jueves, 17 de enero de 2013

El no tan discreto encanto de la persistencia robótica

El jueves pasado me llegó mi auto regalo de Navidades. Después de estar años dando la paliza a todos mis amigos con que me iba a comprar un aspirador robótico y no hacerlo nunca, al final me decidí a dar este paso trascendental en mi vida, en la que empiezo a delegar parte de las tareas domésticas en una máquina. Y la verdad es que no me arrepiento.

¿Por qué ahora? Pues por dos razones de cierto peso. La primera se basa en la claridad del suelo del piso donde ahora vivo, una tarima flotante que se ensucia con sólo mirarla (hecho bastante estresante para un servidor como puede confirmar más de un lector de este blog). Mientras que la segunda responde a que se trata de una tecnología bastante pulida después de 10 años y cuatro generaciones distintas de robots.

Así que inicié hace un mes la correspondiente investigación de las opciones que se encontraban en el mercado con la idea de comprarlo en la semana siguiente al día de Reyes, cuando las rebajas me permitían ahorrarme entre un 20 y 30% al tratar de vaciar los vendedores sus stocks navideños.

Al final me decanté por uno de los modelos de gama alta del primer fabricante que puso estos cacharros en el mercado, me estoy refiriendo a iRobot (ya me imagino una gran cantidad de chistes al respecto dado que parece que sólo compro cosas que tengan un i minúscula en el nombre, pero en esta ocasión ha sido mera coincidencia), quedándome con el más barato, el flamante Roomba 770 (que carece de lindezas como la conexión Wi-Fi y una especie de faros que suenan realmente fascinantes, pero como intuía, completamente inútiles en mi caso):


Bueno, lo primero que descubrí al desembalarlo fue un par de hechos curiosos: que todas las piezas removibles del robot en cuestión se encontraban en un amarillo chillón (hecho que me encantó) y que por desgracia cargar la batería que porta me llevaría toda la noche. Esto último hizo que la primera prueba que realicé con él se trasladase a la tarde del viernes.

Y es aquí donde las presunciones de un supuesto pontífice de la tecnología se tornaron falsas. Pensando que la zona de limpiado del robot se circunscribiría a las zonas que se encontrasen iluminadas sólo dejé la luz del salón encendida, colocando en éste algunos obstáculos inesperados en forma de zapatillas de andar por casa o cajas de cartón además de descolocar un poco los muebles impidiendo el paso a algunas zonas.

Así que de esta guisa lo encendí y me dispuse a observar como realizaba su tarea. Y para mi horror, después de titubear un poco y limpiar la zona que colindaba con su estación base, se dirigió directo a la mesa del salón en la cual se encontraban colocadas sobre el suelo cuatro sillas, enzarzándose en una especie de batalla con una de éstas cuya separación de patas le impedía avanzar en principio en la dirección que quería. Pensé en ese momento que se quedaría ahí encerrado durante toda la tarde hasta que con completo estupor comprendí lo que realmente estaba haciendo. A base de pequeños golpes empezó a limpiar la parte inferior de cada pata y después fue colocando metódicamente las sillas de tal forma que tuviese camino libre en todas las direcciones, a la vez que dejaba casi impoluta la zona que se encontraba debajo de la mesa.

Pero las sorpresas no acabaron ahí, después de trabajar concienzudamente el salón se marchó disparado hacia la oscuridad del pasillo que comunica con el resto de habitaciones. Fue algo digno de ver, aunque te puedes imaginar lo estúpido que debía parecer siguiendo a oscuras un robotito por toda la casa. Especialmente memorables fueron su enfrentamiento con el bidé, sus interminables pasadas por debajo de las camas (cuando acabó miré debajo de éstas y no podía creérmelo, nunca había visto esta parte de la casa tan limpia), como evitaba enredarse con los cordones de unas zapatillas que había dejado en el suelo de mi habitación y como cambiaba de una habitación a otra sin titubear. Al final, cuando estaba entretenido con la cocina, llenó su pequeño depósito (de mugre, como dice el manual de instrucciones) y se dirigió raudo a la estación encendiendo a la vez activó una pequeña señal con el símbolo de un cubo lleno (de un rojo que no dejaba lugar a dudas) para que le vaciase éste.

