domingo, 28 de febrero de 2016

Mi opinión sobre las películas nominadas de este año (2016)

Como es costumbre vamos con mi opinión de las nominadas a Mejor Película de los Oscar 2016. La verdad es que año tras año soy más aplicado en cuanto a conseguir ver la mayoría de las nominadas a las diferentes categorías. Creo que con un poco de suerte y sino se paraliza la LOMCE podría agrandar el curso que viene esta entrada a las nominadas a todas las categorías principales. Pero en esta ocasión, por falta de tiempo de nuevo, me voy a quedar con la categoría reina.

Vaya por delante que mi opinión para nada coincide con la imperante entre la crítica cinematográfica. Así que asumiré con estilo toda crítica que me lancéis al respecto. Obviamente voy a analizarlas de mejor a peor:



Es la mejor del año con mucho, las demás palidecen a su lado y es de facto una película de culto. George Miller ha conseguido con la cuarta entrega de la saga Mad Max redefinir el género del blockbuster, dando a entender que una película comercial y de pura acción no tiene que tener un guión infantiloide. A sus 70 años demuestra un conocimiento inusual (por lo menos en Hollywood últimamente) de como aprovechar los últimos avances tecnológicos para narrar una historia intensa, violenta, ruidosa, colorida y feminista.

Intensa en cuanto se trata de una road movie por el desierto a toda velocidad jalonada de escenas de acción de una increíble potencia visual y situando la cámara donde nadie lo había hecho antes sin pecar de autocomplacencia (dígase, la saga de Matrix o esas interminables revisiones de la obra de Tolkien que tanto gustan a los no cinéfilos).

Violenta más en la descripción de un futuro postapocalíptico (en el que a nadie nos gustaría vivir) que en el reguero de cadáveres que deja esta huida de ida y vuelta en busca de la redención.

Ruidosa no solo en esos impresionantes acordes de guitarra eléctrica sino también en esos diálogos que hacen al espectador que tenga que reestructurar su oído para comprender el nuevo lenguaje imperante.

Colorida en cuanto cada capítulo de la función tiene su propio carácter, perfectamente establecido por gradaciones de color que gritan al espectador como si de una banda sonora se tratase.

Y feminista al dejar el peso de la función en el bando femenino, con una excepcional Charlize Theron a la cabeza, ya que el personaje de Mad Max, interpretado por Tom Hardy (cuyas interpretaciones de este año son de lo mejor), pasa de ser el rabioso protagonista de las tres entregas anteriores a convertirse en la válvula de escape de ésta.

En fin, merecería ganar, pero obviamente su estreno veraniego y su potencia visual pesan demasiado en su contra.





Sigo siendo un cinéfilo de la vieja escuela y creo que eso pesa mucho en mis críticas. En muchas ocasiones debo comprar la historia para integrarme en ella, en caso contrario empiezo a fijarme en detalles superfluos mientras estoy viendo el film y por tanto a sacarle defectos que pasan desapercibidos para el resto de los espectadores. Supongo que lo que me pasó con esta película fue que me metí tanto en la historia que dejé completamente de lado los defectos que seguramente tendrá.

Thomas McCarthy ha conseguido con esta película basada en hechos reales, cuyo enfoque fácil era centrarse en el tema de la pederastia, hacerlo por contra en el trabajo periodístico. De ahí que pueda considerarse una digna sucesora de "Todos los hombres del presidente" (1976). Tal vez, aún tratándose de una película de época (es duro para alguien que ha vivido en ella referirla así), estemos ante la primera película periodística crepuscular. Al igual que le pasó tanto al western como al cine negro, es imposible concebir por el momento una película de investigación basada en las peripecias de un grupo de bloggers (aunque seguramente la veremos más pronto que tarde). Por lo tanto, una de sus primeras victorias es trasladarnos a un mundo que poco a poco se va desvaneciendo sin que hagamos nada para evitarlo. De entrada en el film se muestran los primeros síntomas con la llegada de las páginas web y su importancia de cara al público.

La segunda victoria de este film, gracias a este enfoque periodístico, es que aún conociendo de sobra el resultado final, nos va dando los diferentes datos que llevaron a su descubrimiento a pequeños bocados, cargando la prueba en los damnificados. De ahí que las mejores escenas de la película en la primera parte sean las de unos periodistas críticos acercándose a un historia para ellos inverosímil. Su conversión a la causa es jaleada por los poderes fácticos que dominan la ciudad, llevando al pequeño grupo de investigación al clásico enfrentamiento David-Goliath.

