Fuga sin sentido

Durante las sesiones de evaluación, bastantes aburridas hasta el momento (debe ser que todo el mundo tiene ganas de acabar con el curso), surgió un hecho inexplicable donde los haya, o yo al menos no llego a comprender con mi pobre intelecto su razón de ser.

Resulta que en una de las juntas de evaluación nos encontramos con los mejores resultados que recuerdo, con un acta casi impoluta de suspensos y medias superiores al 8, y durante la celebración de ésta la tutora nos llamó la atención sobre el hecho que ciertos alumnos, con buenas notas aunque no excelentes, habían decidido irse a otro instituto para acabar su educación.

Obviamente la mayoría de nosotros nos quedamos estupefactos sin llegar a comprender las razones que había detrás de este proceder. Las más peregrinas teorías pasaron por nuestras cabezas, desde una especie de venganza por la no realización de la excursión de fin curso hasta la animadversión hacia los compañeros que imparten ciertas asignaturas, digamos clave.

Sin más información no puedo ir más lejos con mis elucubraciones salvo porque me parece mucho más traumático el cambio de instituto, ya sea por tener que adaptarse a nuevas metodologías o tener que integrarse en el ámbito social, que la ganancia en décimas que pudieran obtener yendo a un instituto menos estricto en la cuestión de notas a priori, única razón que puede justificar semejante despropósito.

En fin, como dice un amigo mío, cada tonto con su tema, pero no deberían olvidar el dicho: "Más vale malo conocido que bueno por conocer".

Actualización: Después de investigar un poco el tema he descubierto la razón de este comportamiento. Es mucho más prosaica de lo que me esperaba. Al parecer en otros institutos se puede hacer la rama sociosanitaria de Bachillerato sin cursar obligatoriamente Matemáticas, algo que no es posible en nuestro instituto. De todas formas sigo en mis trece, lo que ganan al no cursarla lo perderán con el cambio.