Estado de la era Post-PC

En las últimas semanas he podido comprobar de primera mano el estado de la era Post-PC, esa que la mayoría de los lectores de este blog no quieren ver ya que forman parte del grupo negacionista, ese que encoge día a día. En más de una ocasión un alumno ante la posibilidad de utilizar un portátil con un flamante Windows 8.1 o su teléfono móvil para escribir en un blog (o sea una tarea donde supuestamente la supremacía del equipo informático es incontestable), elige la opción móvil.

Puede sonar contraintuitivo, pero cada vez les resulta más complicado utilizar los equipos informáticos, con sus flamantes sistemas operativos de sobremesa, que pueden hacer de todo, y se sienten mucho más a gusto en entornos mucho menos flexibles y restrictivos como Android o iOS. En cuanto a Windows Phone, su opinión generalizada, después de una breve consulta en clase, es que era ese sistema de cuadrados de mierda que tenía los Lumia. Cuando hablan en pasado de la versión móvil de tu sistema operativo insignia tendrías que preocuparte bastante.

Pero la estadística definitiva suele ser la relación tanto de unos sistemas operativos como de los otros con la madre de todos los parabienes, Internet, futuro último de cualquier sistema operativo, y aunque sea la primera vez que los sistemas móviles (móviles + tabletas) superan a los equipos de sobremesa en accesos a Internet, lo que deparará el futuro cada vez está más claro vista la tendencia que manifiesta la gráfica de StatCounter:

El siguiente golpe vendrá por parte de Google, uno de los actores más interesados en el tema, ya que si en el campo de los sistemas operativos móviles se encuentra en una situación de monopolio de facto, es un contendiente residual en el campo de los ordenadores de sobremesa. Por tanto es obvio su siguiente movimiento, penalizar, vía posición en su buscador, las conexiones desde los navegadores de sobremesa frente a las de los navegadores móviles.

En fin, "la era Post-PC, esa ocurrencia que apadrinó Steve Jobs, cada vez se acerca más por mucho que alguno quieran seguir negándolo basándose en la caída de ventas de las tabletas. Pero lo único que pasa es que su ciclo de renovación es casi equivalente al de un ordenador, al encontrarse habitualmente junto al sillón de casa, lejos de los peligros que acontecen en el exterior, más propios de los teléfonos móviles".