Y la tercera victoria se encuentra en mostrarnos como afecta la historia a nivel personal a los protagonistas, huyendo sobremanera del fácil recurso a las víctimas, que es simplemente bocetado en las entrevistas que les realizan.

En fin, una película que tiene posibilidades de alcanzar la victoria por méritos propios al ser fácilmente comprable por la Academia (aunque de nuevo le han hecho el feo a Michael Keaton al dejarle sin nominación) y qué leches, voy a decirlo, me arrancó alguna lagrimilla en sus momentos finales y además es la primera película donde veo utilizar una hoja de cálculo para algo que no sea mostrar anotaciones de datos de béisbol o flujos de acciones.





Si te maravillaste con el guión, estética y fantasía de "Bestias del sur salvaje" (2012) hace tres años comprenderás lo que voy a decir a continuación (en caso contrario, ahórrate la visión de esta película si aún no lo has hecho). Tiene en su haber, sin duda alguna, la mejor primera hora de la década. Y es que si durase exactamente eso, 60 minutos (más otros 3 o 4 de títulos créditos finales), estaríamos ante la película perfecta. Simplemente deberían haberle dado el Oscar a Mejor película por aclamación. El problema, el que hace que baje al tercer puesto, es la segunda parte de la película, obvia deudora de su referente literario y que hace que descarrile un poco el film. Y sí, Brie Larson se merece el Oscar a Mejor Actriz, así que dejémosnos de crecidas ambiciones rubias o sositas que nunca cambian de registro. De entrada, también le daría al niño el que se va a llevar Leo.

"La habitación" en si, en su primera hora, es un lugar mágico, donde Jack (interpretado genialmente por Jacob Tremblay, que ha pegado un salto gigante en su carrera teniendo en cuenta que su papel más importante anterior fue en "Los pitufos 2" (2013)), describe como narrador el mundo que le rodea, una realidad mágica que ha creado en base a las mentiras que le ha contado su madre. La gente de la televisión no es real, el mundo exterior es como ir a otros planetas, el secuestrador es una especie de Papá Noel y las continuas violaciones que sufre su madre es simplemente una forma de constatar el paso del tiempo mientras se esconde en el armario. La increíble visión infantil de lo grotesco. Por otro lado, Lenny Abrahamson también demuestra que no hace falta un gran ejercicio de maquillaje para transformar a alguien en una figura asexuada, basta con dejarle el pelo largo.

Otro de los aciertos del film, seguramente regalo del libro, es trasladar la acción 7 años después del secuestro, mostrando en principio a Ma (Brie Larson) en un cada vez más latente síndrome de Estocolmo, que es desbaratado por la entrada en el paro de Nick, el secuestrador.

Por contra, la segunda parte, la de la rehabilitación tanto de madre e hijo  como de la familia, hace decaer bastante la función, siendo más próxima al melodrama que esperaríamos de un film basado en un secuestro prolongado. Lo único que se salva de esta parte es el regreso a la habitación, donde vuelve a recuperar la magia perdida.

En fin, una propuesta valiente que se llevará un Oscar para casa y poco más.





Hablemos de esta gran apuesta, apuesta segura para muchos esta noche aunque un servidor no lo tiene tan claro. Soy capaz de ver como muchos las grandes virtudes de este filme creado por Adam McKay en su primera película seria (aunque su filmografía pasada no es ni por asomo equivalente a la de Martin Scorsese) que actúa como una especie de contrapunto a "El lobo de Wall Street" (2013).

La temática es excelente, las interpretaciones no están mal (aunque por ejemplo Christian Bale está un poco sobreactuado), los insertos explicativos con caras conocidas es un gran hallazgo y el ritmo es bueno. Pero creo que a su alabado guión le falta algo. No sé, acaso peca de excesivo realismo aunque me cuesta creer que esta gente tuviese tantas fobias, o de ser extenuantemente didáctico. Pero me costó un poco seguir el film (también cabe la posibilidad de que al verlo en versión original subtitulada no la captase en toda su dimensión, aunque lo dudo, ya que en estas condiciones he visto otras cuatro de las nominadas), nunca terminé de imbuirme en la historia. O puede que también me pasase algo parecido a lo de "American Beauty" (1999), donde mientras los norteamericanos veían un película costumbrista yo veía una película comedia ácida.

Para mi "La gran apuesta" es más una película documental coral (he de admitir que tardé una eternidad en reconocer a Brad Pitt) que una comedia sobre la crisis de las hipotecas. Anda, acabo de darme cuenta, a lo mejor mi problema es que nunca he estado atado a un hipoteca y, por contra se siento más unido a "Spotlight" por mi temprana formación católica.

