Retroceso puntual

Esta mañana, como suelo hacer a principios de mes, llamé al servicio de citas de Sacyl para concertar una con mi médico de cabecera (por desgracia los medicamentos se acaban y las recetas sólo sirven para una vez), y para mi sorpresa en vez de encontrarme la habitual voz mecanizada del sistema de citación lo que sonó por mi teléfono fue el tono de comunicando.

A lo largo de una hora intenté contactar con el número en cuestión. Unas veces se repetía el mismo tono, otras veces simplemente me daba la señal de llamada pero nadie lo cogía. Al fin fui atendido por una persona real, que en menos de 15 segundos me asignó una cita con sólo darle el nombre.

Sólo se me ocurren tres razones para que ocurriese esto:

• El sistema se había averiado.
• El sistema no estaba preparado para asignar citaciones en una semana de fiestas y simplemente lo desconectaron.
• El sistema no estaba preparado para asumir el cambio de médico, ya que el mío está de vacaciones.

Cualquiera de los tres es bastante peregrina, aunque me ahorré la chorrada de ir diciendo números a lo tonto (1 para sí, 2 para no, etc) y conseguir mi cita mediante mi fecha de nacimiento. Además me hace mucha gracia eso que dice para confirmar tu identidad: "Usted es Jesús Rodríguez Ferreras, diga 1 para confirmar".

En resumen, el precio de una atención personalizada fue una espera de una hora aunque la propia acción se redujo a algo ínfimo. "Está claro que el reconocimiento de voz todavía le queda mucho que recorrer".