De regreso con uno de mis directores preferido, Gregory La Cava. Esta vez con otra genial comedia, de las que ya no se hacen por el atontamiento general que se ha producido en el público en los últimos 70 años, "Damas del teatro" (1937).
Damas del teatro (1937)
Título original: Stage Door
Duración: 92 min
Director: Gregory La Cava
Guión: Morrie Ryskind y Anthony Veiller
Música: Roy Webb
Fotografía: Robert De Grasse
Reparto: Katharine Hepburn, Ginger Rogers, Adolphe Menjou, Andrea Leeds, Gail Patrick, Lucille Ball, Eve Arden, Constance Collier, Jack Carson, Franklin Pangborn, Ann Miller
Sinopsis: Un grupo de chicas, unidas por el mismo deseo de triunfar en el teatro, conviven en una residencia regentada por antiguas actrices, las cuales muestran su entusiasmo y envidia al mismo tiempo ante el futuro que espera a sus pupilas. Algunas logran alcanzar el éxito, pero otras no tendrán más remedio que olvidar sus sueños y volver al pueblo del que partieron un día.
Normalmente empiezo estas críticas haciendo un repaso general de la filmografía del director, pero esta vez lo veo innecesario dado que ya lo hice dentro de esta sección para otra de sus películas (véase: "Sesión de palomitas (29): Al servicio de las damas")
Lo primero que llama la atención de este film es que se basa en una obra de teatro que habla del mundillo del teatro. Lo que se podría haber convertido en un sesudo y aburrido estudio que se aventurase en el difícil camino del metateatro, se transforma en una hilarante comedia donde todo tiene cabida. Pues el teatro puede ser la base tanto de la obra de referencia como de su versión cinematográfica, donde se pierde este punto de vista tan especial, pero lo que engrandece a esta película es la rapidez de los diálogos entre las jóvenes protagonistas.
Sirviéndome de una metáfora, en esta película se ve más acción, a modo de apuñalamiento verbal entre las aspirantes a actrices, que en cualquier thriller actual con todas sus explosiones y tiroteos. Dado que aunque en primera instancia el argumento pueda parecer tópico: "joven rica que quiere triunfar por si misma sin el apoyo financiero de su familia"; éste sirve como colchón de soporte para el elemento fundamental de la película, las escenas de diálogo entre las protagonistas, que son verdaderos duelos dialécticos (y que supongo que muy difíciles de seguir entre el público actual, que se ha refugiado en los soporíferos diálogos que ofrecen programas como El Gran Hermano).
Al no conocer el texto del guión, no puedo inferir cuantos de estos diálogos son producto de los guionistas, Morrie Ryskind y Anthony Veiller, y cuantos producto de la improvisación. Ya que en el fondo la rivalidad ficticia representada en la película era un fiel reflejo de la real a la hora de conseguir los mejores papeles tanto en Broadway como en Hollywood (era una época donde todavía no se había manifestado la intelectualización del teatro, siendo un espectáculo de masas comparable al cine). O sea que me imagino que los rodajes eran como encerrar un montón de gatas hambrientas dentro del mismo set.
En fin, una obra fundamental dentro del género de la comedia y que presentó en sociedad a una gran generación de actrices.
En cuanto a lo mejor de la película:
Lo peor:
Entre las anécdotas y curiosidades que rodean a este film, las más famosas son:
Increíblemente he podido encontrar el trailer original que se pudo ver en las salas cinematográficas norteamericanas:
De todas formas se trata de un film cuya riqueza se encuentra sobre todo en los diálogos entre las protagonistas. Aquí te dejo una pequeña selección de los mejores (seguro que me dejo alguno pero necesitaría varios artículos para citarlos todos):
Título original: Stage Door
Duración: 92 min
Director: Gregory La Cava
Guión: Morrie Ryskind y Anthony Veiller
Música: Roy Webb
Fotografía: Robert De Grasse
Reparto: Katharine Hepburn, Ginger Rogers, Adolphe Menjou, Andrea Leeds, Gail Patrick, Lucille Ball, Eve Arden, Constance Collier, Jack Carson, Franklin Pangborn, Ann Miller
Sinopsis: Un grupo de chicas, unidas por el mismo deseo de triunfar en el teatro, conviven en una residencia regentada por antiguas actrices, las cuales muestran su entusiasmo y envidia al mismo tiempo ante el futuro que espera a sus pupilas. Algunas logran alcanzar el éxito, pero otras no tendrán más remedio que olvidar sus sueños y volver al pueblo del que partieron un día.
