En alguna ocasión ocurren coincidencias inauditas. El sábado pasado me encontraba en casa de RK2 y Zarpitas buscando una película que pudiésemos ver junto con Inzert. Por arte de magia me crucé "12 hombres sin piedad" (1957), una obra maestra de visión obligada para todo aquel que quiera profundizar un poco en el mundillo del cine. Y la verdad es que les gustó bastante. La pena es que pocas horas después se anunció la muerte de su director, uno de mis favoritos, Sidney Lumet, a los 86 años de edad. Éste es el homenaje que le rinde Ucronía latente, como siempre en imágenes.
Sus inicios, al igual que el de otros directores de su generación, fueron primero en el teatro y después en la televisión, donde realizó series de cierto éxito para la CBS como Danger o You Are There a principios de los años 50. Pero su desembarco en el mundo del cine fue cuando menos abrumador, ya que su primer película fue la increíble y un tanto teatral "12 hombres sin piedad" (1957), donde un fantástico Henry Fonda se enfrenta contra sus once compañeros de jurado para conseguir un veredicto de inocencia en un claro caso de asesinato. Nunca se pudo ver con más claridad la mezquindad de las personas que se consideran a si mismos normales:
Dos años más tarde (y con dos películas de por medio) le seguiría un intenso melodrama con guión de Tennesse Williams y un desconcertante Marlon Brando con "Piel de serpiente" (1959):
Luego rodaría una de las mejores películas que ha retratado el terror nuclear que se vivió durante La Guerra Fría, la inquietante y ya comentada en este blog "Punto límite" (1964) (véase: "Sesión de palomitas (6): Fail-Safe"):
Un año más tarde dirigiría una de la películas más extrañas de su carrera, un drama castrense ambientando en el norte de África, con un jovencísimo Sean Connery enfrentado a "La colina" (1965) más escarpada que recuerdo:
Después realizaría una serie de películas de perfil más bajo hasta que llegó a su segunda edad de oro, primero con el implacable e insobornable "Serpico" (1973) interpretado por un inigualable Al Pacino:
Después con la suntuosa adaptación de la novela de Agatha Christie "Asesinato en el Orient Express" (1974), con un reparto coral simplemente increíble (Oscar incluido para la inolvidable Ingrid Bergman):
A la que seguiría el alocado atraco en una "Tarde de perros" (1975):
Y que acabaría con la corrosiva y oscarizada "Network (Un mundo implacable)" (1976), con la cual el mundo de la televisión nunca nos parecería igual:
Pero a principios de los años 80 se embarcaría en una serie de proyectos personales que no obtendrían el beneplácito del público, salvo tal vez el "Veredicto final" (1982) con un ya avejentado Paul Newman:
Y la entrañable "Negocios de familia" (1988):
En fin, "un director fundamental, de longeva carrera y que ha fabricado algunos de esos inolvidables momentos que han alimentado las largas charlas entre los cinéfilos, como la indescriptible corrida de toros con la que comienza "Punto límite" (1964):
Este blog se llama 12 muertos sin piedad
ResponderEliminarTe olvidas de "The Pawnbroker".
ResponderEliminarPara mí una de las mejores que hizo con diferencia.... (con "Network" y "Tarde de Perros")
Que buena la peli, aunque la traducción del título ("12 angry men" en el original), creo que es un poco patética.
ResponderEliminarDe lo demás, no opino. Solo decirte que nunca veas una peli mía... quiero vivir más años y no aparecer en una de las entradas de este blog como "in memoriam.