Antes de empezar a comentar esta obra maestra te voy a comentar una anécdota graciosa que nos ha pasado en esta sesión en particular. Normalmente, un par de días antes de la proyección, suelo comprobar la calidad de la copia que poseo del film. En este caso me encontré con que la tenía en versión original subtitulada. Cuando planteé tal vicisitud al resto de los espectadores, las caras largas me indicaron que no se sentían capaces de enfrentarse a una película de 160 minutos en japonés. Por lo tanto me lancé a la búsqueda de una copia doblada, que encontré en la siempre bien abastecida Biblioteca Pública de Ávila. Pensándolo un poco, creo que es la primera vez que la veo doblada, ¡qué cosas!
Ran (1985)
Director: Akira Kurosawa
Guión: Akira Kurosawa, Hideo Oguni y Masato Ide (Obra de teatro: William Shakespeare)
Música: Toru Takemitsu
Fotografía: Takao Saito y Masaharu Ueda
Reparto: Tatsuya Nakadai, Akira Terau, Jinpachi Nezu, Mieko Harada, Yoshiko Miyazaki, Daisuke Ryu
Sinopsis: En el Japón del siglo XVI, y tras muchos años de guerra, un señor feudal decide repartir sus tierras entre sus tres hijos. Pero el hijo menor no contento con lo que corresponde en el reparto se exilia, con lo que comienza una tragedia familiar de consecuencias impredecibles.
Bueno, parece que los sufridos espectadores de esta película han superado con creces la prueba. En principio les ha gustado, con lo que yo he respirado aliviado. Vamos con la crítica.
El director de esta obra maestra es Akira Kurosawa (1910-1998), que se le podría considerar uno de los mejores directores japoneses de la historia del cine. Dirigió varias películas de renombre: "Rashomon" (1950), "Los siete samuráis" (1954), "Dersu Uzala" (1975) y "Kagemusha: la sombra del guerrero" (1980); que están muy bien consideradas por la crítica occidental dado que se trata de un director que sabía adaptar con soltura registros de géneros tan occidentales como el western, la tragicomedia y el épico.
La película a la hoy nos enfrentamos es una adaptación del "El rey Lear" de William Shakespeare. En ésta mantiene con bastante éxito el tono teatral de las interpretaciones teniendo en cuenta que fue rodada en su mayor parte en exteriores. Obviamente la aportación cultural japonesa se encuentra sobre todo en la fotografía de la película, con colores bastante definidos que permiten ver las intenciones de cada uno de los personajes. Además este hecho le da una plasticidad visual que hasta ese momento no se había buscado en una adaptación de un texto de Shakespeare.
La historia ya es conocida por casi todo el mundo, un rey en un momento de debilidad toma la decisión de repartir su territorio equitativamente entre sus tres hijos. Como no podía pasar de otra forma en una obra de Shakespeare, unos días después comienzan las luchas intestinas por el poder entre los tres hijos acabando en un baño de sangre, que no deja títere con cabeza.
Lo mejor:
Director: Akira Kurosawa
Guión: Akira Kurosawa, Hideo Oguni y Masato Ide (Obra de teatro: William Shakespeare)
Música: Toru Takemitsu
Fotografía: Takao Saito y Masaharu Ueda
Reparto: Tatsuya Nakadai, Akira Terau, Jinpachi Nezu, Mieko Harada, Yoshiko Miyazaki, Daisuke Ryu
Sinopsis: En el Japón del siglo XVI, y tras muchos años de guerra, un señor feudal decide repartir sus tierras entre sus tres hijos. Pero el hijo menor no contento con lo que corresponde en el reparto se exilia, con lo que comienza una tragedia familiar de consecuencias impredecibles.
Bueno, parece que los sufridos espectadores de esta película han superado con creces la prueba. En principio les ha gustado, con lo que yo he respirado aliviado. Vamos con la crítica.