Normalmente empiezo estas críticas haciendo un repaso general de la filmografía del director, pero esta vez lo veo innecesario dado que ya lo hice dentro de esta sección para otra de sus películas (véase: "Sesión de palomitas (29): Al servicio de las damas")
Lo primero que llama la atención de este film es que se basa en una obra de teatro que habla del mundillo del teatro. Lo que se podría haber convertido en un sesudo y aburrido estudio que se aventurase en el difícil camino del metateatro, se transforma en una hilarante comedia donde todo tiene cabida. Pues el teatro puede ser la base tanto de la obra de referencia como de su versión cinematográfica, donde se pierde este punto de vista tan especial, pero lo que engrandece a esta película es la rapidez de los diálogos entre las jóvenes protagonistas.
Sirviéndome de una metáfora, en esta película se ve más acción, a modo de apuñalamiento verbal entre las aspirantes a actrices, que en cualquier thriller actual con todas sus explosiones y tiroteos. Dado que aunque en primera instancia el argumento pueda parecer tópico: "joven rica que quiere triunfar por si misma sin el apoyo financiero de su familia"; éste sirve como colchón de soporte para el elemento fundamental de la película, las escenas de diálogo entre las protagonistas, que son verdaderos duelos dialécticos (y que supongo que muy difíciles de seguir entre el público actual, que se ha refugiado en los soporíferos diálogos que ofrecen programas como El Gran Hermano).
Al no conocer el texto del guión, no puedo inferir cuantos de estos diálogos son producto de los guionistas, Morrie Ryskind y Anthony Veiller, y cuantos producto de la improvisación. Ya que en el fondo la rivalidad ficticia representada en la película era un fiel reflejo de la real a la hora de conseguir los mejores papeles tanto en Broadway como en Hollywood (era una época donde todavía no se había manifestado la intelectualización del teatro, siendo un espectáculo de masas comparable al cine). O sea que me imagino que los rodajes eran como encerrar un montón de gatas hambrientas dentro del mismo set.
En fin, una obra fundamental dentro del género de la comedia y que presentó en sociedad a una gran generación de actrices.
En cuanto a lo mejor de la película:
- Como no podía ser de otra manera, los hilarantes diálogos entre las protagonistas.
- La modernidad que transmite el film (acorde con los años del intervalo comprendido entre La Gran Depresión y el inicio de La Segunda Guerra Mundial).
- La inclusión de un protagonista masculino arrogante y manipulador.
- Las referencias al teatro sin caer en el metateatro.
- El final dramático, que transforma la comedia en tragicomedia.
- Las referencias a los madereros procedentes de Seattle.
Lo peor:
- La escena de las escaleras no está demasiado bien rodada. No me termina de convencer.
- La intervención del abogado del padre Terry Randall está muy desdibujada.
- El epilogo sobra aun con sus pocos segundos de duración.
Entre las anécdotas y curiosidades que rodean a este film, las más famosas son:
- El nombre de Katharine Hepburn se barajó para la obra teatral, pero fue desechado. Por contra, la protagonista de la obra de teatro, Margaret Sullavan, no pudo realizar la versión cinematográfica al quedarse embarazada de su primer hijo, por lo que el papel volvió a manos de Katharine Hepburn, que al final interpretó el papel de Terry Randall.
- El personaje de Anthony Powell (Adolphe Menjou) no existe en la obra de teatro original.
- Ann Miller (1923-2004), que interpretaba el papel de Annie, sólo tenía 14 años de edad en el momento del rodaje. Su último papel antes de morir fue el de Catherine 'Coco' Lenoix en "Mulholland Drive" (2001).
- La línea: "Los lirios de nuevo florecieron. Qué flor tan extraña. Sirve para cualquier ocasión."; está extraída de la obra británica "El lago" de Dorothy Massingham y Murray MacDonald, que interpretó la propia Katharine Hepburn en 1933.
Increíblemente he podido encontrar el trailer original que se pudo ver en las salas cinematográficas norteamericanas:
De todas formas se trata de un film cuya riqueza se encuentra sobre todo en los diálogos entre las protagonistas. Aquí te dejo una pequeña selección de los mejores (seguro que me dejo alguno pero necesitaría varios artículos para citarlos todos):
"¿Nueces? Abre una. Quizá haya un cheque dentro."
"¿Tiene usted una pensión para artistas o un gimnasio?"
"¿Debo disculparme acaso por haber nacido en Seattle?"
"Las patatas me tienen contando ovejas de noche."
"- ¿Cuántas puertas hay en este lugar?
