Hace dos días, Google presentó su sistema operativo, el Google Chrome OS, o como ya se le está denominando, el Chrome supervitaminado. En en fondo las diferencias entre el navegador y el sistema operativo de cara al exterior son mínimas. Por contra, en el interior se trata de una distribución Linux basada en Debian, con muchas limitaciones.
En primera instancia vende dos cosas en las cuales falla estrepitosamente el sistema operativo dominante (el Windows de Microsoft en todas sus variantes): virus y velocidad tanto en el arranque del sistema operativo como en la ejecución de aplicaciones (lo de ser gratuito no sirve, ya que la mayoría de las distribuciones Linux lo son). Para ello han construido un sistema operativo liviano que se quede ligado a la máquina (en principio a los horribles netbooks que circulan por todas partes. Se nota que tengo los dedos grandes) y que se limite a la ejecución de aplicaciones en la nube (en los propios servidores de Google o en los de terceros). Es decir, que en el fondo es un pequeño kernel Linux que simplemente tiene como misión hacer correr un navegador Web. La gracia de que no tendrá virus está en que la partición del sistema operativo será sólo de lectura y las actualizaciones se obtendrán de la propia Google bajo un conexión cifrada.
Curiosamente, analizando mi uso del ordenador en los últimos meses, he llegado a la conclusión de que la mayoría del tiempo lo he pasado utilizando mi sólido Firefox para redactar este blog. Además también me he dado cuenta de que cada vez utilizo más a menudo las aplicaciones adjuntas a mi cuenta de Google (te asombraría saber la cantidad de ellas que tengo activadas). Podrías decir, bueno, cuando llegue pásate y olvídate de los quebraderos de cabeza, ya que cubre tus necesidades, como se empeña en convencerme el propio Google con este simpático vídeo:
Pero el problema está en ese pequeño porcentaje de tiempo que dedico a utilizar programas que no tiene cabida en este sistema por el momento. Google Docs está bien para hacer una pequeña hoja de cálculo o redactar una programación didáctica, pero falla irremediablemente cuando intento utilizar una hoja de cálculo con docenas de condiciones relacionadas (la de las notas de mis alumnos) o trato de preparar un examen de Matemáticas. Lo mismo pasa con la edición de vídeo, el retoque fotográfico o mi querida mulita (Hulu sólo es para los norteamericanos y de Megavideo mejor no hablar).
Está claro que la nube es el futuro, como nunca me canso de decir (mis alumnos pueden dar fe de ello), pero todavía le faltan unos cuantos años. "No creo que haya llegado el momento de las máquinas tontas todavía, al igual que tampoco llegó la década anterior destruyendo la credibilidad de muchos supuestos especialistas".
Curiosamente, analizando mi uso del ordenador en los últimos meses, he llegado a la conclusión de que la mayoría del tiempo lo he pasado utilizando mi sólido Firefox para redactar este blog. Además también me he dado cuenta de que cada vez utilizo más a menudo las aplicaciones adjuntas a mi cuenta de Google (te asombraría saber la cantidad de ellas que tengo activadas). Podrías decir, bueno, cuando llegue pásate y olvídate de los quebraderos de cabeza, ya que cubre tus necesidades, como se empeña en convencerme el propio Google con este simpático vídeo:
Pero el problema está en ese pequeño porcentaje de tiempo que dedico a utilizar programas que no tiene cabida en este sistema por el momento. Google Docs está bien para hacer una pequeña hoja de cálculo o redactar una programación didáctica, pero falla irremediablemente cuando intento utilizar una hoja de cálculo con docenas de condiciones relacionadas (la de las notas de mis alumnos) o trato de preparar un examen de Matemáticas. Lo mismo pasa con la edición de vídeo, el retoque fotográfico o mi querida mulita (Hulu sólo es para los norteamericanos y de Megavideo mejor no hablar).
Está claro que la nube es el futuro, como nunca me canso de decir (mis alumnos pueden dar fe de ello), pero todavía le faltan unos cuantos años. "No creo que haya llegado el momento de las máquinas tontas todavía, al igual que tampoco llegó la década anterior destruyendo la credibilidad de muchos supuestos especialistas".
Sí, yo también le veo muchos fallos. Todavía no permite poner la cafetera, no manda al coche a la gasolinera, no va a trabajar por mí.
ResponderEliminarLa verdad es que este ¿sistema operativo? basado en ¿Linux? como dices sólo sirve para navegar.
VIVA WINDOWS
VIVA OPERA
yo uso chrome como navegador, a esperas de que saquen algun navegador basado en star trek
ResponderEliminarYo es que estoy en una nube y no me he leído ninguna entrada desde hace varios días...
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarSi todo eso que has mencionado está fenomenal, pero a mi ver google la ha "liado" al olvidarse de una cosa muy importante que hasta ahora había seguido bastante bien: software libre, gratis para particulares (para empresas mas prestaciones y pagar) y ¡descargable!, lo que hacia que hasta ahora nadie se preocupara en piratear ningún programa que viniera de Mountain View.
APor lo que se ve el "navegador" solo ira "adosado" a los netbooks, y empezara la carrera por "universalizarlo" por parte de la comunidad.(crakearlo, piratearlo..universalizarlo...jj)
Si algo hemos aprendido gracias a microsoft es que no hace falta pagar por el software si tienes tiempo y ganas.
Esperemos que se den cuenta..