Tomadura de pelo abulense

A lo largo de los últimos meses Caja Ávila ha estado mareando la perdiz con respecto a la fusión o unión que le permitiría sobrevivir a la actual crisis bancaria, producto del desaforado endeudamiento inmobiliario.

Primero dijeron que unirse con Caja Duero y Caja España no era posible ya que perderían su identidad. Después le tocaría el turno a la propuesta proveniente de Caja Burgos con su Banca Cívica, donde al igual que un disco rayado volvieron cantar la misma canción.

El problema de este proceder es que el tiempo es finito y el Banco de España empezaba a azuzar con la denegación de los famosos créditos del FROB. Solución, la más peregrina de todas, unirse en una especie de sindicato junto con otras cajas huérfanas a la sombra de Caja Madrid. (sí, por la que llevan batallando tanto tiempo Gallardón y Aguirre). Mi pregunta es esta: "Cuándo se acabe el dinero del estado y la fusión de estas pequeñas cajas con la gigantesca Caja Madrid sea la única posibilidad de salvación, ¿Rodrigo Rato tendrá en cuenta los intereses locales abulenses en la toma de sus decisiones?"

Una cosa es el amor hacia la capital cercana y otra es la estupidez más supina, "pero que se puede esperar de una ciudad que se enorgullece de tener que pagar el peaje de una autopista cada vez que quiere ir de compras a la capital de sus amores".