La utilización de los tópicos más agrestes del género fantástico pueden dar lugar a la creación de las escenas más maravillosas. Una de mis favoritas es el baile que se produce en la mítica "El baile de los vampiros" (1967), valga la redundancia, de Roman Polanski.
En los inicios de su carrera, un valiente Roman Polanski dirigiría la mejor comedia sobre vampiros que se ha rodado hasta el momento, utilizando para ello la mayor colección de clichés posible. Todo estaba permitido: ajos, cruces, espejos, etc. Ahora bien, como no podía ser de otra manera, la escena que da título a la película es la mejor de todas.
En ella nuestros protagonistas se ven inmersos en un baile de salón junto con un grupo de vampiros. Ataviados con los mismos trajes de época que ellos, aunque con un cierto grado de color que junto con el de sus rostros destaca en medio de la escena (hecho que nos permite seguir sus evoluciones por la pantalla), bailan completamente integrados en la coreografía, salvo por algunos pequeños despistes en los pasos. El movimiento de la cámara es excepcional siguiendo la acción del baile y permitiéndonos oír con claridad los diversos comentarios que se cruzan entre ellos durante tan inusitada situación. Por otro lado, el final con el reflejo en el espejo es simplemente fantástico, así como el método de escape, cruzando dos inmensos espadones en forma de cruz, cubriendo en pocos segundos dos de los tópicos más famosos de la leyenda vampírica.
Te dejo con esta maravillosa escena:
En fin, como siempre da gusto ver a la hermosa Sharon Tate, "qué pena que su prometedora carrera fuese segada por los seguidores del lunático Charles Manson".
En ella nuestros protagonistas se ven inmersos en un baile de salón junto con un grupo de vampiros. Ataviados con los mismos trajes de época que ellos, aunque con un cierto grado de color que junto con el de sus rostros destaca en medio de la escena (hecho que nos permite seguir sus evoluciones por la pantalla), bailan completamente integrados en la coreografía, salvo por algunos pequeños despistes en los pasos. El movimiento de la cámara es excepcional siguiendo la acción del baile y permitiéndonos oír con claridad los diversos comentarios que se cruzan entre ellos durante tan inusitada situación. Por otro lado, el final con el reflejo en el espejo es simplemente fantástico, así como el método de escape, cruzando dos inmensos espadones en forma de cruz, cubriendo en pocos segundos dos de los tópicos más famosos de la leyenda vampírica.
Te dejo con esta maravillosa escena:
En fin, como siempre da gusto ver a la hermosa Sharon Tate, "qué pena que su prometedora carrera fuese segada por los seguidores del lunático Charles Manson".
Hala, otro mariquita que ve crepúsculo......
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