Era Rajoy - Año 0 - Día 191

Al fin parece que en Europa se están empezando a dar cuenta de que el problema no es sólo de España y sus bancos. El día de hoy marcará un antes y después en la política europea. La partida final contra el Euro, esa moneda que compartimos todos se decidirá durante las próximas cuatro semanas. Ha tenido que llegar la prima de riesgo española hasta los 539 puntos básicos para que se disparen todas las alarmas en Bruselas, tornando la mayoría de palos que nos ofrecían en zanahorias. Si antes se hablaba de que se podría intervenir a España por su mala gestión de la crisis, ahora alguna mente bien pensante en Bruselas se ha dado cuenta que al día siguiente de caer España caería también Italia (su prima de riesgo ha subido también hasta los 467 puntos básicos) con lo que el fondo de rescate sería poco más que calderilla y no podría evitar el fin de la Eurozona. La correa de Merkel se afloja por momentos, aunque ella siga viviendo su utopía insensata en Alemania, no es de cargo que esté colocando bonos a dos años al 0% de interés.

Mágicamente, como si nunca hubiese pensado en ello, la Comisión Europea de pronto se ha sacado de la chistera dos medidas que probablemente le permitirán salvar el primer round a España: el retraso en un año de la obligación del cumplimiento del déficit del 3% (con más medidas de ajuste de por medio) y que el fondo de rescate actúe directamente sobre los bancos evitando la intervención directa del país. Ambas medidas chocan frontalmente con la heterodoxia marcada por Merkel pero parece que se están dando cuenta en Bruselas que esta mujer ya se está pasando un poco con su modelo para Europa. Si no se abre un poco la mano ya las elecciones griegas de dentro de tres semanas marcarán el fin de la Eurozona, que caerá como un castillo de naipes.

Se me ocurren varios escenarios:

• El primero consiste en que las tesis de Merkel triunfen, interviniendo de forma suave Italia y España, lo que los convertiría en países satélite de una Gran Alemania con pies de paja, ya que los números de crecimiento en los que basa su plan son cuando menos pura ficción. Es mentira que Alemania pueda sobrevivir exportando a Asia los productos que no se comprarán en la Eurozona por mucho que baje el Euro (que se está hundiendo a marchas forzadas frente al dolar). La verdad es que poco a poco se está enfriando la Eurozona, véase que la inflación ya está en el 1,9% y bajando (el precio del petróleo está bajando al mismo ritmo cambio con respecto al dólar, por lo que justificarlo por aquí es cuando menos curioso), que para nada es un signo de recuperación. El final del cuento es una crisis a la japonesa con tipos de interés por lo suelos y lidiando con la deflación (el verdadero ogro de la economía capitalista y que casi nadie quiere mentar).
• El segundo consistiría en que éstas fracasen y se rompiese la Eurozona por el Sur con la salida de España, Portugal, Italia y Grecia del Euro, convirtiendo a estos en países con monedas propias fuertemente depreciadas, siendo su única posibilidad crear economías al estilo chino, con bajos costes laborales, gracias al dinero que procedería de la propia China. Al final de este cuento Alemania se encontraría en el patio trasero una competencia tan desleal que tendría que entrar en la misma dinámica aunque no quisiese con lo que los réditos iniciales se tornarían en desastre.

¿Por qué no hablo de Rajoy en este artículo? Pues porque pase lo que pase su gobierno está abocado al cese y convocatoria de nuevas elecciones. Ya sea por la digestión del pueblo de las medidas antisociales para seguir en el plan de Merkel o por la inesperada salida del Euro. En el caso intermedio sólo cabría esperar un gobierno tecnocrático en el que él no estaría seguro. De todas formas te dejo una instantánea del amigo Montoro por si te preguntas como ve él el tema:

En fin, todos los frentes están abiertos en esta enconada batalla por la supervivencia del Euro y que nada tiene que ver con los tejemanejes de Zapatero al frente de nuestro país, que es de lo que se trata en realidad. Y por cierto, la casta de inútiles llega hasta el propio BCE, dado que es imposible concebir una teoría que pueda sustentar el error cometido al negar las afirmaciones del Financial Times de esta mañana. Bueno, vamos con nuestro contador particular que cada vez se torna más ficticio, "en teoría nos quedan 1271 días de la Era Rajoy".