A lo largo de la semana, he ido recogiendo en mi cabeza una serie de ideas inconexas entre sí, hasta que esta tarde, mientras repasaba la prensa de los dos últimos días (¡Sí!, aún soy un trasnochado que sigue leyendo el periódico en papel), las conecté en una idea única. Hablemos del problema de la educación.
Sí preguntas a cualquier profesional de la educación, los problemas son siempre los mismos, con pequeñas variaciones geográficas:
- Desinterés por parte del alumnado de las clases que dan.
- Falta de autoridad dentro del aula.
- Incomprensión por parte de los padres.
- Aumento de la burocracia.
- Abandono escolar.
- Irrealidad de los currículos escolares.
- Falta de dinero para comprar material nuevo y equipo informático actualizado.
- Desautorización por parte de la administración.
- Congelación salarial.
- Precariedad del propio sistema educativo, que baila al son del color político de las diferentes administraciones.
- Integración de minorías.
- Adecuación del sistema de apoyos.
- Reducción de la ratio de alumnos por clase.
Y así podía continuar durante horas. El problema es que lo único que hacemos, al reunirnos los docentes para tratar cualquiera de estos temas, es discutir y discutir, una y otra vez. Algunas veces aparecen soluciones elegantes, pero mueren al sonar el timbre de entrada al instituto.
Todo el mundo sabe que el sistema educativo no funciona. Los profesores somos los primeros en notarlo en las aulas. Es falso ese retrato de funcionario despreocupado que tiene la gente de nosotros. La solución en principio me resulta desconocida, pero pienso encontrarla en este blog a la larga.
Lo primero que hay que tener claro (y esto va por aquellas personas que tienen más de 30 años) es que ningún sistema educativo pasado es la solución. ¡Entérense!, estamos en el siglo XXI. La diferencia entre obtener un buen o mal trabajo en la Era de la Información, no está en saberse de memoria: la lista de los reyes godos, el número exacto de obras escribió Cervantes, el reglamento de baja tensión, los phrasal verbs o el nombre de todos los huesos del cuerpo humano. Conocimientos que en su mayoría todo el mundo olvida salvo que haga crucigramas a diario.
Lo segundo que hay que tener claro (y esto va por los políticos): el incremento de horas lectivas de una asignatura no es proporcional al incremento de conocimiento de los estudiantes. Ni tampoco poner ordenadores en las aulas implica automáticamente contabilizar a los alumnos como usuarios experimentados de las nuevas tecnologías.
Lo tercero que hay que tener claro (y esto va por los padres): la educación de un niño no empieza el día que se le deja aparcado en la Guardería. Está claro que las bases de la interacción social las van a aprender dentro de sistema educativo, pero también debería esperarse de los padres un apoyo incondicional a los educadores, sin menoscabar sistemáticamente su autoridad (algo bastante doloroso cuando esto ocurre entre compañeros).
Lo cuarto que hay que tener claro (y esto va por mis compañeros): los alumnos no pueden asumir doce sistemas pedagógicos y de disciplina distintos a lo largo de la semana. Los mensajes contradictorios son tales, que al final dividen a los profesores en buenos o malos, no por sus aptitudes profesionales, sino por lo aburridas que les resultan sus clases. La carencia casi completa de comunicación interdepartamental, ocasiona la aparición de situaciones esperpénticas, en las cuales el alumno detecta contradiciones entre lo que le dijo un profesor y lo que le dijo el siguiente.
Como "raro del instituto" (denominación recién adquirida a partir de un reportaje que leí este lunes en "El País", pulsa aquí para leerlo), espero no haberte aburrido. Con este artículo inaguro una serie con la que pretendo encontrar la perfecta ley educativa. Pero dado que me encuentro en un país en lo que todo se parchea: 400€ para reactivar la economía, minitrasvases para arreglar la sequía, planes de "Éxito escolar" para subir unos puntos en el Informe PISA, etc; ésta se quedará en perfecta "una ucronía educativa".
Todo el mundo sabe que el sistema educativo no funciona. Los profesores somos los primeros en notarlo en las aulas. Es falso ese retrato de funcionario despreocupado que tiene la gente de nosotros. La solución en principio me resulta desconocida, pero pienso encontrarla en este blog a la larga.
Lo primero que hay que tener claro (y esto va por aquellas personas que tienen más de 30 años) es que ningún sistema educativo pasado es la solución. ¡Entérense!, estamos en el siglo XXI. La diferencia entre obtener un buen o mal trabajo en la Era de la Información, no está en saberse de memoria: la lista de los reyes godos, el número exacto de obras escribió Cervantes, el reglamento de baja tensión, los phrasal verbs o el nombre de todos los huesos del cuerpo humano. Conocimientos que en su mayoría todo el mundo olvida salvo que haga crucigramas a diario.