En fin, que admito las virtudes de este film, pero no termino de comprarlo, de ahí que lo deje en un honroso cuarto puesto, que a más de uno de parecerá vergonzoso.





Más de uno debe de estar flipando por encontrarse en esta posición a la enésima propuesta de Spielberg para los Oscar (ya se está convirtiendo en un habitual en estas lides). De nuevo, como es costumbre en él, se deja llevar por su mal entendida visualización de lo que tiene que ser la dramatización de un film.

En esta ocasión tenía todas las de ganar y de nuevo lo estropeó, el solito y sin ayuda. Me encantaría ver la primera versión del sólido guión que intuyo que escribieron los hermanos Coen, ya que al igual que pasó con "A.I. Inteligencia Artificial" (2001), se notan mucho las partes donde metió mano el supuesto Rey Midas de Hollywood, ya que casan poco o nada con el tono general del film (todavía recuerdo la escena de "Salvar al soldado Ryan" (1998) donde la madre se desploma en la puerta de la casa y que probablemente le negó el Oscar a Mejor película). Lo que podría haber sido una comedia ácida sobre la guerra fría se dulcifica hasta el hartazgo con las escenas familiares protagonizadas por Tom Hanks. Y es en esto último es donde está el quid de la cuestión, mientras Tom Hanks deambula por Berlín poniendo su cara de siempre (madre mía, la tirria que le tengo es mayúscula), las escenas protagonizadas por el resto del reparto son simplemente excepcionales, con especial atención a la de Mark Rylance, que es el verdadero merecedor del Oscar a Mejor actor de reparto.

Y sí, como he dicho antes estamos ante una comedia, por mucho que ciertos espectadores que compartieron butaca cerca de mi en el cine se empeñasen en lo contrario, digna de las carcajadas que solté durante su visión. Así que me da lo mismo que las bases de datos cinematográficas se empeñen en llamarla drama judicial, película de acción o biográfica.

En fin, solo espero que por primera vez en la historia del cine se haga un Writer's Cut de este film, sería completamente excepcional.





Bueno, vamos con la morralla. En primer lugar analizaré este esperpento perpetrado por Alejandro González Iñárritu para lucimiento de Leonardo DiCaprio (que se ve superado en pantalla por Tom Hardy, pero mira tú por dónde va a ser Leo el que se lleve la estatuilla).

El problema fundamental de Alejandro González Iñárritu es que un director que funciona bastante bien cuando tiene entre sus manos un film de unas dos horas o menos de duración (véase: "21 gramos" (2003) o "Birdman o (La Inesperada Virtud de la Ignorancia)" (2014), en el momento que tiene libertad para añadir más metraje se dispersa sobremanera ("Babel" (2006)). Y es lo que le pasa con esta venganza de época, cruce bastardo entre "Bailando con lobos" (1990) y Terrence Malick (hablar de que llega al nivel de Akira Kurosawa sería un insulto). Le sobran tres cuartos de hora de paisajes y estúpidos simbolismos. Alejandro González Iñárritu debe creerse la reencarnación de David Lean, o al menos en este film. Pero mientras el maestro en estas lides sabía cortar en el momento indicado, Iñárritu no comprende que basta con mostrar un par de planos para transmitir al espectador la soledad en la que se encuentra su personaje y no hastiarlo hasta el aburrimiento (todavía tengo pesadillas con los rápidos).

Pero no me voy a quedar solo en esto, tengo más munición. La escena del combate del principio es fría y no transmite emoción alguna. La trama de los indios es superficial, la pierde de vista durante la mayor parte de la película y la recupera de forma chapucera al final. Y la escena de los bisontes, con todo su simbolismo implícito, es una soberana estupidez. Aunque lo peor del film, pero con mucho, es el homenaje a "La guerra de las galaxias. Episodio V: El imperio contraataca" (1980), que se lo podía haber ahorrado.

Vale, tengo que reconocer que la escena del oso es simplemente impresionante, pero me parece poco bagaje para justificar que arrase en los Oscar esta noche si el destino no lo impide (yo voy a votar en mi porra a que no pase). En cuanto al Oscar de Leo, que lo gane, por menos se ha ganado algunos otros, al menos babea convincentemente y echa esputos de sangre asombrosos.

