Durante el último mes llevo bastante tiempo pensando en el tema. Por mucho que parezca un contrasentido viniendo de un servidor, pero estoy cada vez más convencido de que la digitalización en España se está haciendo fatal. Cada vez que oigo a los políticos llenarse la boca de que la mejor forma de aligerar la administración y los diferentes servicios es abrazar la digitalización completa me cabreo. Nunca se piensa en la gente que queda atrás. Ya sé que es el precio que se paga por avanzar tecnológicamente y no pretendo ir contracorriente, ni defender posiciones irreales contra el progreso. Lo único que pido es que se haga teniendo en cuenta a los que se quedan atrás.
Como profesor de Tecnología siempre me he tenido que enfrentar a la problemática de que cualquier innovación que plantee en el aula, por muy obligada que esté por la ley, debe tener en cuenta a la gente que carece de recursos, ya sea materiales o instrumentales. Por ejemplo un 20% de la población en España no utiliza Internet, ya sea por carecer de ordenador, de conexión de banda ancha o tarifa de datos en el teléfono móvil. Un porcentaje que se hace bastante patente en entornos rurales. De entrada siempre hago una pequeña encuesta a principio de curso entre mis alumnos para detectar esos casos y tratar de solventarlos de la mejor manera posible. Ante cualquier actividad que requiera el uso de un equipo informático en casa (los menos, ya que planteo mis clases para que se realicen todas las actividades en las horas de clase) siempre reservo la suficiente cantidad de tiempo (recurriendo a recreos, dada la férrea estructura horaria de nuestro sistema educativo) para que los alumnos que no las hayan podido acabar en el tiempo planteado dentro del aula puedan concluirlas (pagando un sobreprecio en migas de pan sobre el teclado que ha escandalizado a más de un técnico informático). Lo mismo pasa con los apuntes. Siempre tienen un copia en papel a mano por si la necesitan.
Ahora bien, si esto es lo que me pasa con las generaciones más jóvenes, las que son incapaces de concebir el mundo sin un teléfono móvil constantemente conectado a la Red, te puedes imaginar lo que pasa con los que ya peinan canas o están a punto de hacerlo. Por mucho que cueste creerlo aún hay mucha gente que no sabe resintonizar algo tan básico como una televisión. Algo dramático teniendo en cuenta lo habitual que es este hecho en este país dada la penosa política llevada con la implantación de la TDT terrestre, más interesada en devolver favores a los grandes medios que por facilitar a la gente un verdadero servicio público. Y esto me lleva a una de las situaciones más esperpénticas que he vivido durante estas vacaciones, la lastimosa transmisión por parte de Televisión Española de los Juegos Olímpicos de Río. No voy a criticar lo fácil: la penosa elección de lo que se emitía en directo y lo que no se emitía en directo, o la infrautilización de La 2; sino lo vivido en la final de Ruth Beitia, donde los aficionados con acceso a la Red la disfrutaban mientras el comentarista se afanaba en decidir si contar lo que estaba pasando o no en espera del falso directo de la emisión de la señal internacional. No todo el mundo tiene una televisión conectada o quiere (o sabe verlo) en la pantalla minúscula de su móvil. Y esas situaciones no se dieron ni una ni dos veces, sino que jalonaron indiscriminadamente todas las emisiones. La verdad es que nunca hubo mejor ejemplo de lo que brecha digital significa.
Pero no me voy a quedar ahí, tampoco es de cargo que las entidades bancarias escudándose en los costes de su digitalización empiecen a cobrar dinero por servicios tan básicos como los apuntes en las cartillas. Un servidor no tiene problema alguno para moverse sin dificultad por las supuestamente fáciles aplicaciones creadas para la ocasión mientras mis cartillas acumulan polvo en un cajón. Por contra ese famoso 20% del que antes hablaba está formado en su mayoría por jubilados, de esos que abundan en Béjar, que únicamente quieren comprobar el estado de sus cuentas, lo más básico que hay. Pero las entidades cada vez los menosprecian más concentrando oficinas y creando colas infinitas en estas. Y siendo más hiriente (aunque uno de mis lectores pueda saltarme a la yugular), por mucho que se empeñen en alguno de los bancos más importantes de este país, no es para nada trivial realizar un pago en un cajero.
