Normas imprescindibles para sobrevivir a la Era de la Información

A lo largo de esta semana he tenido varias conversaciones sobre una cuestión peculiar, mientras España se va informatizando a pasos agigantados su población no lo hace en la misma proporción. Legiones de incautos usuarios, incluidos los que yo me encuentro formando en este momento, sufren en sus propias carnes las consecuencias de sus pocos conocimientos de los entresijos del mundo de la informática. Más allá del navegador o un servicio de mensajería instantánea (el Messenger para los profanos) se extiende un ignoto y extenso territorio donde la destrucción de su equipo parece estar asegurada. Bueno eso creen ellos.

De todas formas, como si de un colofón inesperado se tratase, me encontré en la página web de RK2, Colofondrios, con este gracioso vídeo, con el que me siento completamente identificado:



La mayor parte de la población española no comprende los mensajes de servicio de su sistema operativo o trata de ejecutar más rápidamente los programas de su ordenador pulsando varias veces sobre los iconos, sorprendiéndose cuando se llena la pantalla de ventanas y se colapsa el equipo. Además esta ignorancia está también bajo el constante ataque de graciosos que crean leyendas urbanas sobre el comportamiento de los ordenadores, contribuyendo a complicar el tema mucho más. En resumen, casi nadie en este país sabe como funciona su equipo, como arreglarlo cuando sufre un pequeño percance o como mantenerlo en perfectas condiciones. Por contra, de su coche sabe casi todo, pudiendo hasta realizar comparativas entre modelos de distintas marcas.

En este desierto donde campa la despreocupación a sus anchas existen unas pequeñas gacelas, inquietas ellas, que parecen atesorar una serie de conocimientos arcanos sobre el funcionamiento interno de los ordenadores (eso es lo cree la gente de a pie). Son gente que tuvo la iniciativa propia de embarcarse en la aventura de la adaptación continua, de aprender nuevos conceptos o atajos casi a diario, de leer párrafos técnicos llenos de siglas procedentes del inglés, etc. Pues al igual que las gacelas, estos son sistemáticamente masacradas por los depredadores de la sabana. Estos tiernos y tímidos herbívoros son perseguidos sin piedad por las legiones de usuarios que están creando la nueva Era de la Información. Ya nadie trata de enfrentarse con valentía a un problema informático o busca por Internet la solución, sino que presto coge su móvil de última generación pulsa sobre el número marcado bajo el epígrafe "experto" para realizar una consulta rápida.

¿Dónde está el problema? En que el número de expertos no crece a la misma velocidad que el número de usuarios, con lo que la consulta puntual semanal pasa a convertirse en una especie de servicio técnico abierto las 24 horas del día.

Bueno, al igual que las míticas normas de la película "Gremlins" (1984), que creo que son bastante sencillas de comprender y obedecer:

• El mogwai no soporta las luces brillantes y no debe recibir luz del Sol, que lo mataría.
• Nunca debe mojarse al mogwai.
• Nunca se debe alimentar al mogwai después de la media noche.

A todo aquel no entienda nada de informática o que tenga la mala costumbre de seguir con algo que falla hasta que estalla, le impongo las siguientes normas:

• Del experto no se puede abusar o consultar en demasía, ya que su uso continuado lo puede llevar a la esquizofrenia.
• Nunca se debe alardear sobre vagos conocimientos informáticos delante de un supuesto experto, podrías ahuyentarlo para siempre.
• Nunca llames al experto después de las nueve de la noche, aunque te parezca extraño, también tiene derecho a tener una vida propia.

En cuanto a aquellos que se consideren expertos, un simple consejo: "Nunca demuestres ningún conocimiento informático fuera de tu círculo cercano, ya que con ello probablemente lo único que harás es engrosar tu lista de clientes gratuitos".

Espero que estas disquisiciones no hayan molestado a ningún amigo mío, no he tenido ningún problema en ayudarles en todo lo que he podido, "pero está claro, visto el percal que está por llegar, hacia donde vamos. Un lugar y un tiempo donde saber formatear un disco duro será más valorado que realizar una increíble receta de cocina, realizar un proeza deportiva o doctorarse en una licenciatura".