- Pues hay una falsa, otra secreta y una trampa."
"Pensaré en ti cuando saboree el faisán a la bordelesa."
"Tener una profesora es perder el tiempo. Sólo es necesario sentido común."
"Podríamos dejar los baúles aquí y dormir en el pasillo. Así estarían más cómodos."
"Se nota que además de sus otras virtudes, tiene la insolencia que demuestra una educación inferior."
"No viste un empresario, querida. Sólo viste un espejismo."
"Puedes llorar en mi hombro. Me voy a bañar luego."
"El café tenía gusto a yodo. Deberían servir vendajes, también."
"No se puede tener paz sin guerra."
"- Me gusta su sentido del humor.
- Sí, se nota por el tamaño de sus zapatos."
"- ¿Te gustó mucho la sopa de verdura?
- De haber sido más espesa sería agua caliente. Si la sirven de nuevo, traeré jabón a la mesa y lavaré unos pares de medias. La carne la debió sacar de un museo de arqueología."
"Verá, mi madre ideal es joven, rubia, esbelta y algo misteriosa."
"Cada año, 50.000 chicas deciden que quieren ser actrices. Pues 49.500 se equivocan. Estarían mejor en casa lavando platos."
"Hablando de funerales, estas flores son para ti."
"¿Acaso comiste algo agrio hoy?"
"Serán grandes. Yo seré el escultor y tú serás el mármol. Te convertiré en la bailarina más famosa de Broadway. Seré Pigmalión. Y tú serás Galatea."
"Pigmalión era un escultor que esculpió en mármol una estatua de mujer. La estatua era tan bella que él se enamoró de ella. Su amor era tan profundo y tierno que le dio vida a la estatua, y vivieron felices para siempre."
"Los lirios de nuevo florecieron. Qué flor tan extraña. Sirve para cualquier ocasión.
Las llevé el día de mi boda y ahora las pongo aquí en memoria del amor que ya no existe."
"Dice el refrán que al mejor escribano se le va un borrón."
"Te gustan los feudos. Debiste vivir en la Edad Media."
"La lluvia usualmente lo moja todo."
"Se necesita algo más que maquillaje para ser actriz."
"¿Tiene usted una pensión para artistas o un gimnasio?"
"¿Debo disculparme acaso por haber nacido en Seattle?"
"Las patatas me tienen contando ovejas de noche."
"- ¿Cuántas puertas hay en este lugar?
- Pues hay una falsa, otra secreta y una trampa."
"Pensaré en ti cuando saboree el faisán a la bordelesa."
"Tener una profesora es perder el tiempo. Sólo es necesario sentido común."
"Podríamos dejar los baúles aquí y dormir en el pasillo. Así estarían más cómodos."
"Se nota que además de sus otras virtudes, tiene la insolencia que demuestra una educación inferior."
"No viste un empresario, querida. Sólo viste un espejismo."
"Puedes llorar en mi hombro. Me voy a bañar luego."
"El café tenía gusto a yodo. Deberían servir vendajes, también."
"No se puede tener paz sin guerra."
"- Me gusta su sentido del humor.
- Sí, se nota por el tamaño de sus zapatos."
"- ¿Te gustó mucho la sopa de verdura?
- De haber sido más espesa sería agua caliente. Si la sirven de nuevo, traeré jabón a la mesa y lavaré unos pares de medias. La carne la debió sacar de un museo de arqueología."
"Verá, mi madre ideal es joven, rubia, esbelta y algo misteriosa."
"Cada año, 50.000 chicas deciden que quieren ser actrices. Pues 49.500 se equivocan. Estarían mejor en casa lavando platos."
"Hablando de funerales, estas flores son para ti."
"¿Acaso comiste algo agrio hoy?"
"Serán grandes. Yo seré el escultor y tú serás el mármol. Te convertiré en la bailarina más famosa de Broadway. Seré Pigmalión. Y tú serás Galatea."
"Pigmalión era un escultor que esculpió en mármol una estatua de mujer. La estatua era tan bella que él se enamoró de ella. Su amor era tan profundo y tierno que le dio vida a la estatua, y vivieron felices para siempre."
"Los lirios de nuevo florecieron. Qué flor tan extraña. Sirve para cualquier ocasión.
Las llevé el día de mi boda y ahora las pongo aquí en memoria del amor que ya no existe."
"Dice el refrán que al mejor escribano se le va un borrón."
"Te gustan los feudos. Debiste vivir en la Edad Media."
"La lluvia usualmente lo moja todo."
"Se necesita algo más que maquillaje para ser actriz."
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