El director de esta obra maestra es Akira Kurosawa (1910-1998), que se le podría considerar uno de los mejores directores japoneses de la historia del cine. Dirigió varias películas de renombre: "Rashomon" (1950), "Los siete samuráis" (1954), "Dersu Uzala" (1975) y "Kagemusha: la sombra del guerrero" (1980); que están muy bien consideradas por la crítica occidental dado que se trata de un director que sabía adaptar con soltura registros de géneros tan occidentales como el western, la tragicomedia y el épico.
La película a la hoy nos enfrentamos es una adaptación del "El rey Lear" de William Shakespeare. En ésta mantiene con bastante éxito el tono teatral de las interpretaciones teniendo en cuenta que fue rodada en su mayor parte en exteriores. Obviamente la aportación cultural japonesa se encuentra sobre todo en la fotografía de la película, con colores bastante definidos que permiten ver las intenciones de cada uno de los personajes. Además este hecho le da una plasticidad visual que hasta ese momento no se había buscado en una adaptación de un texto de Shakespeare.
La historia ya es conocida por casi todo el mundo, un rey en un momento de debilidad toma la decisión de repartir su territorio equitativamente entre sus tres hijos. Como no podía pasar de otra forma en una obra de Shakespeare, unos días después comienzan las luchas intestinas por el poder entre los tres hijos acabando en un baño de sangre, que no deja títere con cabeza.
Lo mejor:
- El comienzo de la película con la caza del jabalí (escena a la que rinde homenaje en cierta forma Hayao Miyazaki al comienzo de su película "La princesa Mononoke" (1997)).
- La batalla en el tercer castillo, rodada con gran cantidad de medios y de gran realismo. En esta una suave melodía nos acompaña hasta que estalla el primer disparo, desde ese momento vemos la mejor batalla con arcabuces que existe en la historia del cine.
- La locura del rey mientras va palideciendo con el paso de los días hasta convertirse más en una presencia fantasmal que real.
- El papel del bufón, que es el único personaje que tiene una idea global de lo que está pasando.
- Los exteriores que compaginan verdes praderas con explanadas volcánicas.
- El final con el ciego al lado de un abismo esperando la llegada de su hermana muerta.
Por contra lo peor:
- Sobran algunos planos en la película, sobre todo del cielo, que ralentizan en exceso la acción.
- La poca verosimilitud de la huida de señor Hidetora del lado del bufón.
- El color y viscosidad de la sangre.
En cuanto a detalles y anécdotas, puedo decir que:
- La preproducción de la película duró cerca de 8 años, que fue el tiempo que tardó Akira Kurosawa en conseguir el dinero necesario para rodarla. Durante ese intervalo se dedicó a dibujar completamente la película en un storyboard, que llegó a ser expuesto en galerías de arte.
- El presupuesto de la película ascendió a 12 millones de dólares.
- Los trajes de todos los extras, cerca de 1400, están hechos todos a mano. Se tardaron dos largos años en confeccionarlos.
- Ran significa caos, que es lo que ocurre después de la extraña decisión del señor feudal.
Como no podía faltar aquí os ofrezco el trailer de la película:
En definitiva, una película imprescindible para cualquier cinéfilo que se precie. Cierro con una de las mejores frases de la película: "Todos los hombres nacen llorando y mueren cuando han llorado lo suficiente."
Creo que esta es la primera película oriental que no fuera de artes marciales que vi. Y me fascinó.
ResponderEliminarEs una película magnífica, como tu dices, tiene algunas escenas (esos planos del cielo...) que parecen interrumpir la acción, y puede parecer que se alarga demasiado la película.
Y de lo mejorcito, como va enloqueciendo el rey, y el papel del bufón.
Despues de esta película he visto alguna más de Kurosawa, un genio sin duda. Tambien me sirvió para buscar más cine oriental, descubriendo pequeñas maravillas, o tremendos bodrios...
Muy buena elección esta película, sin duda.
Se me olvidaba, un pequeño comentario, sobre los colores de las encuestas de las películas, al menos en el Firefox no se ve bien, las letras en negro sobre fondo oscuro...
ResponderEliminarY no sólo los encuentas.
ResponderEliminarEl color super blanco sobre fondo negro hace que a algunos miopes como yo se nos haga difícil la lectura y parezca que las letras se muevan.