Como puedes suponer consiguió un aprobado alto en su primera prueba aunque todavía fue capaz de asombrarme en su segunda jornada de trabajo (media mañana, diferentes condiciones de luz), ya que fue velozmente a trabajar a las zonas, por ejemplo la cocina, donde consideraba que no había limpiado suficientemente el primer día. Por lo tanto después de dejarle descansar el domingo me dispuse a realizar la prueba final, una de las razones por las cuales compré el cacharro en cuestión. Lo programé para que empezase a limpiar solo a las once de la mañana, cuando me encontraba en el trabajo. La única damnificada de esta prueba fue una zapatilla de andar por casa que apareció debajo de la cama, lo mismo que le puede pasar a cualquiera que tiene una mascota por casa (y sin ningún arañazo, Roomba 1 - Gato 0).

Así que elevo un entusiasta aplauso a los programadores que han sido capaces de inferir semejante comportamiento a un robot que en su mayor parte está construido con piezas de plástico que parecen sacadas de un LEGO, que no es gratuito teniendo en cuenta que me peleé con un simulador de estos robots cuando esta tecnología estaba en pañales mientras realizaba los Cursos de Doctorado de Informática y Automática (que por cierto lo corrí en el ordenador de Juan Raigada (gracias de nuevo), el mío por esos tiempos no daba la talla para cosas tan peregrinas).

En fin, lo que puede extraerse de este largo relato es que no me arrepiento de haber comprado esta nueva mascota, "con pocas necesidades y muy limpia dado que los pelos los pongo yo".

16 comentarios:

  1. Quien quiere un gato teniendo un cumulo de cables

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  2. Que digo yo chuchi, si partimos de la premisa tuya "yo solo cambio la tecnologia cuando se estropea" llegamos a la conclusión: ¿mataste a la chacha?

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    1. La despidió porque creyó que todas eran como las de las películas que se descarga con el Imac.
      Después cuando vino una sudamericana 60 años, econ l culo más grande que la tripa de Chuchi y más pelo en el bigote que él, decidió cambiarla por un robot de eso.
      A ver cuando le dura cuando sepa que no tiene modo vibración...

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  3. A mí me resultan adorables estas cosas, los robotitos. A no ser que intenten matarte, claro

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  4. Te preguntarás porque ahora divido lo que escribo en comentarios separados. Es que he computado los datos de los 200 y pico "frases y comentarios" y los he cruzado con los tipos de comentarios que se han hecho y existe un, ojo al dato, 65% de posibilidades de que obvies una parte jocosa si antes habia otra parte jocosa, pero si ambas partes estan separadas, es mas probable que las añadas como comentarios.

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    1. Darkel, eso es juego sucio...

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    2. A mi como me copian el nombre un montón de personajes cobardes de este blog, me da igual aparecer porque ya nadie sabe si los comentarios son míos, de Anónimo Pérez de Cuenca, o de algún otro farsante.

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  5. Quiero una docena.

    Batallas a muerte de robot y Roomba.

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    1. ¿Robots bailando la Rumba?
      No entiendo nada...

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  6. Varias cosas:

    1- Ya sabemos que ha pasado con hitler después de terminar de meterle piñas por el culo en el infierno, esta encarnado en robot de limpieza en casa de chuchi

    2- Dices "colocando en éste algunos obstáculos inesperados en forma de zapatillas de andar por casa o cajas de cartón además de descolocar un poco los muebles impidiendo el paso a algunas zonas" cualquiera que te conozca minimamente sabe que estás mintiendo como un bellaco, que eso no lo has colocado, que ya estaba ahí, y que lleva desde noviembre, la caja es una caja de pizza o alguna comida precocinada de single

    3- Ojito, que estos bichos no tienen implantadas las 3 leyes de la robotica

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    1. Si mañana no hay blog ya sabréis porqué...
      ¿Por que el irobot haya asesinado a Chuchi?
      Que va hombres de dios,... porque no habrá tenido ganas de hacer un refrito de entrada con vídeos de Youtube y dejarla programada.

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  7. Deberias prohibir que se pudieran poner anonimos, chuchi. Esto esta pasando de castaño oscuro

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  8. Hacking Your iRobot

    http://www.instructables.com/id/Hacking-Your-iRobot/


    -Impresora
    -Telepresencia
    -Brazo robótico
    -Robot mayordomo
    -Optimizador wifi
    -Cartografía y Navegación adaptativa
    -etc...

    La de cosas que haría con un chisme de esos. ¿Barrer? ...para eso está la escoba.

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    1. Luego no te sorprenda que se rebelan y nos matan a todos... Que barbaridades #FREEROBOTS

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    2. +1! Chuchi, dejanos el trastito una tarde, que te lo "optimizamos"

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  9. ¿Puedes usar el aparato circular ese como Segway? Te subes arriba y que te lleve a los sitios.

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