Primeras impresiones sobre Sherlock

Últimamente voy un poco retrasado con la revisión de las nuevas series que están llegando a la televisión esta temporada (los mismo que pasa con mis críticas cinematográficas). De entrada Sherlock debería encuadrarse en la anterior, pero dado que aún no ha llegado a estas tierras (por lo menos no tengo constancia de ello) creo que es conveniente verter mi opinión en un artículo para avisar a navegantes.

En la nueva centuria, con la liberación de los derechos del inmortal Sherlock Holmes creado por Arthur Conan Doyle, cabría esperar un aluvión de adaptaciones que tratasen de exprimir al máximo uno de los personajes más carismáticos de la literatura británica. Por contra éstas han sido pocas y malas.

Las únicas que cabrían destacar serían: la extraña "Sherlock Holmes y el caso de la media de seda" (2004) con Rupert Everett como protagonista, la hollywoodiense "Sherlock Holmes" (2009) de Guy Ritchie y la fantasiosa "Sherlock Holmes" (2010) de Rachel Goldenberg (en la cual Sherlock y Watson se enfrentan a monstruos gigantes. Todavía no estoy lo suficientemente aburrido para verla).

¡Vamos! Un verdadero páramo audiovisual (en lo literario tres cuartos de los mismo), que era suplido por la genial interpretación de Hugh Laurie en House. El único oasis donde se podían refugiar los aficionados al detective más famoso de todos los tiempos. Ahora bien, según han ido avanzando las temporadas el personaje ha tomado otros derroteros más interesados en la relación entre Gregory House y Lisa Cuddy que en la mente analítica de éste (hecho confirmado en el inicio de la séptima temporada).

Ante esta situación de desamparo y con las manos libres en cuanto a la cuestión de derechos, la BBC (la televisión pública más importante del mundo) decidió rescatar y actualizar a Sherlock Holmes para la nueva centuria. Cabían dos posibilidades: la busqueda de guionistas que fuesen capaces de crear nuevos casos pero manteniéndose en la época del original, o transportar al personaje al siglo XXI.

Dado que en la retina de los ingleses aún se haya la fantástica y pormenorizada adaptación hecha por los estudios Granada para ITV, Las aventuras de Sherlock Holmes (emitida entre 1984 y 1994), con un excepcional Jeremy Brett, se tomó la segunda.

Y es en esta génesis donde radica el problema de Sherlock, corta en calidad como su nombre. A la hora de actualizar el personaje tomaron como referencia el otro éxito de reciclado de la cadena, Doctor Who (una de mis favoritas), contratando a los creadores de esta nueva versión, Mark Gatiss y Steven Moffat, que convirtieron a nuestro detective en una especie de esquizofrénico que se pasa la mitad de los capítulos corriendo a todo trapo por Londres y la otra mitad echado en el sillón de casa. Además es ridículamente adicto a los parches de nicotina y experto en las nuevas tecnologías.

En cuanto a Watson (por cierto, interpretado por Martin Freeman, el único actor de cierto caché de la función), que decir, lo han convertido en un blogger de éxito instantáneo, nada que ver con el tortuoso camino que hemos seguido los demás. Mycroft, el hermanísimo, ha pasado de ser un corriente funcionario del gobierno a convertirse en un oscuro agente secreto al servicio de la reina. De lo de Moriarty mejor si no hablo, da vergüenza ajena, en tu mano queda descubrirlo.

Te dejo con algunas escenas del primer capítulo para que captes la nueva estética que destila esta adaptación:

Obviamente no puedo hablar del resto de la serie ya que su salsa está en los tres casos que presenta, nuevos en su concepción, y supongo que alguno de los lectores de esto blog le dará una oportunidad (no tengo en tal alta estima mi opinión como para creer que puedo influir en el proceder de alguien). Así que sin más preámbulos vamos con lo mejor:

• La utilización de efectos especiales al más puro estilo CSI Las Vegas (ya van creando escuela) combinados con los subtítulos de la escena del apartamento de "El club de la lucha" (1999).
• El planteamiento de casos originales, que nada tienen que ver con los casos ya conocidos.
• La interpretación sobria que hace Martin Freeman del Doctor Watson (aunque está desdibujada por la sobreactuación de Benedict Cumberbatch, a la postre el nuevo Sherlock Holmes).
• La intro u opening, nunca sé cual de los dos es el más correcto. Te la dejo debajo:

Y lo peor, que hay mucho:

• El plantearlo como miniserie. Se hace pesado que cada capítulo dure 90 minutos (sin anuncios). Se trata de un defecto que parece importado de La Meca de las series agónicas, España.
• El propio Sherlock Holmes (Benedict Cumberbatch) que parece un joven Doctor Who (acaso está enfadado porque no le ofreciesen el papel) impregnado de la mente analítica de un robot. En algún momento esperaba que utilizase una cabina de policía para trasladarse de un lugar de a otro.
• Las pistas de los casos son demasiado oscuras hasta para la gente que se dedica a analizar el caso fotograma a fotograma. Peca de los mismos defectos que el cine que viene del otro lado del charco, lo importante es asombrar sin dar posibilidad ninguna al análisis.
• El último capítulo, con todas las posibilidades que tenía, se convierte en una especie de yincana imposible que termina aburriendo irremisiblemente.
• La innecesaria aparición de Moriarty, bastaba con dejarla como una mera presencia que manejaba los hilos de los bajos fondos (por lo menos en esta temporada de presentación).

En resumen, una serie que desbarra por todas partes, pero dadas las audiencias que obtuvo en el Reino Unido: 28,5% de share para "A Study in Pink", 25,5% para "The Blind Banker" y un increíble 31,3% para "The Great Game", el capítulo final; cabe suponer que una segunda temporada caerá durante el verano del 2011. Sólo espero que alguien en la BBC reconduzca la situación y no caiga en la mentira de los audímetros (no existe una equivalencia real entre share y calidad, como bien sabemos en estas tierras).

Por cierto, una pequeña pulla para los guionistas: "con semejantes presupuesto, ¿cómo se pueden comparar cataratas de Reichembach (Suiza) con una triste piscina? ¿En qué estaban pensando?"