Según va aumentando la potencia las supercomputadoras, también lo va haciendo el atrevimiento de los científicos a su cargo, planteando preguntas cada vez más peregrinas y generando trabajo donde no lo hay (¿una forma de escapar a los recientes recortes presupuestarios?).
Pues mira, hoy me he enterado vía Engadget, que unos investigadores de las universidades británicas de Sheffield y Warwick habían encontrado respuesta a una de las preguntas más peliagudas de la historia de la humanidad, con la que se han llenado de filosofía barata millones de folios: ¿Qué fue primero, el huevo o la gallina?
El resultado fue la gallina, inesperado para todos los seguidores del huevo, entre los que yo me encontraba.
La explicación se encuentra en que para la formación del huevo es necesario disponer de una proteína específica que controla el proceso, la cual se encuentra presente en el ovario de la gallina, es decir que sin gallina no es posible tener un huevo. Ésta la respuesta traducida al cristiano.
Ya que la respuesta técnica tiene que ver con la proteína ovocleidina-17 (OC-17) que desempeña un papel importante en la formación de la cáscara de huevo, regulando la transformación del carbonato de calcio (CaCO3) en cristales de calcita. Para alcanzar la respuesta a la famosa pregunta tuvieron que generar una simulación que permitió comprobar que era indispensable la presencia de la proteína en cuestión para la formación del huevo.
Pues obviamente todo este sarao me ha recordado uno de los mejores relatos cortos de Isaac Asimov, el titulado "La última pregunta", que en un arrebato veraniego te lo ofrezco completo en PDF en el siguiente enlace (créeme, merece la pena leerlo sino la has hecho nunca).
En fin, otro día en el reino de la estupidez, "pero creo que era mucho más interesante hablar de este gran descubrimiento que del berrinche de Rajoy, que se negó a ir la Congreso a oír a Zapatero cuando supuestamente es para lo que le pagamos el sueldo, que sale de nuestros impuestos".
El resultado fue la gallina, inesperado para todos los seguidores del huevo, entre los que yo me encontraba.
La explicación se encuentra en que para la formación del huevo es necesario disponer de una proteína específica que controla el proceso, la cual se encuentra presente en el ovario de la gallina, es decir que sin gallina no es posible tener un huevo. Ésta la respuesta traducida al cristiano.
Ya que la respuesta técnica tiene que ver con la proteína ovocleidina-17 (OC-17) que desempeña un papel importante en la formación de la cáscara de huevo, regulando la transformación del carbonato de calcio (CaCO3) en cristales de calcita. Para alcanzar la respuesta a la famosa pregunta tuvieron que generar una simulación que permitió comprobar que era indispensable la presencia de la proteína en cuestión para la formación del huevo.
Pues obviamente todo este sarao me ha recordado uno de los mejores relatos cortos de Isaac Asimov, el titulado "La última pregunta", que en un arrebato veraniego te lo ofrezco completo en PDF en el siguiente enlace (créeme, merece la pena leerlo sino la has hecho nunca).
En fin, otro día en el reino de la estupidez, "pero creo que era mucho más interesante hablar de este gran descubrimiento que del berrinche de Rajoy, que se negó a ir la Congreso a oír a Zapatero cuando supuestamente es para lo que le pagamos el sueldo, que sale de nuestros impuestos".
Esta noche podré dormir más tranquilo sabiendo esto. Gracias Chuchi.
ResponderEliminarY por cierto lo de Rajoy lamentable, como todo lo que hace.
ResponderEliminarViendo ésto sólo espero una utopía y que las próximas elecciones no gane ni el PP ni el PSOE...
Chuchi for President
ResponderEliminar