Hasta me voy a adentrar en el tema más controvertido de este blog, el que causa los debates más encendidos. La usabilidad e infantilización de los productos de Apple frente a los productos más completos y llenos de posibilidades de la competencia (aunque algunos empresas como Samsung están empezando a virar lentamente hacia el otro lado). Y es que dotar a un dispositivo de miles de posibilidades hace que la mayoría de estas se pierdan en una jungla de opciones imposible de seguir. El otro día me encontré con la problemática de desactivar el Night Mode (o como leches se llame) en un ordenador con Windows 8.1 y hasta que no recurrí a un tutorial de Youtube no pude acertar con la dichosa combinación de teclas. Como se activó sigue siendo un misterio. Algo que no debería pasar nunca. Así que no es de extrañar que Apple siga teniendo su público, pocas opciones (muy limitadas para los entendidos) fáciles de usar y de encontrar terminan ganando el corazón de cualquiera.
Y podría seguir así toda la noche, pero lo que vengo a decir con estos ejemplos es que la brecha digital autoimpuesta en base a unos supuestos nativos digitales que no existen (reto a cualquiera a enfrentarse a una clase de Informática en 1º de la ESO sin tratar de estrangular en diez minutos a un alumno con el ratón) es falsa. Más bien estamos hablando de una digitalización mal hecha cuyo umbral sigue subiendo día a día y deja a cada vez más gente fuera al no tenerse en cuenta la usabilidad de los servicios propuestos. Lo que puede resultar sencillo a un usuario digital experimentado requiere una curva de aprendizaje cada vez más empinada para el resto de usuarios, ya que los supuestos manuales de ayuda que vendrían a solventar esa problemática o brillan por su ausencia o son cada vez más crípticos al estar escritos por gente que domina el entorno digital o son un insoportable e interminable vídeo de Youtube. Así que si antes te pedían ayuda para sintonizar un televisor ahora te la piden para configurar una cuenta de correo electrónico en el móvil, comprar una aplicación por Internet o encontrar la configuración óptima de un electrodoméstico cualquiera.
Y por cierto, que en mi entorno, el educativo, donde los recortes obligan a los profesores a dar asignaturas supuestamente afines cabe preguntarse que elegirá mi nuevo compañero biólogo. O dar informática, lo que le exigirá conocimientos en retoque digital, diseño gráfico, hojas de cálculo, bases de datos y lenguajes de programación. O tecnología, donde se encontrará de nuevo con la dichosa programación amén de tener que hacer probablemente sus primeros pinitos de robótica con placas Arduino. Y todo ello fiscalizado mediante la famosa reválida. "Eso sí que es calidad de educación".
Para brecha digital, la de la Universidad de Salamanca con el resto del mundo occidental enseñando a sus alumnos a programar en FORTRAN.
ResponderEliminarEra Rajoy - Año 4 - Día 288
ResponderEliminarTodo sigue igual. Hasta mañana.
ale como no hablo mucho vamos a darle salsa al blog, vamos por parrafo:
ResponderEliminar1º parrafo:
Es verdad se deja a mucha gente atras pero, tambien es verdad que esa gente no quiere aprender sobretodo personas mayores, con eso de " no se, pues como no me lo agas tu ni lo intento" no se va a ningun lado. ai que saber un poco de todo (son palabras tuyas) y si no desgraciadamente cada vez la brecha va a ser mayor....
2º parrafo.
mucha gente no tiene internet ni equipos informaticos, es verdad, esto se solucionaria destinando ayudas a la compra de tecnologia, pej: reduccion del iva del 21% al 10 %, creeme que mucha gente no los compra por que son caros. e igualmente para el internet, en esto ai mucho caradura , el acceso a internet es caro (tanto de adsl, fibra optica o datos de movil) tambien se podria solucionar bonificando fiscalmente a las empresas que fomenten a la inmersion de las personas con la tecnologia.
3º parrafo:
completamente de acuerdo en lo de las tdt y en lo de la 2. en lo demas no puedo opinar ya que no lo vi.
4º parrafo:
la mayoria de los jubulados tienen ladrillos (por que los otros son dificiles de entender para ellos y es normal) asi que las aplicaciones de movil para estos son inutiles.
5º parrafo:
si las cosas se hacen dificiles ralentizas la inmersion de la gente en ellas, ¿que es mas facil que una persona vaya a lo facil y bonito o a lo tedioso y complicado?, todas las aplicaciones deberian tener modo basico y modo avanzado (para usuarios principiantes y entendidos)
6º parrafo:
totalmente de acuerdo pero de aqui a unos años la mayoria de los chicos ya sabra utilizar un ordenador o un movil excepto los que no pueden comprarlos.
ulimo parrafo (por fin jeje):
no se exactamente la situacion de tu amigo pero creeme que es privilegiado, al menos a el le dan la oportunidad de elegir si estudiar y aprender algo nuevo o irse al paro, al resto de los mortales directamente nos sustituyen por otros.
PD: despues de leerlo veo que suena muy criticon y sabelotodo. no es mi intencion. inflarme a palos si quereis jeje
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