La ciencia ficción en la realidad (40): Explotando a los jubilados

Hoy no me voy a detener en los 20000 millones de Bankia (todavía le queda subida), en el repunte de la prima de riesgo o en la nueva alianza de Rajoy con Hollande, ya que probablemente será papel mojado mañana, sino que me voy a quedar con una pequeña pero impactante noticia publicada en el Periódico de Extremadura ayer: "Educación pretende que profesores jubilados retomen tareas docentes".

Parecía imposible, pero parece que han encontrado una forma para cubrir en parte los puestos que ocupaban los interinos que serán despedidos al final de este curso. Podrías pensar que es una medida que no está demasiado mal dado que puede constituir un sobresueldo para algunos profesores jubilados pero detrás de ésta formar el primer contingente de empleados públicos que no cotizarían a la Seguridad Social, pues al estar jubilados no sería posible. No te extrañe que como quiere Aguirre después le siguiesen los interinos que cobran el paro, por eso de que tienen que hacer algo durante la prestación, creando desigualdades laborales obvias en la realización del mismo servicio.

La verdad es que es una pena que una medida que en primera instancia podría ser hasta entrañable se convierta en manos de unos gestores neoliberales sin escrúpulos en algo sencillamente grotesco y más teniendo en cuenta que hay referentes cinematográficos que nos indican por donde pueden ir los tiros.

Uno de esos referentes cinematográficos es la siempre controvertida, por excesiva en sus planteamientos, "Cuando el destino nos alcance" (1974), donde en una superpoblada y parada Nueva York del año 2022 un policía, Thorn (Charlton Heston), subcontrataba a un jubilado, Sol Roth (Edward G. Robinson), para que le realizase todo el trabajo de investigación y oficina:

En fin, "sólo espero que nuestros jubilados y parados no acaben como en la película".