La crisis económica ya ha llegado. No quiero resaltar que la predije cuando en los medios de comunicación hablaban de suave desacelaración. Ahora forma parte de nuestro vocabulario expresiones que eran malditas para nuestros políticos: ERE, bajada drástica del consumo, negación del crédito, destrucción del empleo y, la peor de todas, recesión.
No quiero hacer sangre de lo obvio, pero algo debe quedar claro: "la crisis que estamos sufriendo es algo duradero, no pasará en unos meses". Los miles de millones de euros que se han volatilizado en la bolsa tienen que pasar factura a la economía real, ya sea en forma de impuestos para financiar el salvamento de los bancos (que nadie piense que el dinero aportado por los estados ha sido simplemente imprimido, sino que ha pasado a engrosar la deuda de éstos y al igual que un particular, con el paso del tiempo, los intereses llegan), o en la falta de recursos para financiar las empresas (lo que ocasiona ERE y despidos, ya que es la forma más sencilla de sanear las finanzas de éstas).
La gran ventaja del capitalismo es que es capaz de generar riqueza con facilidad y rapidez, pero su gran defecto es que corrige con crueldad y la misma rapidez los desbarajustes que ocurren a su sombra. Y cuando se ha vivido tres lustros de crecimiento sostenido es fácil olvidar el prefecto fundamental de la economía capitalista: que es cíclica, es decir que después de una época de vacas gordas tiene que llegar la de las flacas, y que cuando más alto se sube, más dura será la caída.
Podemos echarle la culpa a las famosas hipotecas basura y a los desalmados que negociaron con ellas (por cierto, muchas detenciones por parte del FBI, pero por ahora ninguna acusación en firme), pero la triste realidad es que todo el mundo vivía dentro de este engaño colectivo. Sólo tengo que recordar las decenas de veces que la gente me dijo que comprase un piso, dado que era una inversión segura, ya que cuando me trasladasen lo vendería por más dinero del que gasté en comprarlo, y que estando en mi situación de alquilado estaba perdiendo dinero. Todo el mundo estaba viviendo en un sueño, donde todo era posible. No fueron suficientes los avisos que llevamos escuchando desde hace años: va a explotar la burbuja inmobiliaria, la subida del petróleo va a enfriar la economía, el euro está sobrevalorado, etc.
Ahora llega el momento de cobrar y con intereses nuestra soberbia. Lo siento mucho por todas aquellas personas que les haya pillado a pie cambiado: créditos abusivos, trabajos endebles u onerosos gastos. Pero una enseñanza que siempre se saca de la historia, ya sea tecnológica, política, militar o económica, es que sale perdiendo la gente normal, no los poderosos.
Y no te confundas, esto irá a peor, "por mucho que Barack Obama sea Superman y nos vaya a salvar a todos."
La gran ventaja del capitalismo es que es capaz de generar riqueza con facilidad y rapidez, pero su gran defecto es que corrige con crueldad y la misma rapidez los desbarajustes que ocurren a su sombra. Y cuando se ha vivido tres lustros de crecimiento sostenido es fácil olvidar el prefecto fundamental de la economía capitalista: que es cíclica, es decir que después de una época de vacas gordas tiene que llegar la de las flacas, y que cuando más alto se sube, más dura será la caída.
Podemos echarle la culpa a las famosas hipotecas basura y a los desalmados que negociaron con ellas (por cierto, muchas detenciones por parte del FBI, pero por ahora ninguna acusación en firme), pero la triste realidad es que todo el mundo vivía dentro de este engaño colectivo. Sólo tengo que recordar las decenas de veces que la gente me dijo que comprase un piso, dado que era una inversión segura, ya que cuando me trasladasen lo vendería por más dinero del que gasté en comprarlo, y que estando en mi situación de alquilado estaba perdiendo dinero. Todo el mundo estaba viviendo en un sueño, donde todo era posible. No fueron suficientes los avisos que llevamos escuchando desde hace años: va a explotar la burbuja inmobiliaria, la subida del petróleo va a enfriar la economía, el euro está sobrevalorado, etc.
Ahora llega el momento de cobrar y con intereses nuestra soberbia. Lo siento mucho por todas aquellas personas que les haya pillado a pie cambiado: créditos abusivos, trabajos endebles u onerosos gastos. Pero una enseñanza que siempre se saca de la historia, ya sea tecnológica, política, militar o económica, es que sale perdiendo la gente normal, no los poderosos.
Y no te confundas, esto irá a peor, "por mucho que Barack Obama sea Superman y nos vaya a salvar a todos."
exactamente, coincido en eso.
ResponderEliminarEL DAÑO EN LA VISTA YA ESTA ECHO
y para que no vaya a más: HUELGA
El 5 de noviembre nadie entrará en este libro-ladrillo-chat-blog.
ççpor una vista mejor. El 5-N no entres a leer a Chuchi
Con la h
ResponderEliminarCon la u
Con la e
Con la l
Con la g
Con la a
H-U-E-L-G-A
Dejar de mirar el blog e imaginaros a Chuchi vestido de animadora con los pompones...
No, no, mejor no os lo imagineis.... mirar el blog, mirar el blog...
No creo que Obama sea ningún superhombre. Veremos si gana, y después veremos si logra conseguir que todo vaya a mejor.
ResponderEliminarDibujando la Crisis
Ganar si no gana es porque la gente miente mucho en las encuestas.
ResponderEliminarPorque la ventaja que tiene es tremenda, y no queda nada para las elecciones.
Eso sí, que arregle algo yo lo dudo. Ni siquiera creo que sea capaz de mejorar las relaciones internacionales de EEUU, que son las que más dependen de supuestas "ideologías" de los dos partidos.
Pero ojo, me gustaría equivocarme. Una apuesta. Quién piensa que en los 4 primeros años de mandato vaya a cerrar Guantanamo o a prohibir la tortura por parte de agentes Americanos. O que vaya a replegarse de Iraq of Afganistan. O que no vaya a meterse en ninguna guerra. si hace una sola de estas cosas ya sería suficiente.
En cuestiones económicas, si nos salva alguien es Sarkozy. HAHAHAHA!!!
No en serio, a ver quien es el majete que está de acuerdo ahora con la privatización de empresas...
¿Crisis? ¿Qué crisis?
ResponderEliminarYo más bien lo llamaría estupidez de algunos (muchos). Y tiene una solución muy sencilla... Se deja que los bancos y constructoras (manejados por políticos y chorizos, que es más o menos lo mismo) se vayan todos al garete, se les quita todo lo que aun les quede para pagar lo que deben a sus clientes y que el Estado acuda para cubrir a los clientes que aun no hayan recuperado todo su dinero.
Contra la crisis de la vista: HUELGA
ResponderEliminarMe niego a hacer huelga porque estou en crisis de ideales.
ResponderEliminarPor eso y por llevar la contraria.