Hoy toca berrinche. Lo que antes era una mera anécdota para sacar dinero de las franquicias más eficientes: Star Wars, Star Trek, Rocky, Terminator, Alien, Batman, En busca del valle encantado o James Bond; se ha convertido en la reedición de los viejos seriales cinematográficos. Trilogías de conexión (o sea, es secuela y precuela simultáneamente, concepto que me da escalofríos) como la de "Alien: Covenant" (2017) o sagas sin fin hasta que la taquilla grite exhausta como los planes de Disney para Star Wars y el universo Marvel me ponen los pelos como escarpias.
Lo que era antes una broma entre geeks en películas futuristas, como ver "Tiburón 20", el clásico de "Star Wars 36" o "Terminator 7" han pasado a convertirse en filmes más que factibles. Pero lo que más me molesta no son los estúpidos reboots, cosa que entenderías visto el cariz que está tomando este artículo, sino las secuelas innecesarias que se están planteando después del éxito de "Jurassic World" (2015), película que debo ser el único que aún no la ha visto. Así, proyectos imposibles como "Cazafantasmas" (2016), que no se sabe a ciencia cierta si se trata de un remake, un reboot o una secuela (la última opción será al final la correcta visto el reparto), o el anunciado ayer, que es a la postre el que me ha hecho redactar este artículo, "Gremlins 3", parecen haber encontrado el beneplácito de los ejecutivos de los estudios. En serio, se puede volver a traer a la vida algo tan ochentero como los adorables gremlins. Puedes imaginar algo tan deleznable como una versión digitalizada del pobre Gizmo.
A este ritmo me veo viendo un blockbuster imprescindible para un friki como yo cada semana del fin de década. De ahí que no sea extraño que se vaya clamando en ciertos medios norteamericanos que se dejen este año en blanco los Oscar visto la calidad de los filmes a concurso. Con toda la maquinaria del Hollywood industrial copando fechas, dinero y salas quién va a poder ir a ver una película de autor o medianamente interesante, y yendo más lejos, quién se va a preocupar de producirlas. Lo que era una mera anécdota necesaria, ya que en principio salvó al cine de la debacle a finales de los 70, va a ser lo que acabe con él en vez de la televisión y las descargas.
En fin, "hasta los maratones frikis requerirán semanas. Eso de gastar un viernes noche para semejante cometido desaparecerá, ya que 20 películas de Star Wars, 15 de Star Trek, 10 de Alien o 8 de Terminator serán simplemente inabarcables o sino pregunten a los niños que vieron las 13 de En busca del valle encantado. Por cierto, que esta saga también estrenará su decimocuarta entrega el año que viene, por eso de unirse a la fiesta supongo".
Vivimos una época de sequía creativa en Hollywood en este aspecto. Eso, unido a la rentabilidad de la nostalgia hace que los productores estén en una zona de confort de la que no quieren salir.
ResponderEliminarPor ejemplo hoy he visto la segunda parte de Sinsajo, más por ponerle un broche a mi adolescencia que por verdadera gana. La ves y piensas: ¿Por qué hacer dos partes, estiradas, alargadas, creativamente nulas y narrativamente lentas? Porque con las dos partes han ganado casi el doble de lo que ganarían con una. Y eso que las rodaron casi a la vez. Máximo rendimiento.
En unos años veremos Los Vengadores: El rorobo de la jojoya del infinito parte I & II & III & IV & V & .... & n
Pues yo tengo las trece primeras de "En busca del valle encantado". Creo que he visto dos o tres, así que si alguien se apunta a la maraton que me lo diga, que se las paso, pero no conteis conmigo.
ResponderEliminar13 peliculas del valle encantado.... bufff.... mucho alcohol hace falta para aguantar....
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