Bueno, mientras llegan a su fin las fastuosas celebraciones de mi trigésimo sexto cumpleaños vamos a dar un poco de vidilla a este blog, que parece que las vacaciones se le han hecho demasiado largas. Habitualmente el primer artículo del año estaba dedicado a la fantasiosa hoja parroquial que siempre me encontraba a mi regreso a Ávila, pero en esta ocasión sólo me esperaba en el buzón una aburrida factura de Telefónica (vaya colección de ateos hay por estas vírgenes tierras). Así que en esta ocasión seleccionaré la mejor felicitación de Navidad que he recibido.
Y como no podría ser de otra manera (aunque cierto vídeo estuvo en la pugna hasta el final) el ganador ha sido el único poeta que se deja caer por este blog, que a la postre suele ser también el que le dedica más tiempo a esta vieja costumbre. Así que me voy a apropiar del Christmas de David Ferrer y compartirlo con todos vosotros:
En fin, "ya veremos quien gana el año que viene, aunque supongo que será el que haga sonreír a su bebé o gato".
Házmelo saber si alguien consigue una sonrisa del gato (excepto Alicia, por supuesto). Eu
ResponderEliminarPor fin has vuelto.
ResponderEliminarEntre el solido rigido y los campos electromagneticos he echado de menos la nueva linea editorial del blog.
Yo quiero ver la factura de Movistar, no un poema.
ResponderEliminarYo quiero ver la nómina de Chuchi...
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