sábado, 14 de noviembre de 2009

Sesión de palomitas (39): Sospechosos habituales

En los últimos 30 años la separación existente entre los directores, actores y productores se ha difuminado. Ahora es complicado seguir la carrera de un director en concreto, ya que su sello está plasmado en muchas más películas que las que ha dirigido. Si a esto además sumamos esa extraña connivencia que se está produciendo entre la televisión y el cine, dos medios que están viviendo sus momentos finales, la imagen que nos queda es mucho más complicada. Uno de esos productores directores es Bryan Singer (algo parecido a lo que es J.J. Abrams, pero éste viniendo del mundo televisivo (véase: "Sesión de palomitas (25): Star Trek XI"). Hoy vamos a comentar el gran éxito que lanzó su carrera, "Sospechosos habituales" (1995).

Sospechosos habituales (1995)

Título original: The Usual Suspects
Duración: 105 min
Director: Bryan Singer
Guión: Christopher McQuarrie
Música: John Ottman
Fotografía: Newton Thomas Sigel
Reparto: Kevin Spacey, Chazz Palminteri, Benicio del Toro, Gabriel Byrne, Stephen Baldwin, Pete Postlethwaite, Giancarlo Esposito, Dan Hedaya, Suzy Amis, Kevin Pollak
Sinopsis: Dave Kujan, un agente especial que trabaja para el servicio de aduanas de EEUU, está investigando las consecuencias de un incendio a bordo de un barco en el puerto de San Pedro de Los Ángeles, con un balance de 27 víctimas mortales, todas aparentemente asesinadas. La única fuente de información de Kujan es Roger Kint, un estafador lisiado que sobrevivió al incendio. Kint cuenta que todo comenzó 6 semanas atrás en Nueva York cuando 5 delincuentes, 5 "sospechosos habituales", fueron detenidos para una rueda de reconocimiento referente al robo de un camión de armas...

Bryan Singer (1965) es un director un poco extraño, ya que siempre persiguió dirigir superproducciones (algo bastante raro en este mundillo, donde uno no lo desea sino que se convierte por necesidad a esta religión), como el mismo afirma en una entrevista (extraído de "Dirigido por..." Nº 385, Enero 2009, página 37):

"¿Cómo has pasado de ganar el premio de Sundance a hacer grandes superproducciones en Hollywood? Creo que desde que empecé a hacer películas en ocho milímetros cuando tenía once años y vivía en Nueva Jersey, siempre quise hacer este tipo de superproducciones. Me encantaban las películas hollywoodienses, y si te fijas en Public Access vas a ver que para haber sido rodada en dieciocho días con doscientos cincuenta mil dolares era una película muy intensa. Tenía muchísimas localizaciones, infinitos movimientos de cámara y un buen diseño de sonido. Si me pongo a pensar en las películas favoritas de mi infancia, siempre voy a encontrar algunos films independientes muy osados, pero las películas que más me inspiraron mientras crecía eran aquellas que establecieron una conexión entre el cine independiente y el cine masivo, aquellas que sólo se pudieron hacer en los setenta y a principios de los ochenta. Tiburón (ver crítica: "Sesión de palomitas (19): Tiburón") sigue siendo mi película favorita. Es un film muy dinámico, los personajes y las relaciones entre los tres personajes principales son fantásticos, y es básicamente un ejercicio cinematográfico fascinante. Es una versión muy sofisticada de "El enemigo del pueblo"..."

Para conseguir llegar a la producción y dirección de este tipo de largometrajes estudió Dirección Cinematográfica en la Escuela de Artes Visuales de Nueva York y dos años más tarde se trasladó a Escuela de Cine y Televisión de la Universidad del Sur de California en Los Ángeles, donde se cuece el meollo de todas las superproducciones. Por cierto, a modo de curiosidad, la mayor parte de su equipo actual está formado por los amigos que hizo en estos años de Universidad (Juan, toma apunte de esto).

Su filmografía oficial se inicia con la dirección de un mediometraje (25 minutos de duración) conocido como "Lion's Den" (1988), que tenía como uno de sus protagonistas al actor Ethan Hawke ("El club de los poetas muertos" (1989), "Gattaca" (1997)), que es un amigo de su infancia. Su primer largometraje fue, como ya has leído en el extracto de la entrevista, "Public Access" (1993), un thriller ambientado en un bucólico pueblecito que ganó el Festival de Sundance (el festival de cine independiente norteamericano patrocinado por Robert Redford). El éxito obtenido por este premio le permitió rodar la película que hoy estamos comentando, "Sospechosos habituales" (1995), con la que fue encumbrado al ganar las dos únicas nominaciones que tenía en los Oscars: mejor actor secundario (Kevin Spacey) y mejor guión original.

