Devolución

A contracorriente, para que luego digan que en los países mediterráneos no somos valientes, hoy me he encontrado con el siguiente vídeo en el blog de Zyllan, "La vergüenza de ser feliz".

Se trata de una curiosa campaña que trata el espinoso tema de la devolución de las ingentes cantidades de obras y edificios que fueron rescatados/robados durante los siglos XVIII y XIX por los padres de la arqueología moderna, actualmente vistos como simples ladrones de tumbas por las países donde realizaron sus excavaciones. Lo que en el pasado fue un hecho elogioso, ya que rescataron obras de un incalculable valor de su destrucción segura, en la actualidad, con la mejora patente de los países de procedencia de estas, se está convirtiendo en un problema diplomático de gran envergadura. No es de extrañar que países como Grecia, Turquía y Egipto se empeñen en reclamar el regreso de sus obras más importantes, considerando que ya están listos para proporcionarlas una protección satisfactoria, comparable con los cánones modernos.

Véase por ejemplo como está en la actualidad el lugar donde se encontraba originalmente el altar de Zeus de Pérgamo (Turquía):

Y como es la reconstrucción a partir de las piezas originales que se encuentra en Berlín:

Sobran las palabras. Yo he tenido la suerte de haber estado primero en Berlín, de ahí que pudiese hacerme una idea durante mi reciente visita a la acrópolis de Pérgamo del grandioso templo que se encontraba sobre ese pequeño túmulo. "Pero una cosa es observar la planta de un edificio porque ha desaparecido el resto con el paso del tiempo y otra es tener que recorrer la mayoría de las capitales europeas para recomponer un puzzle de robos bajo el pretexto de la preservación histórica".