En fin, al igual que pasa con "Bailando con lobos" (1990), nadie recordará este film en una década y sus pases televisivo (perdón, descargas) serán mínimos. Por cierto, no está mal que deje a la favorita en sexto puesto, parece que he vuelto a renacer como crítico cinematográfico.





Parece que Ridley Scott ha decidido convertirse en el primer director en conseguir el Oscar a Mejor película para un filme de ciencia ficción. Mientras otros directores han sondeado un poco el estanque a ver si suena la flauta, éste va lanzando proyectos a ver si se lleva el premio mayor (parece que todavía le duele que lo ninguneasen tanto con "Alien, el octavo pasajero" (1979) como con "Blade Runner" (1982)). Probó suerte con "Prometheus" (2012) y de nuevo le salió el tiro por la culata. Ahora nos llega este ramplón y sobrestimado "Marte (The Martian)" que se va a llevar el mismo premio, la nada. Pero tranquilo, que va redoblar sus esfuerzos en la misma dirección, ya que ha colocado a su formación preferida, "Alien: Covenant" (2017) y "Untitled Blade Runner Project" (2018), esta segunda con otro director, en la carrera de los Oscar de 2018. Eso si que es pundonor.

Este viaje marciano de Ridley Scott que hoy nos ocupa es eso, un viaje marciano. Se trata de un film que fuera de una sala cinematográfica, despojado de la gloria del 3D, decae en demasía al carecer de un guión medianamente verosímil (lo mismo que le pasaba a "Avatar" (2009)). No es de extrañar que siendo un supuesto drama se puede ubicar con facilidad como comedia, ya que es semejante el despropósito que se ve en pantalla, que es fácil decantarse por cualquiera de las dos opciones.

No he leído la novela de referencia, así que no puedo contrastar que es lo que ha heredado la película de ella. Pero en primera instancia, lo que me parece es que es el enésimo intento de rescate de Matt Damon en su enésimo intento por ganar un Oscar como actor (ya tiene uno como guionista) en el enésimo intento de Ridley Scott de obtener otro Oscar. Mucho enésimo para lo poco que se ve en pantalla: un Damon demacrado por comer patatas, un control de misión que parece sacado de una feria, un compañerismo inusual entre el habitual ego de los astronautas y una misión de rescate de pandereta (el momento de entrada de los chinos al rescate daría para escribir un artículo por si solo).

No creo que una película pueda sustentarse solo en la excelente recreación digital de Marte ni en la acertada tecnología mostrada, necesita más que una serie de situaciones creadas para el caudal, en muchas ocasiones confuso, interpretativo de Matt Damon.

En fin, otra visita a Marte fallida que no debería encontrarse en esta lista, pero que lo ha conseguido gracias a cierto grupito de viejos que siempre quieren dar la nota. Supongo que a causa de haber desestimado el año pasado el maíz decidieron comprar este año las patatas.





Y para cerrar esta lista vamos con la propuesta de la lotería irlandesa. Parece que al igual que en las décadas precedentes era norma colocar entre las nominadas una película de época británica, en las sucesivas nos encontraremos con la propuesta alegremente financiada por los infundados sueños de riqueza de los irlandeses.

"Brooklyn" sería una película que me hubiese entusiasmado si se hubiese rodado hace 50 años por John Huston, John Ford o William Wyler, ya se trata de un melodrama acertado y sencillo. Pero ahí está el problema, lo que hubiese funcionado sobremanera en los años 60 se queda cojo en el nuevo siglo. Por mucho que rasques en la película no encuentras nada debajo salvo una maravillosa recreación histórica y la buena interpretación de Saoirse Ronan. La historia de rebeldía de una joven irlandesa en los años 50 no da para más. De entrada en ningún momento dudé de cual sería el final de la historia, rodado de una forma tan convencional y esperable que daría vergüenza a los telefilmes que se emiten por las tardes del fin de semana en Antena 3.

Lo siento, fue bonito mientras duro, pero no creo que sea necesario reevaluar los melodramas de antaño de una forma tan superficial, hace falta un poco de chispa y en esta película ni se la encuentra ni se la esperaba.

En fin, otra película de relleno que hacía más fácil castigar propuestas más valientes y que deberían encontrarse aquí como: "Carol", "Del revés (Inside Out)" y "Los odiosos ocho".



