jueves, 17 de febrero de 2011

Primeras impresiones sobre El barco

En muchas ocasiones se me ha criticado que no veo series españolas. Bueno, esta sequía ya ha acabado, el otro día, ya sea por influencia de mis alumnos que me acosaban a preguntas científicas o por las indirectas de Fredy, he decidido dar una oportunidad a la primera serie de ciencia ficción seria patria, El Barco.


Vaya por delante que como suponía me ha costado adaptarme bastante al formato, me sigue pareciendo inconcebible que en esta país la duración media de un capítulo sea 70 minutos (no me quiero ni imaginar como tiene que ser verla con anuncios, se tiene que convertir en un verdadero suplicio). En el fondo, por mucho que se diga, los españoles parecen ser adictos a telefilmes de historia continuada más que a los habituales seriales norteamericanos de capítulos autocontenidos. Es algo así como ver una película y sus sucesivas continuaciones semana a semana.

¿Qué me ha parecido El barco? Pues la verdad es que no me ha desagradado demasiado, esperaba que fuese mucho peor. De entrada, y espero que nadie se rasgue las vestiduras, está bastante por encima de las últimas propuestas procedentes del otro lado del charco que ya han sido canceladas, Stargate Universe o Caprica, o que están a punto de serlo, The Event o V. Peca de la inocencia propia de una serie que se mueve en un género completamente extraño tanto para los actores como los guionistas de este país (en algunas ocasiones se ve a los actores poner caras extrañas cuando tienen que soltar alguna frasecita de tecnobable, tan extraña en el ecosistema audiovisual patrio).

En cuanto al argumento, la verdad es que es de traca de feria, propio de un crío de cinco años. Básicamente consiste en que gracias a un plan secreto del CSIC un buque escuela se salva de la destrucción mundial provocada por un agujero negro que surge en el momento del encendido de un acelerador de partículas en Ginebra (se supone que se trata del LHC, aunque en ningún momento se llega a mencionar). Este pequeño agujero negro tiene un apetito tan específico, que simplemente provoca la desaparición de los continentes, convirtiendo a la Tierra en un planeta acuático.

Ahora bien, vistos los primeros cinco capítulos, lo que en primera instancia parecía un cruce bastardo entre la fustigada "Waterworld" (1995), Física y Química, El internado y Perdidos, referentes claros del primer capítulo, ha pasado ha transformarse en una especie de versión acuática más cercana a la franquicia de Star Trek que a Viaje al fondo del mar (que tuvo bastante más repercusión por estas tierras, sino preguntad a vuestros padres y abuelos). Es algo así como lo que cabría esperar de la serie nonata continuación de la horrible "2012" (2009), pero sin un continente que repoblar a la vista. La analogía más cercana sería Voyager, o sea una tripulación inexperta con una misión imposible.

Además parece que los guionistas por el momento lo tienen bastante claro, ya que los obstáculos que se han planteado a lo largo de estos capítulos son muy parecidos a los que nos podríamos encontrar, obviamente adaptados, en una serie ambientada en una nave espacial abandonada a su suerte: aparato extraño con cuenta atrás, rescate de la caja negra de otra nave (en este caso un Boing 747), monstruos marinos, resoluciones in extremis, etc.

En cuanto a los personajes, tres cuartos de lo mismo: un capitán justo, un segundo chusquero, una cocinera que funciona como lubricante de la tripulación, un retrasado inteligente, el hijo rebelde e incomprendido, la científica sexy, el malo, la niña que da un contrapunto a la tensión existente en la tripulación, un grupo de marineros cuyo apellido no conocemos y que pueden ser eliminados sin problemas por exigencias del guión, y otro grupo de adolescentes hiperhormonados con ganas de dar la lata al estar inmersos en una misión por la cual no habían firmado. Vamos que si obviamos la inclusión del cura, único personaje claramente de procedencia patria, nos encontramos con la tripulación típica de una spinoff de la saga de Star Trek.


Por último, un elemento cuando menos curioso y que no puedo contrastar al no seguir ninguna otra serie española. En las series de ciencia ficción que devoro todos los días habitualmente se reparte la trama del capítulo en dos o tres subtramas, lo suficiente para llenar 40 minutos. En El barco, en vez de alargar éstas, lo que ha optado por crear más, encontrándote normalmente hasta cuatro o cinco subtramas.

En resumen, para mi El barco es una especie de Voyager ambientado en el mar al cual se le añadido unas pinceladas de sexo juvenil, muy alejado de la nueva ola que provocó Battlestar Galactica en el género y que está fracasando irremediablemente (salvo que Outcasts se consolide, pero eso es tema para otro día).

