Doble tormenta digital

Me imagino que te estarás preguntando la razón de que haya dejado de publicar abruptamente el pasado viernes. Bueno, ha sido por un pequeño problema técnico en el cual un servidor no ha tenido casi ninguna culpa. Dos tormentas eléctricas, la primera en la madrugada del viernes al sábado y la segunda en la misma noche del sábado se llevaron por delante la infraestructura de Telefónica de la zona y la de la televisión digital terrestre respectivamente.

Obviamente la segunda fue resuelta en pocas horas, no fuese a saltar sangre ante la inminencia de la carrera de Alonso el domingo a mediodía (en las doce horas que tardaron en hacer la reparación sólo se recibían en los receptores las dos cadenas privadas autonómicas, La 7 y La 8, y esRadio Castilla y León, lo suficiente para causar más de un trauma).

En cuanto al resultado de la primera tormenta, todo aquello que no estaba protegido por un fusible o un interruptor se quemó, incluidos algunos teléfonos inalámbricos. Además bastantes acometidas de Telefónica que hicieron saltar sus interruptores de seguridad, cortando la línea de teléfono. Ahora bien, mi gran metedura de pata fue pensar que al ser un problema generalizado en Béjar se revisarían todas la líneas, razón por la cual tardé en llamar al servicio técnico. Craso error. Mi tardía llamada me coloco casi al final de una lista enorme de incidencias. Y si sumamos que en Béjar nos encontrábamos en el infame doble festivo (las dos fiestas locales sacrificadas de una tacada), donde todos los comercios cierran y la mayoría de los bejaranos aprovechan para marchar pitando de aquí (incluidos todos los técnicos de Telefónica ubicados en la ciudad, que se han tomado una semana de vacaciones) te puedes imaginar cuando llegó el técnico de Telefónica desde Salamanca para devolverme a la Red de redes, hace sólo 4 horas.

De todas formas parece que no me he perdido demasiado: la esperada decepción olímpica, la destrucción de unas agendas que no servían para nada, la marcha atrás por segunda vez del ataque a Siria y que la Keynote de Apple no la están retransmitiendo en directo (y mira tú por donde, es mucho más interesante que la anterior, con ese nuevo pedazo de procesador A7 de 64 bits, no quiero imaginarme como será la versión para el nuevo iPad, y ningún reloj a la vista).

Por otro lado he aprovechado este pequeño parón para ponerme al día con respecto a las series de ciencia ficción que había dejado aparcadas durante el verano (por eso de meter un poco de cizaña). Aunque Falling Skies va de seria me resulta muy gracioso que cada vez comparta más nudos argumentales con V (¿en serio? La niña de la estrellas, con crecimiento acelerado también) y que cada temporada acabe exactamente igual que la anterior, tratando de destruir un inmenso artefacto alienígena (parecen los jefes finales de un videojuego).

En cuanto a Under The Dome (La cúpula por estas tierras), el gran éxito de audiencia tanto en USA como España, parece que va mejorando poco a poco, aunque todavía no estoy muy convencido de su calidad intrínseca, ni de porque le gusta tanto a la gente. Habrá que ver como acaba la semana que viene. Sí tranquilo, que también he visto los finales de Defiance y Continuum, y son merecedoras de sus renovaciones aunque su perfil sea más bajo que las propuestas de Spielberg anteriores.

Y la gran sorpresa para mi ha sido Orphan Black. Aunque el episodio piloto me dejó bastante frío hace tres meses, ayer me hice completamente adicto a la serie (me vi los 9 restantes de una sola tacada). Sin ser el argumento nada del otro mundo, con excesivos elementos cómicos para el gusto general (muy en la línea de la ciencia ficción británica, aunque la serie sea canadiense), el papelazo que hace la canadiense Tatiana Maslany interpretando a sus diferentes clones simultáneamente es simplemente impresionante (altamente aconsejable verlo en versión original para apreciar los cambios de acento e interpretación).

En fin, "os dejo hasta mañana si no hay otra tormenta perfecta que me deje incomunicado de nuevo digitalmente hablando".