso de la primera en cuanto borra de la historia cualquier atisbo de complacencia con respecto a la locura del personaje. Mientras que supera a la segunda, llevando el efectismo visual más allá de lo concebible (añadir escenas de efectos especiales en un drama teatral es simplemente alucinante) y forzando un plano final que transforma el por todos esperado final dramático en una relectura fantástica del film (lo mismo que nos pasó al ver "El sexto sentido" (1999), pero sin montaje final explicativo, aunque a otros directores de esta añada de películas les parezca casi obligatorio mostrar). De entrada, en cierta forma, Iñárritu busca la comparación con "Cisne negro" (2010) en cuanto tiende al mismo final, pero lo rompe con un genial e inesperado epílogo que juega con el espectador.

Con respecto al resto del elenco protagonista, decir que están correctos, cumpliendo tanto Edward Norton y como Emma Stone, aunque la nominación de ésta última me parece un poco excesiva (el nivel en la categoría de actriz secundaria este año es bastante bajo).

Por último quería resaltar el montaje de la película, que nos traslada de escena en escena como si de un pájaro se tratase, muy acorde con el nombre del film.

En fin, una película tal vez difícil para el espectador medio por la riqueza de las diferentes capas que presenta pero que me hace seguir creyendo en los guiones originales.



3. "Selma"


Voy a contrariar un poco a Darkel, pero nunca me pareció más justa una nominación a mejor película que la de "Selma", y más viendo la mediocridad del resto de contendientes. Para ser una buena película no hace falta destacar en ninguna categoría en especial si el conjunto no se resiente. No es necesario tener la mejor banda sonora, destacar en fotografía (aunque en este caso esta película hubiese merecido una nominación en esta categoría) o incluir un vestuario imaginativo, y menos aún cuando se trata de una película coral basada en un hecho histórico donde las intervenciones de los diferentes personajes está minutada por el hecho en si.

"Selma" acierta donde fracasan el resto de biografías de este año, al centrarse en un hecho histórico particular evita que el espectador se disperse o se canse consiguiendo que el mensaje llegue. Apoyada en los discursos de Martin Luther King Jr. y la relación con su mujer consigue mantener un equilibrio casi fascinante, muy por encima de lo que podía esperarse de un film de estas características. Además la miríada de secundarios está a un nivel increíble, aunque está claro que por un papel de 10 minutos no puedes ganar un Oscar salvo que te rapes el pelo cantando. Tal vez su único defecto sea los insertos de notas del FBI que pueblan el film, ya que aunque su intención es mostrar la constante vigilancia a la que era sometido el movimiento (algo así como una presencia maligna) llegan casi a ser cargantes en la parte final del film.

Por cierto, este es el único film que acierta con los títulos de crédito finales, tanto por sobriedad como por elección de fotogramas, nada que ver con ciertos embrollos que comentaré más tarde.

En fin, un film que coloca en el candelero a Ava DuVernay, la nueva promesa femenina del cine norteamericano. Solo espero que el dinero del emporio Brangelina siga fluyendo para que su visión cinematográfica nos acompañe en la siguiente década y obtenga al final la tan ansiada estatuilla (aunque nunca se sabe, ya que Angelina sigue empeñada en ser la segunda directora en alcanzar ese galardón).





Al igual que es constante la presencia de Meryl Streep en los premios Oscar, lo es la película patrocinada por los hermanos Weinstein (primero como Miramax y después con su propia compañía). Vuelven a errar el tiro, pero en esta ocasión por poco, con esta biografía sobre Alan Turing de sello británico basada en uno de los guiones más deseados de los últimos años e interpretada por un actor en alza, Benedict Cumberbatch.

Vaya por delante que el resultado está muy por encima de su referente cinematográfico, la fallida "Enigma" (2001) del siempre aburrido Michael Apted (y mira que se basaba en una novela de Robert Harris), gracias a que Benedict Cumberbatch es bastante mejor actor que Dougray Scott, aunque ambos interpretasen a personajes distintos.

El problema radica en que la genial interpretación de Cumberbatch se diluye en un sinsentido de insertos de imágenes históricas y un montaje no lineal que persigue justificar la homosexualidad de Turing y su posterior suicidio (bueno, y también lo del nombre del ordenador). Llevando al film a discurrir en un recorrido casi esquizofrénico por tres momentos de la vida del matemático. La verdad sea dicha, un film que podía haber alcanzado casi cotas insospechadas se ha perdido en un montaje pobre (hasta las explicaciones sobre criptografía son buenas). Y me da lo mismo que todo eso estuviese en el guión, el director es el responsable último de todo lo que acontece en un film. Así que no le auguro un buen futuro a Morten Tyldum después de su tratamiento desastroso de este diamante en bruto.

En cuanto a Keira Knightley, correcta, como es costumbre en ella pero sin destacar tanto como para merecerse la nominación.

En fin, una película que se sustenta en el cada vez más impresionante Benedict Cumberbatch pero que no llegará a tocar a alcanzar el cielo de las películas de culto.





