Y se abrió la veda

Y al fin se abrió la veda para conseguir adquirir los derechos de imagen de las estrellas más famosas de la historia del cine. Hoy le ha tocado el turno a la codiciada Marilyn Monroe, la cual ha sido valorada en 50 millones de dólares como si de un cuadro se tratase.

Aunque en primera instancia el nuevo propietario, el empresario canadiense Jamie Salter, habla de lanzar una línea de ropa y perfume con la imagen de la rubia de platino (y un improbable reality show), a nadie se le escapa que el fin último de semejante desembolso es poder ofrecer la imagen de ésta a los grandes estudios para que la hagan renacer digitalmente como protagonista de una película.

La verdad es que esta posibilidad es algo que anda circulando entre los productores de Hollywood desde los primeros escarceos con el tema en "Forrest Gump" (1994). De entrada hay un rumor que aparece cíclicamente que dice que George Lucas dirigirá el primer film con estrellas cinematográficas fallecidas cuando las técnicas infográficas estén lo suficientemente pulidas para dar el pego.

Ya sé que todo esto suena a ciencia ficción, pero estamos entrando en una década prodigiosa donde la tecnología y la magia empezarán a confundirse. De todas formas algo tengo claro, "no esperes que las películas que pergeñen en Hollywood constituyan el retorno a la época dorada del cine, lo más probable es que te encuentres con suplicios como "Casablanca 2. Más allá del amor" (2015)".