Lo segundo que hay que tener claro (y esto va por los políticos): el incremento de horas lectivas de una asignatura no es proporcional al incremento de conocimiento de los estudiantes. Ni tampoco poner ordenadores en las aulas implica automáticamente contabilizar a los alumnos como usuarios experimentados de las nuevas tecnologías.
Lo tercero que hay que tener claro (y esto va por los padres): la educación de un niño no empieza el día que se le deja aparcado en la Guardería. Está claro que las bases de la interacción social las van a aprender dentro de sistema educativo, pero también debería esperarse de los padres un apoyo incondicional a los educadores, sin menoscabar sistemáticamente su autoridad (algo bastante doloroso cuando esto ocurre entre compañeros).
Lo cuarto que hay que tener claro (y esto va por mis compañeros): los alumnos no pueden asumir doce sistemas pedagógicos y de disciplina distintos a lo largo de la semana. Los mensajes contradictorios son tales, que al final dividen a los profesores en buenos o malos, no por sus aptitudes profesionales, sino por lo aburridas que les resultan sus clases. La carencia casi completa de comunicación interdepartamental, ocasiona la aparición de situaciones esperpénticas, en las cuales el alumno detecta contradiciones entre lo que le dijo un profesor y lo que le dijo el siguiente.
Como "raro del instituto" (denominación recién adquirida a partir de un reportaje que leí este lunes en "El País", pulsa aquí para leerlo), espero no haberte aburrido. Con este artículo inaguro una serie con la que pretendo encontrar la perfecta ley educativa. Pero dado que me encuentro en un país en lo que todo se parchea: 400€ para reactivar la economía, minitrasvases para arreglar la sequía, planes de "Éxito escolar" para subir unos puntos en el Informe PISA, etc; ésta se quedará en perfecta "una ucronía educativa".
Cuando estuve en una conferencia de Saramago se me quedó grabada a fuego una frase: Se educa en casa y se enseña en la escuela.
ResponderEliminarCreo que fue muy contundente.
Por otro lado, yo siempre he sido de las "empollonas", por así decirlo, de clase, y a pesar de eso, creo que sigo manteniendo cierta cultura general, pero porque yo siempre he sido muy curiosa y me ha gustado aprender.
Con esto quiero decir que yo creo que lo que hay que hacer no es enseñar a los alumnos, sino que estos aprendan, el matiz es sutil, pero importante.
Recuerdo una de las peores profesoras que he tenido en la carrera, y sin embargo aprendí un montón, porque lo tuve que suplir vía Biblioteca. Osea que aprendí por mi cuenta.
Algo parecido me ha pasado con el inglés, en general el sistema educativo deja que desear, pero en concreto con los idiomas es abominable, he aprendido más inglés por mi cuenta que en el instituto...
Me gusta este debate, tiene mucha miga...
Con unos buenos programas en los que veas "como funcionan las cosas, con los trabajos que hoy dia presentan los crios (Encarta y alguna Wikipedia), esta claro que habría que abolir los estudios en clase, que sea via internet cada uno desde su casita, (Jesus, a la put... calle).
ResponderEliminarPues yo me apunto a las antiguas sesiones de cine de navidad a las que se alude en entradas anteriores... y contesto aqui para asegurarme que se me lee, que ultimamente no tengo tiempo de llevar esta lectura al dia.. y por cierto, yo no pongo tildes cuando escribo, ya lo se.
ResponderEliminarEs falso que TODOS los funcionarios son despreocupados, lo que no quiere decir que no existan (sí, yo estoy diciendo esto si hablamos en serio). El problema que tiene el funcionariado, y que no me cansaré de repetir, es la falta de objetivos y de consecuencias reales si no se cumplen. En una empresa privada todas las personas tienen sus objetivos que cumplir. De esta forma cada persona trata de esforzarse por cumplir lo que de él se espera. El no cumplirlos reiteradamente, puede suponer el que comiences a rehacer tu curriculum vitae para buscar empleo. Ese es el fallo de ser funcionario (y hablo en global no sólo sobre el profesorado). El que da igual si te esfuerzas o no. Tu puesto nunca peligrará. Quien no ha pasado horas en una ventanilla del ministerio de turno para presentar algún papel, porque el circunspecto funcionari@ estaba en la HORA del café.
ResponderEliminarPor otro lado respecto a los males que comentas sobre el sistema educativo yo no veo algunos y si otros. Comento los que me parecen totalmente de acuerdo o totalmente en desacuerdo:
* Desinterés por parte del alumnado de las clases que dan.
