domingo, 4 de mayo de 2008

La pocha amarilla

Después de mi gran duelo con 500-MAN, la pocha llegó. A más de un lector esto le pondrá los dientes largos, ya que habrá pasado mucho tiempo desde que haya jugado su última pocha.

Fue una pocha a cuatro (por falta de jugadores). Los contendientes fueron: Inzert, RK2, Poli y el mismo que suscribe este blog (que me denomino a mismo como: Yo; como siempre que llevo la puntuación (¡Hay cosas que nunca cambian!)). Por cierto, estuvo a punto de no celebrarse, dado el retraso con el cual llegó Poli.

Todos los que han jugado a este juego saben que al disminuir la cantidad de jugadores (los ideales son 5 ó 6) aumenta exponencialmente la dificultad. Reglas, archiconocidas por los jugadores habituales, que son aplicables en las partidas normales se convierten en este tipo de partidas en papel mojado.

Las puntuaciones se pueden observar en la siguiente tabla (hacer doble clic sobre ella para verla más grande):


Nota: en amarillo están resaltadas aquellas manos en las cuales pintó a Oros (puntuación doble), en verde oliva aquellas que pintó el "Bocarrana" (puntuación triple), en negrita él que iba obligado y en rojo él que iba en cabeza.

La partida comenzó con alternancias en el marcador hasta que en la sexta mano (7 cartas) solté mi típica frase premonitoria: "Aún no ha pintado a Oros". Entonces comenzó una de las pochas más extrañas que recuerdo: en 27 manos pintó 13 veces a Oros y 4 a "Bocarrana". Esto proporcionó la existencia de alternativas constantes en la puntuación entre RK2 y Yo, a lo largo del desarrollo de la partida, además del completo hundimiento de Inzert en el "oscuro pozo de la pocha", del cual nunca podría salir (obsérvese la gráfica adjunta).


Como también es sabido, este juego es equivalente al baloncesto, tanto la subida como la bajada son manos basura. Citando al "Manual": "Cuando termine la bajada, deberás estar a menos de 150 puntos de la cabeza si quieres ganar". Por lo tanto, estaba claro que la victoria podía ser mía, al encontrarme sólo a 40 puntos de RK2 cuando comenzaron las últimas 12 manos.

Sólo necesité marcar 6 a "Bocarrana" en la penúltima mano para asegurarme una victoria sin paliativos. Acabando como casi siempre en el "Olimpo de la pocha" (por encima de los 300 puntos), algo inancazable para los jugadores mediocres.

Para terminar, una cita como siempre. Esta vez un poco culta, lo admito, pero que le vamos a hacer: "Nihil difficile volenti".

2 comentarios:

  1. Madre mía como me undí (que alguien me ayude a sacar la H del fondo del oceano).

    Te esperamos en unas semanas para la revancha.

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  2. ¡Holaaaa pasadoooo! Te escribo desde el futurooooooo...

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