Hoy había muchos temas jugosos para tratar, desde que los españoles visitamos al médico menos que los alemanes a que Illescas perdió el Campeonato de España de Ajedrez al quedar en tablas con su mujer. Pero una noticia, que no pienso molestarme en contrastar, ya que aunque sea un bulo merece toda la atención por su originalidad, me ha arrancado más de una carcajada esta tarde.
Como bien sabrás la serie South Park no suele dejar títere sin cabeza. Puede desagradarte su estilo soez pero nunca se cortan en sus opiniones sobradamente sesgadas como para enfurecer a la diana de cada episodio. Bueno, en la novena temporada de la serie hay un episodio llamado "Trapped in the Closet" que ya fue noticia hace 6 años. La razón de ello estribaba en que su protagonista, Tom Cruise, trato de retirar de la circulación el capítulo en cuestión al encontrarlo degradante tanto para su persona como para la religión que profesa, la Cienciología. Dejando a parte la opinión que tengo sobre esta religión en particular, de la que podría estar burlándome años enteros, no me extraña que Tom Cruise tratase de eliminar de la memoria colectiva cortes tan jugosos como el siguiente:
Ahora bien, a que viene todo esto. Pues porque hoy se ha sabido que la Iglesia de la Cienciología inició una investigación en toda regla de los residuos sólidos urbanos (la vulgar basura) generados tanto por los creadores de South Park y sus amigos con la esperanza de encontrar alguna vulnerabilidad con la que contraatacar, reconstruyendo para ello facturas telefónicas, registros bancarios, cartas personales y anotando la cantidad de alcohol y fármacos consumidos. En fin, como si no nos imaginásemos el estilo de vida que llevan la mayoría de estrellas cinematográficas y televisivas.
En fin, me hubiese encantado que se hubiesen encontrado en la basura al señor Mojón, "un personaje con más visos de realidad que toda la patraña que defiende la Cienciología".
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No dudes en comentar este artículo si te apetece. Sólo pedirte un pequeño favor: "no utilices abreviaturas que atenten contra nuestra lengua común".