Ahora, como siempre, vamos con lo mejor:

  • Qué los responsables del fin del mundo hablen en francés (mola ver un serie española con subtítulos), que aunque plausible demuestra que todavía las rencillas históricas siguen ahí.
  • La inocencia de las situaciones planteadas y que se tomen sin ningún rubor elementos de otras series y películas, muy en la línea de Stargate. Ya ha tenido algunos momentos extraídos de "Abyss" (1989), "Tiburón" (1975) y "Los pájaros" (1963).
  • Las introducciones en voz en off de Patricia, que conviertan la odisea del Estrella Polar en una especie de cuento de hadas. Ya sé que es un recurso manido pero sigue funcionando.
  • El personaje de Burbuja, entrañable donde los haya.
  • Las situaciones imposibles, como la de la gente cepillándose tranquilamente los dientes bajo el ataque de 40000 voraces pájaros.
  • Qué se hayan visto escenas de tortura.

Y lo peor:

  • Los efectos especiales, la tormenta que acaba con el fin del mundo arrancará más de una sonrisa a los aficionados al género.
  • La inclusión de un cura, que da una vertiente católica un poco fuera de lugar, aunque habrá que ver como deriva el tema.
  • Qué el malo se encuentre sólo, ¿para cuándo algún acólito?

Por último te dejo un vídeo de la serie para que te hagas una idea de lo que te puedes encontrar en ella (es importante que lo veas hasta el final y perdón por la publicidad):



En fin, una serie que parece que se ha hecho con el corazón de los españoles ya que promedia un 20% de share, una barbaridad en los tiempos de la TDT, y que ya se ha asegurado una segunda temporada completa (ventajas de tener que rodar en un barco). "Además me atrevería a decir que se ha convertido en un refugio para aquellos que nos gusta la ciencia ficción ambientada en espacios cerrados".

7 comentarios:

  1. Cuaderno de Bitácora.
    Viernes 18 de Febrero de 2011. 6:28 de la mañana.

    Definitivamente, hoy se ha acabado el mundo.
    Hoy un licenciado en Física ha escrito:

    "destrucción mundial provocada por un agujero negro que surge en el momento del encendido de un acelerador de partículas en Ginebra [... con] un apetito tan específico, que simplemente provoca la desaparición de los continentes"

    y:

    "No me ha desagradado demasiado"

    en el mismo artículo.

    Ya he visto todo lo que tenía que ver. Ahora sólo me quedan dos alternativas: o suicidarme ó irme a Burkina-Faso (en barco, por supuesto).

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  2. Si tuviese que descartar todas las series de ciencia ficción por las burradas que plantean en sus argumentos desde el punto de vista de la Física, no podría ver ninguna.

    Te recuerdo que a ti te gusto una película cuyo argumento se basa en las aventuras de un pitufo gigante azul que lleva el pene en la cabeza y lucha por salvar unos pedruscos que flotan mágicamente en el aire, contradiciendo las leyes de Newton.

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  3. pues a mi me sigue pareciendo suicidatica y coincido con radiactivo man wajajaja

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  4. 1) Correcto. La idea implícita en mi mensaje es que no deberías ver series de ciencia ficción. No recuerdo haberte dado permiso (no olvides que te pago el sueldo, y eso debería otorgarme ciertos privilegios sobre tu vida).

    2) Inexacto. No recuerdo haber dicho que me gustase la peli, sólo alabé su espectacularidad visual.

    3) No tengo claro que aquello fuera un pene, toda vez que las féminas también lo tenían. Y si lo fuera, sólo por el espectáculo porno, gay, zoofílico y fetichista, ya sería suficiente para recomendar la peli.

    4) Ese tal Newton era un marica.

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  5. Señores Señores...
    Voy a romper una lanza por el señor Jesús!!

    Deben ustedes acudir a la ficción con lo que Tolkien denominaba "Suspensión de la incredulidad" si quieren pasar un rato divertido mas allá de técnicas amatorias unipersonales.

    Vamos acercarse al tema como unos niños, sin prejuicios y con el único afán de disfrutar.

    A lo mejor me animo al Barco...

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  6. Yo tambien voy a hablar bien de Jesus.

    Ya sabemos que su gusto ha ido cambiando, primero pelis normales, luego pelis clasicas, continuó con series de cincia ficción, ahora series españolas, luego vendran los culebrones venezolanos hasta que termine su evolución
    participando en "La Noria"

    Y si alguie habla mal de el correrán rios y rios de orina por las alcantarillas

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  7. Que buena serie el barco... Por cierto, ¿de qué va?

    Tras tu magnífica incursión en las series patrias te recomiendo que sigas con Hospital central, Física y Química y los protegidos. Y puedes acabar con algún clásico como los Serrano, Médico de familia o Compañeros que creo que los reponen en alguna cadena filial de esas...

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