Aunque la intención de los que programaron hoy la emisión de "Thelma & Louise" (1991) era realizar un alegato contra la violencia de género (pues como película navideña, por muy buena que sea, que lo es, no funciona muy bien) me quedo con el simbolismo del final con respecto al Brexit que está a punto de acontecer. Y es que aunque los promotores del Brexit piensan que su osada apuesta acabará como lo hace oficialmente el film, o sea, mal pero bellamente mal:
La realidad del Brexit se acercará más a esta horrible cacofonía que nunca tuvimos que conocer (y no te confundas con el falso final feliz que se intuye en el último plano):
En fin, "asignar papeles te lo dejo a ti mismo".
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