Después llegaría su primera película bajo el abanico de un gran estudio, en este caso Columbia, "Verano de corrupción" (1997), donde trataría de reeditar el éxito de la película anterior con un desenlace inesperado, utilizando para ello un relato de Stephen King. Y tres años más tarde alcanzaría su sueño dirigiendo su primera superproducción, "X-Men" (2000), basándose en la exitosa serie de cómics de Marvel (a modo de curiosidad decir que había rechazado el proyecto cuatro años antes). El éxito de taquilla de ésta provocó que realizase también una segunda parte, "X-Men 2" (2003), la mejor de la saga hasta el momento. Ambas para 20th Century Fox.

En 2004 realiza su desembarco en el mundo de la televisión dirigiendo el piloto de la exitosa serie creada por David Shore, House, M.D., y en la que se mantiene como productor ejecutivo. Esta suerte de cruce entre Sherlock Holmes y los dramas hospitalarios, de gran éxito en la actualidad (de la que soy un fiel seguidor) le proporcionó cierta holgura económica y la posibilidad de cierta independencia con respecto a los grandes estudios. Está claro que cuando hay un personaje tullido de por medio su carrera mejora.

Con viento en popa y supuestamente especialista en cine de superhéroes, decidió probar suerte con otro gran estudio, Warner Bros (deseosa de revitalizar un viejo producto dada la avalancha de películas basadas en cómics), y otra editorial emblemática, DC. Se atrevió con Superman y rodó su peor película hasta el momento, "Superman Returns: El regreso" (2006), que fracasó en los Estados Unidos y triunfó en el resto del mundo (algo extraño teniendo en cuenta que Superman es un héroe netamente norteamericano, sin la complejidad que pueden tener Batman o Spiderman).

Bueno, visto que el género de superhéroes a lo mejor no es lo suyo, planteó un nuevo giro a su carrera, dirigiendo una película histórica, a medio camino entre lo bélico y lo dramático, "Valkiria" (2008), una película correcta aunque se nota en cada plano el poder de Tom Cruise dentro de la producción.

Para el futuro nos esperan algunas sorpresas por parte de este director. La primera es la adaptación cinematográfica de la saga de la astronave Galactica, "Battlestar Galactica" (2011) (para más información véase: "Nueva versión de Battlestar Galactica"), en un nuevo giro a su carrera y con cambio de estudio incluido, ahora trabaja para la Universal (por cierto, es un reconocido fan de Star Trek). Más adelante tiene un par de proyectos en la cartera: "Jack the Giant Killer" (2011) y "Excalibur" (2012).

En fin, vamos con la crítica de la película "Sospechosos habituales" (1995). Se trata de un filme tramposo en su estructura argumental ya que está completamente enfocado a su final efectista. Lo que en principio puede parecer un defecto es en realidad su mayor virtud. Esto le permite a Bryan Singer y el guionista Christopher McQuarrie crear una atmósfera falsa donde una gran cantidad de personajes estereotipados deambulan. Estos además no son importantes para la trama, sino que el espectador dirige toda su atención durante su visión a descubrir si existe o no Kaiser Sossé, y si es el caso, ¿quién es? Es decir, que el espectador es como un segundo policía que trata de desentramar la historia a partir del interrogatorio que está realizando el detective Kujan.

Para conseguir que esta atmósfera falsa funcione, la película está narrada mediante una serie de flashbacks que coinciden con el relato de Roger 'Verbal' Kint (Kevin Spacey) en la comisaría de policía. Por lo tanto, al ser una versión narrada por un supuesto espectador, la irrealidad de las escenas y los estereotipos tienen justificación. Pero, al igual que una cebolla, si escarbamos un poco encontramos una nueva capa, ésta planteada desde el punto de vista de la fotografía. Cuando al final se descubre que todo el relato de Kint es falso, nos damos cuenta de que el único trozo verídico es aquel que se había encubierto como ficticio, como si de un cuento se tratase. Me estoy refiriendo a este corte donde se desgrana la génesis del mítico Kaiser Sossé:



Otro de los detalles a destacar es la cantidad de personajes utilizados en la historia, con pequeños papeles cada uno, que le da un aspecto coral al filme. Muy en la línea de "Reservoir Dogs" (1992) de Quentin Tarantino, que también juega con la estructura de la narración.

En resumen, se trata de una película de cine negro que busca, mediante la utilización de los elementos básicos del género, crear una perspectiva nueva que pueda sorprender al espectador (cada vez quedan menos juegos de artificio como estos en las manos de los guionistas, como hemos podido ver en esta década).