En cuanto a la porra, después de ganar la del año pasado siendo excesivamente oficialista, voy a arriesgar un poquito, por eso de ver si me llevo el gato al agua en río revuelto:

1. Mejor Película: "Spotlight"
2. Mejor Dirección: Alejandro González Iñárritu por "El renacido (The Revenant)"
3. Mejor Guión Original: Thomas McCarthy y Josh Singer por "Spotlight"
4. Mejor Guión Adaptado: Adam McKay por "La gran apuesta"
5. Mejor Actor: Leonardo DiCaprio por "El renacido (The Revenant)"
6. Mejor Actriz: Brie Larson por "La habitación"
7. Mejor Actor de Reparto: Sylvester Stallone por "Creed. La leyenda de Rocky"
8. Mejor Actriz de Reparto: Kate Winslet por "Steve Jobs"
9. Mejor Película de Lengua no Inglesa: "El hijo de Saúl"
10. Mejor Película de Animación: "Del revés (Inside Out)"
11. Mejor Cortometraje de Animación: "Sanjay’s Super Team"
12. Mejor Dirección de Fotografía: Emmanuel Lubezki por "El renacido (The Revenant)"
13. Mejor Montaje: Margaret Sixel por "Mad Max: Furia en la carretera"
14. Mejor Dirección Artística: Colin Gibson y Lisa Thompson por "Mad Max: Furia en la carretera"
15. Mejor Música Original: Ennio Morricone por "The Hateful Eight"
16. Mejor Canción Original: "Til It Happens To You" para la película "The Hunting Ground"
17. Mejor Diseño de Vestuario: Jenny Beavan por "Mad Max: Furia en la carretera"
18. Mejor Maquillaje: Lesley Vanderwalt, Elka Wardega y Damian Martin por "Mad Max: Furia en la carretera"
19. Mejor Sonido: Chris Jenkins, Gregg Rudloff y Ben Osmo por "Mad Max: Furia en la carretera"
20. Mejor Montaje de Sonido: Mark Mangini y David White por "Mad Max: Furia en la carretera"
21. Mejores Efectos Visuales: Roger Guyett, Patrick Tubach, Neal Scanlan y Chris Corbould por "Star Wars: El despertar de la Fuerza"
22. Mejor Cortometraje: "Ave Maria"
23. Mejor Documental: "Amy (La chica detrás del nombre)"
24. Mejor Cortometraje Documental: "Body Team 12"

En fin, me la he jugado a que la ganadora moral de la noche sea "Mad Max: Furia en la carretera" con 6 estatuillas (y deberían ser 6, pero supongo que Disney deberá llevarse uno por arrasar en taquilla), dejando con 3 a "El renacido (The Revenant)" (es que no me creo que vaya a ganar sin guión) y 2 para mi gran apuesta personal: "Spotlight"; "con lo que suman 8 mis dos películas favoritas, dejándome la conciencia tranquila y volviéndome un verdadero fan durante esta noche".

4 comentarios:

  1. Bueno chuchi, obviaré tu ninguneo a Boyhood el año pasado y pasaré a quejarme un rato de los problemas de tu lista, que es uno y se llama Room:
    ¿De verdad te parece no ya extraordinaria, sino buena? Tiene un guion lamentable y una dirección chusquera (la escena de la camioneta es terrible) salvo para los actores, que están muy bien ambos. Es como Chained (tienes que ver Chained) pero donde ésta sabía que era una peli cutre, esta se cree la madre de los dramas psicologicos (JAJAJA). Si le hubieran metido un par de giros tontos habría mejorado de petardo a comedia (involuntaria).

    Mas cosas sobre las demás: Con The Revenant coincido contigo en gran parte, aunque no creo que Iñárritu quiera parecerse a David Lean; quiere parecerse a Tarkovsky, a Malick y a Cuarón, y se encarga de meter referencias, técnicas y demás de los tres (y mil referencias, como a Dersu Uzala).

    Y bueno, con Mad Max comparto en parte tu entusiasmo pero es una película con muchos más problemas de los que señalas, el primero de todos es que es más simple (que no sencilla) que el mecanismo de un chupete. La historia, al igual que Gravity, es un mero pretexto para la acción (de hecho las he comparado en ese aspecto) pero creo que ésta tiene algunas carencias mayores que su hermana espiritual espacial

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  2. Sobre tu porra: Me alegra ver que has tomado mi testigo de arriesgar con Mejor película

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  3. Mad Max se llevará los de efectos y sonidos, al estilo de Gravity/Matrix. Mucho viejo en el mundo del cine a los que no les gustan ni las películas que se salen del guión ni la gente de color.

    Quitando e año pasado (creo) la película de Angelina Jolie, siempre tiene que ganar un tio que sobrevive de mala manera, excepto que sea Di Caprio que dejan que se ahogue.

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