Según avanza el mes se va confirmando el debacle de la mayor parte de la primera hornada de series nuevas que presentaban las grandes cadenas de televisión norteamericanas, con cifras en demográficos que han sido superadas con cierta facilidad por los estrenos de las cadenas de cable (hasta hace poco depositarias de la calidad pero no de grandes audiencias). Ahora bien, por alguna razón que se le escapa a un servidor (si alguien lo sabe con certeza que lo diga en un comentario) en esta ocasión las cadenas comerciales tenían guardada en la recámara cierta cantidad de estrenos para finales de este mes. Es lo que podríamos llamar la segunda hornada que en principio es bastante más prometedora que la primera.
Una de las primeras propuestas de esta segunda hornada es la surrealista Once Upon a Time. Atento al argumento, que no tiene desperdicio alguno. Imagínate que el cuento de Blancanieves acaba de forma distinta a la habitual. En vez de terminar con la malvada reina ajusticiada mediante los zapatos al rojo vivo durante la boda entre el príncipe y Blancanieves (la parte de la historia más sabrosa pero que normalmente se omite), ésta hechiza a todos los asistentes para que olviden su pasado y se conviertan en los aburridos habitantes de un pueblo de Maine llamado Storybrooke. Bueno, añade a esto que Blancanieves tiene una hija, Emma Swan (Jennifer Morrison), que fue abandonada cuando era un bebé y que desconoce tanto la identidad de su madre como el fantástico pasado de ésta hasta que aparece en la puerta de su casa su propio hijo que abandonó en la adolescencia.
Sí, ya sé que suena a culebrón barato, pero es que falta por añadir el ingrediente final, los guionistas de esta serie son los de Perdidos. ¿Quién quiere más? Bueno, esta serie que podríamos calificar de joya, sea un fracaso o se convierta en un éxito, se estrena este domingo en la cadena ABC, la cual sigue manteniendo la costumbre de adelantar en la Red los primeros 9 minutos del piloto. Así que te dejo con el comienzo de Once Upon a Time:
En fin, te imaginas que al final la serie sea un éxito y "terminan apareciendo foros en Internet dedicados a analizar sesudamente las diferentes versiones que hay del cuento de Blancanieves para tratar de desentrañar los siguientes giros de la trama. Eso sería el colmo del surrealismo".
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