El año se va acabando y poco a poco van apareciendo los trailers de películas que tienen su fuerza más en el argumento que en los efectos especiales. Todas ellas van buscando el premio mayor, el tan preciado Oscar que las convierta en todo un clásico y les asegure a lo largo de la próxima década pingues beneficios. Mientras los meses precedentes hemos sufrido en las carteleras producciones cuya proyección futura no pasa de llenar las salas durante las tres primeras semanas hasta que se corra la voz de que son bodrios insufribles, ahora ha llegado el momento de los intensos dramas que buscan llegar al corazón de los espectadores.
El mundillo del cine siempre ha tenido algunas constantes. Una de ellas es que en algún momento aparecerá una película de época británica con reparto de campanillas que tratará de robarle a los grandes estudios norteamericanos la más preciada de las estatuillas. Obviamente en esta ocasión lo tiene bastante difícil dado el éxito en la última ceremonia de "El discurso del rey" (2010), lo que hace bastante improbable un doblete, pero por si acaso vuelven a presentar la misma fórmula con una ligera modificación, por si cuela.
Bueno, la primera propuesta británica (en estos momentos no sé si existe otra película procedente de las islas con más posibilidades de llegar a la Entrega de los Oscars) es la sugerente "My Week with Marilyn" (2011), donde la siempre preciosa Michelle Williams (la rubia de Dawson crece) interpreta a Marilyn Monroe. Perdón, ¿qué hace Marilyn en un producción británica de época? Tranquilo, no estás alucinando, como siempre utilizan como escusa un periodo que pasó en las islas. En este caso para el rodaje de "El príncipe y la corista" (1957), la cual era una comedia de época dirigida e interpretada por un siempre impresionante Laurence Olivier. O sea que nos enfrentamos a un film que habla de cine, otro elemento a favor de esta producción, y que es tomado como excusa para llenar toda la producción con un reparto de infarto: Emma Watson, Kenneth Branagh, Eddie Redmayne, Judi Dench, Dominic Cooper, Derek Jacobi, Julia Ormond y Dougray Scott (algo habitual también en las producciones británicas con pretensiones).
Por cierto, la caracterización de Michelle Williams como Marilyn Monroe está bastante lograda como puedes comprobar en el siguiente trailer:
En fin, la mano que presenta esta película es muy fuerte: icono cinematográfico norteamericano, joven actriz norteamericana, cine hablando de cine, una historia de amor y un reparto de impresión. Ahora bien, "¿la rubia platino podrá con el antinatural caballo de guerra de Spielberg? Hagan sus apuestas".
Tengo poca esperanza en los Oscar. Acaban siendo un tributo a la industria cinematográfica por ella misma: Acaban dejando fuera la opinión del público (no es necesario recordar galardones que han dato totalmente inmerecidos ¿no, Pe?) e incluso la propia valía del homenajeado (todos recordamos grandes actores y películas que se han quedado sin su estatuilla pese a merecerla).
ResponderEliminarEn el caso de las que comentas, creo que la historia sobre Marilyn tiene un adversario demasiado duro.