Hoy te traigo una de esas curiosidades que aún me fascinan como físico (más bien aficionado en estos tiempos) y que recuerdan que la mayoría de los conocimientos que aprendí en la facultad, aunque de una forma bastante esquiva, tienen su aplicación en el mundo real. Uno de ellos era el comportamiento de los trenes de ondas, cuya formación es evidente en cualquier riachuelo que se precie, pero en principio inesperados en la atmósfera de otro planeta.
Pues Venus, gracias a su densa y supuestamente estratificada atmósfera, está llena de ellos como se puede comprobar en las últimas imágenes que ha enviado la Venus Express, provocados al parecer por las altas montañas que coronan el más pequeño de sus dos "continentes" (para ser más exacto altiplanicies), Ishtar Terra. Para el que no lo sepa, por ejemplo, la montaña más alta de Venus, el Maxwell Montes que se encuentra por esos lares, alcanza la friolera de 11 kilómetros de altitud (en este caso sobre el radio promedio del planeta, dado que en Venus no hay océanos). Por lo tanto no es extraño pensar que provoque los mismos efectos que un guijarro en el fondo de un riachuelo en una atmósfera tan densa. Hecho que nos permite apreciarlos en la porción de la atmósfera más externa del planeta que se encuentra 60-70 kilómetros por encima del radio promedio del planeta de esta guisa:
En fin, "no todo iban a ser temperaturas que son capaces de derretir el plomo en nuestro díscolo planeta hermano, siempre tan raro que hasta gira en sentido contrario para darnos eternamente la espalda".
¿hoy toca hablar de pelotas de ping pong?
ResponderEliminarestaba pensando en el guijarro antes de llegar a la lectura... que cosas tiene la mente
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