Y vamos, con el horror, ya que de aquí para abajo, vamos con películas que no merecerían estar nominadas. La primera es "La teoría del todo", un telefilme edulcorado hasta rayar lo infame. Lo que le lleva a la honrosa quinta posición son las geniales interpretaciones de Eddie Redmayne y Felicity Jones, que están muy por encima de un guión que alcanza cotas grotescas.

Es algo así como ver a dos voluntariosos actores, muy por encima de lo que se está narrando, tratando de levantar la función que el director, James Marsh, y el guionista, Anthony McCarten (cuya nominación es una broma de mal gusto), tratan de torpedear sistemáticamente. Son capaces de arrancar casi lágrimas, pero en el fondo estamos ante una historia del reparto de azúcar para todo el mundo, no hay casi sangre. Un científico que se marcha enfadado, unos padres preocupados y poco más. Todo es idílico hasta la extenuación.

En cuanto a las explicaciones sobre física, elemento secundario de la función ya que prima sobre todo la evolución de la enfermedad, son bastante buenas y asequibles. Por otro lado, también me quedo con las referencias culturales británicas a Doctor Who o la música, pero otros elementos, como el de la librería en la publicación del libro sobran.

Vamos, que es una película que hubiese pasado por las salas cinematográficas sin pena ni gloria sino fuese por lo geniales que están Eddie Redmayne y Felicity Jones.





Entre tanto drama debo haberme convertido en un soso que no sabe apreciar la buena comedia, o eso es lo que pensarán los fieles seguidores de Wes Anderson. Pero "El gran hotel Budapest" no es una buena comedia, es un despropósito de tomo y lomo, que trata de imitar las grandes y otrora perdidas para el gran pública comedias de situación de los años 30 y 40. De ahí que no sea extraño que Wes Anderson traslade la función a Europa para perpetrar semejante film. Pero al igual que la laureada "The Artist" (2011), que falló estrepitosamente a mi parecer al interpretar el cine mudo (aunque es una opinión que al parecer solo comparto con Juan Raigada frente a la corriente general), este subproducto perpetrado por el amigo Wes Anderson probablemente habrá provocado arcadas en las tumbas de directores como Ernst Lubitsch, Leo McCarey, Gregory La Cava, Howard Hawks o Frank Capra. En serio, tanto cuesta quedarse una semana con Netflix puesto a todo trapo antes de sentarse a escribir el guión.

Lo que podía haber sido una comedia homenaje coral deviene en una especie de juego de Quien es quien, donde la gracia reside en ser capaz de identificar a cada actor que realiza un breve cameo. No cuela para nada esta reinterpretación supuestamente cómica del periodo de entreguerras europeo, ya que aunque Wes Anderson introduce los elementos existentes en cada época: xenofobia, comunismo, capitalismo atroz, etc; estos están completamente desdibujados por el simple robo (o reclamo, como quiera interpretarse) de un cuadro y una narración a diferentes niveles.

En cuanto a los actores, pues bien, podrían haberlos sustituidos por cartulinas y el resultado hubiese sido el mismo. ¡Qué desperdicio de tanto talento!

En fin, Wes, otra será. O no, nunca se sabe lo que van a hacer estos confundidos y ancianos académicos y las películas que suelo colocar en las últimas posiciones de esta lista suelen resultar ganadoras, como la que sigue a continuación.





¡Madre mía! ¿Qué decir sobre la película experimental de Richard Linklater? Pues que, dejando aparte lo increíble que es rodar durante 12 años una película y que salga algo medianamente tragable, es un rollo insufrible sobre lo que debe creer la gente que es lo ordinario. En si el concepto me parece maravilloso, una propuesta valiente y canto de cisne al compromiso actoral.

El subtítulo de la película en castellano lo dice todo. Más que momentos de una vida parecen retazos inconexos de la utilización de un par de menores para mostrar las diferentes faces de ese diamante que es Estados Unidos. Es tan inconcebible que, después de soportar el primer cuarto de hora donde se aprecian diálogos forzados y una dirección extenuante, me encontré con un despropósito mayúsculo producto de la propia estructura de rodaje. Puede que la vida de un pre-adolescente y posterior adolescente no justifique un filme de tamañas proporciones, pero de ahí a convertirlo en un vodevil de padres borrachos y familias disfuncionales que acaban mandando a la universidad a sus retoños hay un trecho.

Por experiencia propia, y puedo afirmar que mucha dado que trabajo para la escuela pública, después del trasiego de una separación y dos padres alcohólicos es casi imposible que semejante familia salga adelante con dos hijos en la universidad y una madre profesora. La triste realidad sería que hubiesen acabado drogadictos, alcohólicos o en casas de acogida en el mejor de los casos. Pero al parecer se trata de una fantasía de Richard Linklater, donde da la mismo que se fumen un porro o aprendan a disparar con una pistola, la importante es que al final se impone el amor.

En fin, el mismo mensaje que "La teoría del todo", pero con envoltura indie. Es una pena que Richard Linklater nunca se haya llevado el premio que se merecía pero un servidor no compra este pastiche insufrible. Una y no más.





