Extraña etapa ciclista

Pocos aficionados quedamos al ciclismo, y de los de sillón-ball menos aún. Yo soy uno de esos irreductibles. Hoy tenía marcada en el calendario una extraña etapa del Tour de Francia (ese que han ganado los ciclistas españoles en las últimas cuatro ediciones aunque a nadie parece importarle mucho). Se trataba de una etapa de montaña alpina después de un día de descanso. Cosa extraña donde las haya.

Y como no podía ser de otra manera, unido al despropósito de la ubicación temporal nos encontramos con una etapa de perfil inexplicable, con llegada en llano pero con un tremendo Col de la Madeleine a treinta kilómetros de la meta. Todo parecía indicar que la etapa terminaría con una pequeña escapada seguida del pelotón a unos cuantos minutos sin despeinarse (o eso decían los supuestos especialistas por la radio).

Pero la contradicción de la etapa también parece que afecto a los ciclistas dando lugar a una hermosa batalla entre los gallos de este Tour (algo que va contra lo acostumbrado, su enfrentamiento debería llegar en la última semana), Schleck y Contador, que fueron eliminando sistemáticamente a todos sus enemigos en la general. Todo aderezado con una desastrosa dirección de los equipos, donde los supuestos escuderos de cada líder se encontraban en el lugar equivocado y sin fuerzas.

De todas formas el gran damnificado de esta curiosa etapa fue el australiano Cadel Evans, que recibió la gran minutada, a causa de una fisura de codo (el ciclismo castiga siempre a los lesionados, no es un deporte de segundas oportunidades), y que lloró desconsoladamente al llegar a la meta.

Lo más gracioso de todo es que los escapados se vigilaron de tal forma que dejaron llegar por detrás a los gallos (algo inaudito dada la ventaja que llevaban), pero aunque parezca increíble eso tampoco afecto al resultado de la etapa, con victoria de un francés que iba en la escapada inicial, Sandy Casar. "Lo único a lo que pueden aspirar los organizadores del Tour, ya que aunque les pese, ya huele a quinta victoria española consecutiva, por muchas etapas extrañas que se inventen, como la de hoy".