viernes, 13 de marzo de 2009

Sesión de palomitas (22): Los juncos salvajes

Ya era hora de que abandonásemos la seguridad del cine norteamericano y los internásemos en la jungla europea. De todas formas vamos a hacer este viaje por uno de los senderos más seguros y trillados, el cine francés, que suele aportar anualmente una docena de películas de gran calado gracias a su proteccionismo cultural mal entendido. La película que hoy nos ocupa, "Los juncos salvajes" (1994), fue todo un hito en su época por el tema tratado: la homosexualidad; en una producción para todos los públicos (bueno, digamos para los indígenas de este lado del charco).

Los juncos salvajes (1994)
Título original: Les roseaux sauvages
Director: André Téchiné
Guión: André Téchiné, Gilles Taurand y Olivier Massart
Música: Varios
Fotografía: Jeanne Lapoirie
Reparto: Elodie Bouchez, Gaël Morel, Stéphane Rideau, Frédéric Gorny, Michéle Moretti, Jacques Nolot
Sinopsis: Las relaciones de un grupo de estudiantes en la Provenza francesa durante 1962 (año fundamental en la Francia moderna). Están preocupados por la guerra de independencia de Argelia y por sus estudios. En el internado o a las orillas del Garona, confrontan con pasión sus ideas y sentimientos, en un ambiente de contradicciones políticas y personales.

André Téchiné (1943) es uno de esos directores que son cinéfilos empedernidos (nosotros tenemos en nuestro país a José Luis Garci). Crítico de Cahiers du cinéma durante cuatro años (1963-1967), pertenece a esa generación de directores galos posterior a la famosa Nouvelle Vague. Sus películas se suelen basar en la caracterización de las relaciones de los personajes, dejando a parte toda clase de pirotecnia visual, y rompiendo con la estructura narrativa normal, a la que estamos acostumbrados gracias al cine norteamericano.

Sus películas más famosas son: "Las hermanas Brontë" (1979), con un trío de envergadura: Isabelle Adjani, Isabelle Huppert y Marie-France Pisier; "La cita" (1985), con una jovencísima Juliette Binoche y con la cual ganó el premio del festival de Cannes a la mejor dirección; "Mi estación preferida" (1993) con Catherine Deneuve y Daniel Auteuil; "Los juncos salvajes" (1994), que es la película que hoy comentamos; "Los ladrones" (1996), otra vez con la pareja formada por Catherine Deneuve y Daniel Auteuil; "Alice y Martin" (1998), con una excepcional Juliette Binoche y ambientada en parte en España, participación de Carmen Maura incluida; y "Los testigos" (2007), un drama sobre el VIH en los años 80.

Lo primero que quiero decir antes de comenzar la crítica de esta película es que el verdadero cinéfilo es aquel que es capaz de nutrirse, en cierta forma, de su memoria audiovisual, es decir, por lo menos para mi, es imposible durante la visión de una película nueva substraerse al poso que han dejado otras películas que has visto anteriormente. De ahí la razón de que la archifamosa "Brokeback Mountain" (2005) para mi se convirtiese en un fatuo intento de contarme algo que ya había sido superado con creces por "Los juncos salvajes" (1994). O sea, que en mi fuero interno se convirtió en un horror de película mientras que el resto de gente decía que era una obra maestra.

¿Qué tienen estos juncos salvajes para que me gusten tanto? Lo primero es que trata el tema con la mayor normalidad del mundo, situando la acción en un espacio idílico, la famosa Provenza, con sus interminables praderas verdes. Utiliza como pretexto la dura descolonización francesa, en este caso la de Argelia, pero vista a través de las experiencias de unos jóvenes estudiantes. A esto le une el descubrimiento de la sexualidad, tanto desde el punto de vista heterosexual como del homosexual, mostrándonos todo una serie de combinaciones posibles, donde el amor es lo fundamental. Los adultos son mero attrezzo, salvo el papel de Madame Alvarez (Michèle Moretti), centrándose realmente en las relaciones entre los chicos.