He llegado a la conclusión de que no debo haber entendido nada de "El francotirador" de Clint Eastwood. Para mi es su peor película y me costó un infierno acabarla. No entendía lo que veía, no captaba lo que trataba de transmitirme. Acaso iba de la deshumanización de los soldados norteamericanos en Irak, acaso es una crítica a como se crean los héroes en la actualidad o acaso es una defensa encendida del modo de vida de los estadounidenses. No tengo la menor idea.

En mi caso hubiese dado lo mismo que el papel Bradley Cooper lo hubiese interpretado un robot o que el de Sienna Miller Kim Kardashian, de tan planos que me resultaron los protagonistas. Hasta la crudeza de las escenas de los disparos me dejaban indiferente. Me cuesta creer que soportase dos horas de elevación a los altares (eso supongo vistos los títulos de crédito) del héroe (o antihéroe) norteamericano sin poder rascar nada.

Yo por mi lado sigo quedándome con mis referentes cinematográficos al uso para estas cosas de francotiradores: "Enemigo a las puertas" (2001) y "La chaqueta metálica" (1987). En cuanto a este despropósito que me ha supuesto dos horas de mi vida, una de dos, o convierte en una película progresista a "Boinas verdes" (1968) o no he entendido nada de lo que visto. Y me considero público aplicado.



En fin, visto lo visto, en esta ocasión voy ha realizar la porra más oficialista de toda mi vida, considerando que van a ser muy repartideros en esta ocasión, sin que ninguna arrase:

1. Mejor Película: "Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia)"
2. Mejor Dirección: Alejandro González Iñárritu por "Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia)"
3. Mejor Guión Original: Wes Anderson por "El gran hotel Budapest"
4. Mejor Guión Adaptado: Graham Moore por "The Imitation Game (Descifrando Enigma)"
5. Mejor Actor: Eddie Redmayne por "La teoría del todo"
6. Mejor Actriz: Julianne Moore por "Siempre Alice"
7. Mejor Actor de Reparto: J.K. Simmons por "Whiplash"
8. Mejor Actriz de Reparto: Patricia Arquette por "Boyhood (Momentos de una vida)"
9. Mejor Película de Lengua no Inglesa: "Ida" (Polonia)
10. Mejor Película de Animación: "Cómo entrenar a tu dragón 2"
11. Mejor Cortometraje de Animación: "Buenas migas (Feast)"
12. Mejor Dirección de Fotografía: Emmanuel Lubezki por "Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia)"
13. Mejor Montaje: Sandra Adair por "Boyhood (Momentos de una vida)"
14. Mejor Dirección Artística: Adam Stockhausen y Anna Pinnoc por "El gran hotel Budapest"
15. Mejor Música Original: Johann Johansson por "La teoría del todo"
16. Mejor Canción Original: "Glory" para la película "Selma"
17. Mejor Diseño de Vestuario: Milena Canonero por "El gran hotel Budapest"
18. Mejor Maquillaje: Frances Hannon y Mark Coulier por "El gran hotel Budapest"
19. Mejor Sonido: Craig Mann, Ben Wilkins y Thomas Curley por "Whiplash"
20. Mejor Montaje de Sonido: Alan Robert Murray y Bub Asman por "El francotirador"
21. Mejores Efectos Visuales: Paul Franklin, Andrew Lockley, Ian Hunter y Scott Fisher por "Interstellar"
22. Mejor Cortometraje: "The Phone Call"
23. Mejor Documental: "Citizenfour"
24. Mejor Cortometraje Documental: "Crisis Hotline: Veterans Press 1"

Y ya terminé el artículo más largo del año, solo me ha llevado dos días escribirlo. "En unas pocas horas nos vemos para cerrar la porra y ver la ceremonia".

3 comentarios:

  1. Coincido bastante, aunque a mí Boyhood me gustó (le encuentro un valor de retrato generacional único).

    Y cambiaría la teoría del todo (que al menos tiene algún plano bonito) por descifrando enigma (que me aburrió increiblemente)...

    Pero sí, estoy de acuerdo con que Whiplash está a otro nivel del resto. Pena que no se llevará casi nada.

    (por cierto, hay otra nominada por ahí, Nightcrawler) que merece la pena...

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  2. No creo que Boyhood merezca tantos palos por tu parte. A mi me parece que el desarrollo es muy orgánico; el montaje es increíble. Eso la hace por si solo magistral.

    De todos modos mis tres favoritas eran Birdman, Boyhood y Whiplash y en general las tres me gustan más o menos igual.
    Ha sido un año en general bastante justo salvo por pelicula extranjera. Que gane el coñazo de Ida en fin, pero que no hubieran nominado Fuerza Mayor, Mommy, Dos dias una noche, Winter Sleep... y en su lugar haya cosas como Timbuktu o Tangerines (o Ida) pues en fin.

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  3. Bueno gracias a vuestra ayuda ya que que ir torrenteando y en que orden...Es decir probablemente el francotirador primero, (me mimetizo bastante con el americano medio y su sentido patriótico y de país de superheroes :D) y luego la teoria del todo, y luego.... soldado de invierno :D

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