Era Rajoy - Año 0 - Día 184

No sé si se trata de la clarividencia que precede al desastre (en lo personal, mañana veremos que ocurre con un servidor) pero hoy he tenido varios destellos de comprensión (el más hilarante ha sido una charla en inglés para mis alumnos de Bachillerato que he comprendido completamente sin ayuda de subtítulos). Con respecto al nuevo Gobierno lo he visto claro. No son los mangantes y mentirosos que todos creemos sino la expresión de lo que tiene que ser un Gobierno del siglo XXII. Son unos adelantados a su tiempo y de ahí nuestra incomprensión de sus medidas. Cuando De Guindos cambia las cifras de la inversión pública que va a necesitar Bankia cada 48 horas (ya va por los 9000 millones) no nos está engañando, ni está perdido en sus propias cuentas, sino que nos está trasmitiendo las estimaciones de lo que en ese momento piensa hacer. Todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos en la era de Internet, por qué molestarse en urdir una solución a largo plazo cuando las condiciones pueden cambiar en pocas horas. Lo mismo ocurre con la política de alianzas europeas del propio Rajoy, por la mañana con unos por la tarde con otros. Es el futuro, no es que nuestro querido Presidente sea un cambiacapas profesional, los desfasados y anquilosados son el resto de gobiernos europeos.

Si lo piensas bien, nuestro Gobierno funciona como una especie de dispositivo de control de procesos, atento a reaccionar casi instantáneamente ante cualquier cambio que ocurra en su entorno sin escatimar en los medios utilizados para ello. No importa que la receta del día anterior sea completamente distinta de la que se utilizará mañana, lo importante es evitar que España sea intervenida a cualquier precio, de ahí que nuestro Gobierno sea el primero que funciona a ritmo de los Mercados. No me extraña su estupor al no encontrar al menos en estos la comprensión que le niegan tanto sus ciudadanos como el resto de países.

Sabes lo más divertido de todo, que mirando este Gobierno desde esta perspectiva podemos llegar a comprender la caótica presidencia de Zapatero. No es que no supiese lo que estaba haciendo sino que se trataba de una versión fallida de este modelo adelantado a su tiempo.

En resumen, acostúmbrate a ver cada día nuevas cifras que contradigan a las anteriores, a oír discursos que resultarán inconexos con la línea oficial establecida el día anterior o a sufrir medidas que te cueste comprender, todo forma parte del plan maestro de nuestro arquitecto supremo, Rajoy. Y lo mejor de todo es que para funcionar bien este método tenemos que desconocer el resto el plan maestro que persigue, sino alguien se podría anticipar y hacerlo desbaratar.

En fin, la última expresión en lo que tiene que ser un Gobierno moderno, casi científico, el problema es que como la Historia se empeña en decirnos machaconamente todo profeta o adelantado a su tiempo termina siempre mal (sus ideas perviven en el tiempo, pero el acaba siempre muerto o en la indigencia). "Sólo espero que no se nos lleve por delante en los 1278 días que quedan de este experimento que fracasará a ciencia cierta, ya que el único científico que venció a la Historia fue Hari Seldon y era un personaje ficticio".