Sorpresón mayúsculo en Moncloa. Cuando Mariano Rajoy daba por finiquitado el caso Gürtel y se felicitaba por las previsiones del FMI que parecen afianzar la tan socorrida recuperación económica se encontró con que a la tercera vez, que suele ser a la vencida, la acusación popular consiguió que tenga que declarar como testigo. Algo que haga lo que haga: mentir, que en teoría no puede hacerlo, o decir la verdad, más peligroso aún ya que puede acabar imputado, puede acabar con su carrera política. Basta con ver que hasta los medios de ultraderecha de España ya van a degüello por él:
En fin, "lo peor de todo es que tendrá que declarar personalmente, ya sea asistiendo a la Audiencia Nacional o mediante videoconferencia, dígase, mediante el socorrido plasma. Así que puede que no se alarguen tanto como se preveía estos 5 años y 149 días de la Era Rajoy. Aunque al menos ganó el Real Madrid de sus amores".
Pues en otras noticias, esta semana yo vivo en casa de mi jefe, que le tengo que cuidar al gato unos dias
ResponderEliminarCabrones, que me dejen a Rajoy tranquilo hasta que reconquistemos Gibraltar.
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