Lo mejor del filme:

  • El uso de personajes estereotipados: el policía corrupto que trata de reconvertirse, el tullido inteligente, el delincuente latino mal hablado, el delincuente agresivo con poca mollera, el policía que no ceja en la búsqueda de la verdad, etc.
  • La narración mediante flashbacks.
  • El personaje interpretado por Pete Postlethwaite, el irreductible abogado Kobayashi.
  • La escena del relato del asesinato de la familia de Kaiser Sossé.
  • La escena de la rueda de reconocimiento, como no podría de ser de otra manera.
  • La escena final, cuando el Kint empieza a andar (eso vale dos Oscars de la Academia).

Lo peor:

  • Algunas tomas a cámara lenta, que son efectistas pero que no aportan nada.
  • Las escenas del barco, filmadas mediante grúa, parecen sacadas de otra película (se notan las ganas que tenía este hombre de rodar una superproducción).

En cuanto a las anécdotas que rodean a este film, las más famosas son:

  • La idea de la película surgió a partir de un póster donde se veía a cinco pistoleros en una rueda de reconocimiento.
  • El título de la película viene de la famosa frase: "¡Detengan a los sospechosos habituales!"; que se puede oír en la película "Casablanca" (1942).
  • La escena de la rueda de reconocimiento en principio era seria, pero dada la incapacidad de los actores para interpretarla de esa manera, se decidió incluir en el montaje final una de las mejores tomas falsas.
  • El personaje de Kaiser Soze está inspirado en un personaje real que se llamaba John List. Éste mató a su familia y desapareció durante 17 años.
  • El papel de Dave Kujan fue rechazado por Robert De Niro y Christopher Walken.
  • La frase: "El mejor truco que el diablo inventó fue hacer creer al mundo de que no existía"; es del poeta francés Charles Baudelaire.
  • Durante la película, en versión original, se pueden oír "fuck" y sus derivados durante 98 ocasiones, a casi una por minuto.

Como siempre te dejo el trailer que se pudo ver en las salas norteamericanas:



Además es una película con frases legendarias que han dado la vuelta al mundo, las más famosas son:

"El mejor truco que el diablo inventó fue hacer creer al mundo de que no existía."

"¿Quién es Kaiser Sossé?"

"Luego enseñó a esos hombres duros lo que significa la voluntad."

"Una historia de fantasmas que los criminales le cuentan a sus hijos en las noches."

"Yo no creo en Dios, y sin embargo le temo."

"Pues, yo creo en Dios, y la única cosa que me asusta es Kaiser Sossé"

"Un hombre no puede dejar de ser lo que es."

"Sí, a veces, ya sabes, rumores sin más... un tipo que trabajaba para alguien que trabajaba para alguien que recibió dinero de Kayser Söze, rollos de esos."

En definitiva, una película muy buena, con final sorprendente y talismán de su director. "Yo que él introduciría un personaje tullido en la próxima versión de Battlestar Galactica".

5 comentarios:

  1. Estan haciendo un remake de Excalibur?
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    Por que?

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  2. Por la misma razón de siempre. "Excalibur" es una película inglesa y no debe gustarles el acento.

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  3. poderoso caballero es don dinero...
    por cierto, he estado haciendo comparaciones y la mayoria de los remakes de peliculas, que se convierten en videojuegos son una mierda (exceptuando los de star wars, el señor de los chuchillos y alguno mas); y todos los remakes de videojuegos que se convierten en peliculas son una mierda (esta vez si, sin distincion).
    encima de poco originales, hacen mal su trabajo...
    poderoso caballero es, poderoso

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  4. Si hablas de adaptaciones y no de remakes:

    Hombre, es que son dos medios muy diferentes. Es muy dificil adaptar un videojuego a una película, y una película a un videojuego, aunque es algo más factible, no suele salir bien.

    "Prince of Persia" puede ser salvable. El diseñador del juego es guionista y coescribe la película.

    "Pirates of the Caribbean" es algo muy cercano a la película de "Monkey Island" (tanto que las influencias se están cruzando tanto que es difícil saber quien influye a quien -vease el caso de "On Stranger Tides", un libro que influyo a Monkey Island y que va a convertirse en la cuarta entrega de Piratas).

    Sin ser una película basada en un videojuego, "Tron" tiene gracia, y además hay muchos videojuegos buenos basados en la película.

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  5. pero dime si no se podria hacer una buena pelicula de videojuegos con argumentos como el de world in confilct o fallout. desde luego si se aplicaran como debieran, podrian sacar maravillas.
    y al reves tambien, porque aun espero un juego de star trek a la altura de lo que puede dar de si ese mundo. (el famoso star trek online que van a sacar dentro de poco, parece bien, pero no me acaba de convencer... veremos)

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