Aquí no importa realmente lo que está ocurriendo en Argelia, ni el año en que se encuentra situada la acción (realmente nunca se dice el año en que ocurre, pero se puede extraer a partir de estreno de dos películas que van a ver al cine los protagonistas: "Como un espejo" (1961) y "Lola" (1961), todo un ejercicio para la neuronas de los críticos), lo que realmente importa es la relación entre los personajes y como va a ser su vida adulta, algo que sagazmente nos niega Téchiné con el final abrupto del filme.

En resumen, lo que queda de la visión de esta película es un poso de comprensión, donde toda las personas adultas se ven reflejadas, de una manera parcial en alguno de los personajes, añorando en cierta forma una época donde todo parecía importante e insuperable.

Lo mejor de la película:

  • El tratamiento que hace del conflicto de Argelia.
  • Las escenas en ese maravilloso internado para chicos.
  • Las interpretaciones de los cuatro jóvenes: Élodie Bouchez (Maïté Alvarez), Gaël Morel (François Forestier), Stéphane Rideau (Serge Bartolo) y Frédéric Gorny (Henri Mariani).
  • Las clases de literatura, algo que añorarán los viejos profesores.
  • La sencillez y sinceridad con la que se trata el tema de la homosexualidad.
  • Esos exteriores casi de cuento de hadas.
  • Los títulos de crédito hechos con trazos infantiles y colores chillones.
  • El uso de la música como si de una película del movimiento "Dogma" se tratase.

Lo peor:

  • Que dure tan poco la película.
  • El horrible bañador que lleva Maïté Alvarez en la secuencia final (no me basta con que lo reconozca ella misma).

En cuanto a las curiosidades, sólo citaré un par:

  • "Los juncos salvajes" (1994) es la versión cinematográfica de un telefilm encargado por la cadena Arte a André Téchiné, para la serie "Tous les garçons et les filles de leur âge…" sobre el tema de la adolescencia.
  • Ganó cuatro premios César (los Oscar franceses): a la mejor película, a la mejor dirección, al mejor guión original y a la mejor actriz revelación (Élodie Bouchez).

Otra cosa que quería destacar de la película es su acumulación de frases para el recuerdo, entre las más famosas están:

"¡Sabe lo que he hecho! Escribir a tres chicas que conocía y una de ellas quiso aceptarme."

"Soy un maricón, soy un maricón, soy un maricón..."

"No aceptarse es de cobardes"

"Estoy contigo porque me das calma, pero no hay nada físico"

"Estoy contigo para protegerme, para huir"

"Te quiero porque nunca serás mi enemigo"

"Vengo a que me ayude con mi destino"

Y, por último, como siempre, el trailer original, por primera vez en francés, ya que ahora fueron los espectadores franceses los que disfrutaron por primera vez de esta producción:



En fin, una película de visión obligada, "que me recuerda continuamente porque estoy fascinado por el cine francés, y horrorizado por su contraparte española".

3 comentarios:

  1. 14 de Marzo a la 1:59:26

    Feliz dia de π

    En éste momento estoy:
    - Sorprendiéndome de la de cosas que he escrito en el blog.
    - Asimilado hasta dónde se puede llegar por falta de sueño
    - Pensando en qué pasará si le doy a "publicar comentario" unos segundos antes o después

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  2. No me acuerdo si fui a ver esta película con Silvia o Susana, pero sí recuerdo que nos fascinó muchísimo. Personalmente, me encantan las historias cortadas de trozos de vida sin un verdadero inicio ni un verdadero final. a los directores franceses, en esto, no hay nadie quien los supere. Todo el tiempo de la historia (incluso sus derivaciones) entra en esta película y como tal lo percibe el espectador.

    Tal vez sea también algo de morriña (esto de ir al cine con nuestros amigos dos o tres veces por semana), pero hace mucho tiempo que no veo una película tan buena.
    FF

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  3. Pues no conocía ni la película, ni el director, ni a ninguno de los actores, pero con el resumen que has hecho de la misma (y encima poniendo en el anterior post a Garci) has conseguido que se disipe cualquier interés que tuviera por verla...

    (Por cierto casi todas las películas francesas que he visto me han resultado bastante tostones...)

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