La nueva generación

Hoy es el único día que entro en el instituto a primera hora (a las 9 A.M., maravillas de trabajar en Ávila). Tenía clase de Tecnología con un segundo de la ESO y había estado preparando la clase la noche anterior. Mientras caminaba por el pasillo, iba pensando en lo difícil que es explicar el concepto de la electricidad a estos niveles (algo de lo que me quejo habitualmente). Pero cuando entré en clase quedé estupefacto: sólo estaban 7 alumnos (deberían haber 28) que se encontraban absortos en una partida de tute (cuatro jugando y tres mirando).

La razón de lo que había pasado era que once alumnos habían ido de excursión al Xanadú de Madrid para aprender a esquiar (me contaréis como se puede aprender ese terrible arte en un solo día). Ahora bien, os preguntaréis dónde estaban el resto, la respuesta es sencilla: durmiendo en su casita. Parte de la culpa es mía, en cuanto no me molesté en mirar el tablón de excursiones, pero en ese mismo instante a mi compañero de departamento le pasó lo mismo con un tercero de la ESO (distinta excursión, aunque parezca extraño, ya que en su grupo faltaban los alumnos de Religión que habían ido de excursión a "Charrilandia City").

Y, como no, ambos tuvimos la misma idea: llevarlos al aula de Informática para que pasasen el rato, dado que no podíamos darles clase en esas condiciones. Dos cosas aprendí de esta hora que podría considerarse inútil a priori: un chico rumano estaba jugando a un juego en línea, al cual estaban conectados unas 70 personas en España y cerca de 2000 en Rumanía (cada uno que saque sus propias conclusiones sabiendo que sólo existe una hora de diferencia); y que el espíritu de mi generación sigue vivo.

Todos nosotros pensamos que los chicos de 15 años sólo se preocupan de lo que está pasando en "Fama" o en "Operación truño". Pero que imagen más bella pude observar: tres chicas y un chico se sentaron en el suelo pasando del ordenador y montaron una partida de Mus, utilizando como piedras sus lápices y bolígrafos. Por cierto, no eran los alumnos que habían montado la de tute antes, es decir que entre 15 alumnos sumaban dos barajas.

Por lo tanto la nueva generación ha ganado un punto a su favor, por primera vez en este blog.

Sólo me queda decir:

"Estamos en el año 2008 después de Jesucristo. Toda la Hispania está ocupada por las televisiones... ¿Toda? ¡No! Una aldea poblada por irreductibles abulenses resiste, todavía y como siempre, al invasor. Y la vida no es fácil para las guarniciones de los medios de comunicación en los reducidos campamentos de Segovia, Zamora, Puzela y Charrilandia City"