Bueno, creo que ha llegado el momento después de dos días leyendo y releyendo medios de comunicación de medio mundo de realizar el primer epílogo de la Era Rajoy (supongo que habrá otros pero éste es necesario). Para ello me voy a retrotraer al famoso fin de semana del 11-M en el ya lejano 2004 (salvo para El Mundo que sigue lanzando casi a diario artículos sobre la conspiración detrás del atentado). Fue el primer momento donde gracias a la televisión vía satélite e Internet los españoles nos dimos cuenta de que nuestros dirigentes parecían querer mentirnos sin más por unos simples cálculos electorales.
Cada uno vivió ese fin de semana de una forma distinta, ya sea conectado a la radio, a la televisión o a Internet (o tratando de llamar infructuosamente a sus seres queridos que vivían en Madrid), aunque también tuvieron lugar un montón de reuniones entre amigos donde el único tema de discusión era la autoría del atentado, ¿por qué? Porque no estaba claro. La mayoría de medios españoles seguía la línea oficial de culpar a ETA del atentado salvo los medios del grupo PRISA y La Vanguardia que abrazaban la versión que se estaba dando en el resto del planeta. Pudiera haber fines electoralistas detrás de este proceder, pero chocaba que todo el mundo estuviese equivocado y que nuestros gobernantes estuviesen en posesión de la verdad. En la reunión en la que me encontraba decidimos ver un debate que se estaba produciendo en la RAI 1 sobre el atentado en la que se encontraba nuestro embajador (o así lo recuerdo, a lo mejor sólo era un representante de nuestra embajada) y todas las dudas se disiparon, el bochorno que pasamos viendo que era tratado como si se tratase de un lunático al defender la versión oficial nos abrió los ojos (y eso que no entendíamos la mitad de las burradas que le decían). Nada más se supo de Acebes y Camps a partir de ese día, pero alguien sobrevivió contra viento y marea, nuestro Presidente actual al no encontrarse ya en el Gobierno, Mariano Rajoy, que a la tercera fue capaz de ganar la elecciones.
Volvamos al 2012. Rajoy ganó la elecciones prometiendo que salvaría a España del rescate por parte del Unión Europea y que además tenía un plan para sacarnos lo más pronto posible de la recesión en ciernes. Seis meses más tarde se presentó ante nosotros en una rueda de prensa improvisada dado el clamor popular, hecho patente vía las redes sociales, para vendernos la idea de que no era un rescate en toda regla sino que se trataba de un préstamo a los bancos a un interés por debajo del mercado, hasta se atrevió a hacer chistes sobre su viaje a Polonia para ver el partido de la selección. Y como si estuviésemos ante una reedición de los peores y últimos momentos del Gobierno de Aznar la cruda realidad informativa se impuso con los mismos actores de siempre. Mientras las cabeceras informativas afines el Gobierno se esfuerzan en vendernos los parabienes de la supuesta línea de crédito, las del grupo PRISA y La Vanguardia se aprestan a facilitarnos la versión que circula por el resto del mundo, que difiere bastante de la versión oficial. En ella se habla de rescate puro con condiciones draconianas como la subida del IVA, la eliminación de la ayuda a la compra de la vivienda, recortes en la prestación de desempleo, el retraso en la edad de jubilación y nuevos recortes en servicios sociales vía tasas o bajada de sueldo de los funcionarios, que aunque no están unidas al famoso rescate se encuentran implícitas en la llamada gobernanza económica reforzada (vete a saber tú que significa esto).
¿Con qué versión me quedo? No creo que exista una conspiración mundial judeo-masónica para acabar con España sino que de nuevo nuestro Gobierno nos considera idiotas, tratando de engañarnos de nuevo con florituras y eufemismos que no nos llevan a nada. No sé mucho de economía, pero un préstamo de 100.000 millones de euros (el 10% de nuestro PIB) al 3-4% de interés para salvar las cajas que arruinó el propio PP (suya era la gestión aunque lo nieguen por activa y pasiva) poniendo por aval nuestro propio país no me parece un buen negocio para los españoles, más teniendo en cuenta lo insidioso que es el interés compuesto y lo poco probable que nuestros bancos ganen dinero en los próximos años dado que estamos en recesión. Mi pronóstico, más paro y recortes en una salida hacia delante que pagaremos durante décadas.
En fin, visto que nuestro presidente le da más importancia a asistir a un partido de fútbol que prepararse para la debacle que se presagia para la semana que viene con el resultado electoral griego "no dudo que agotará los 1259 días que le quedan de mandato y que tendré tiempo para escribir muchos más artículos como éste".
Que agotará la legislatura casi al límete es algo que dije hace tiempo.
ResponderEliminarTienen trahgaderas y una mayoría absoluta para hacer lo que se le ponga en la punta del níspero.
Además por el medio está el mundial y no puede perdérselo.
Es lamentable que tras 6 meses de PP muchos echen ya de menos a Zapatero, que según todos había hundido el país, pero que con sus pobre medidas y contra el viento de PP consiguió que el barco siguiese a flote.
En fin, que seremos los de siempre los que pagaremos todo ya lo sabíamos. Lo que no entiendo es que según el capitalismo solo las empresas fuertes permanecen. Y según el neoliberalismo, ese que tanto abrazan los peperos de pro, el estado debe tener un papel casi testimonial en los mercados.
Y ahora resulta que a ciertas empresas hay que salvarlas sí o sí...
En fin, la moral de doble rasero que tanto nos gusta en este país, en que en vez de mirar por nuestro intereses solo se mira que soy del madrid (PP) o del Barça (Psoe).
+1 uno lucido compañero, mejor tu reflexion que la entrada
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