Totalmente de acuerdo contigo por algo parecido a lo anterior. Antes el suspender significaba repetir, con el consiguiente trauma que esa era; bronca en casa, no ir a clase con los amigos de toda la vida,... Existía, entonces, el objetivo de aprobar. Hoy en día da igual que no te esfuerces pasarás de curso aunque te queden todas y tus padres como castigo en vez de la Play3 te comprarán la PSP con sólo un juego. Una autentica lección paterna. Así aprenderá para la próxima.
* Falta de autoridad dentro del aula.
Con lo que más de acuerdo estoy. Sin llegar a los estremos que tenían con nosotros, pero quien no recuerda el silencio que se hacía en las clases cuando entraba Don Dalmacio o Don Modesto. No era sólo el que qué te hicieran, sino el que avisarían a tus padres y eso era castigo seguro. Lo que me lleva a la siguiente.
* Incomprensión por parte de los padres.
Parte de la misma base de lo anterior. Los padres se han vuelto cómodos y quieren que se eduque, no sólo se enseñe (me parece genial el comentario de bloguera fantástica) a sus hijos. En caso de duda lo mejor es dar la razón al niño que sino luego lo tengo que aguantar en casa.
* Falta de dinero para comprar material nuevo y equipo informático actualizado.
Creo que no tiene nada que ver en que los contenidos sean buenos a malos, el profesor se implique más o menos, o el alumno muestre más o menos interés. Un mejor ordenador sólo hará que Chuchi se descargue más pelis a costa de todos (jejeje). En serio, entiendo que se debe dotar de mayor presupuesto a la enseñanaza, pero no creo que sea el mal raiz.
* Congelación salarial.
Tampoco veo razón importante. Qué tiene que ver el que alguien gane le suban el IPC más x% con que sea bueno o malo en su trabajo. Debería ser al contrario (como en el sector privado, no nos olvidemos), el mejor que cobre más. El malo y pasota a la "rue", que muchos hay queriendo entrar.
* Precariedad del propio sistema educativo, que baila al son del color político de las diferentes administraciones.
Por supuesto, pero esto es España y seguirá siendo así siempre. Antes era así y creo que la mayoría salíamos preparados aceptablemente en conocimientos y educados como personas. Veo otra más relevantes.
* Integración de minorías.
También lo veo importante. No entenderé como pueden introducir a un extranjero que apenas habla castellano (o catalán, valenciano, euskera, gallego, ...) en una clase con alumnos de cierto nivel y cómo según la ley se debe adaptar el nivel al más bajo de la clase, creando matemáticamente 20 "tontos" y pasotas en esa clase.
Es un tema complicado y creo que dará para muchos comentarios, ya que cada uno según desde que perspectiva lo vea se acercará más o menos a un lado o a otro de la realidad . No obstante creo que en los males mayores y de raiz todos (casi todos por no pillarme los dedos)estaremos de acuerdo.
Hombre en muchas cosas estoy deacuerdo contigo. La enumeración de mi entrada no era una lista de los problemas que tiene la educación, sino de lo que hablan los profesores a la hora del café.
ResponderEliminarEn cuanto a lo descargar películas, ya no lo hago en el instituto. Ahora tengo Internet en casa, gracias a la subvención de la Junta para ponerlo, y a los famosos 400€ de Zapatero para mantenerlo (bonita rima me ha salido).
De todas formas, está es una de varias entradas que pienso realizar sobre el mismo tema.
Por cierto, se os está pegando mi estilo de escribir. Antes los comentarios no superaban las 100 palabras y ahora rondáis las 500.
Por dios, Jesús, vaya ladrillos te escriben, ¡Pon orden!!
ResponderEliminarUn poquito de constricción, señores, que es gratis...pero cuesta leerlo!!
Jijiji.
No es que se esté pegando tu estilo de escribir largo y tendido sobre algún tema, es que antes por ejemplo no estaba yo (jejejje).
ResponderEliminar¿Cuanto modelos educativos existen? ¿Cuantas teorías sobre cómo educar? ¿cuantos modelos sobre el aprendizaje? Todos nos acordamos de un profesor bueno y otro malo que tuvimos en el pasado, e intentamos extraer consecuencias de aquellas experiencias......pero, es esto valido? Siempre aparecen publicadas experiencias de profesionales de la enseñanza (doctores en educación!)que son la panacea del modelo educativo, mas nunca aparecen datos del contexto del experimento, que curiosamente, no dejan de ser experimentos. En fin, continuare........
ResponderEliminarBajo mi humilde opinión, falla un poco de todos los lados, que por dejadez se ha ido tapando. Por una parte, falta de interés, tanto de los alumnos como de los profesores, por otro, la mala planificación de los contenidos y de las horas de clase. Cualquier piñon desdentado en el engranaje provoca que todo se pare, incluso puede haber dientes del engranaje ligados, como por ejemplo, si los contenidos de la asignatura están mal pensados, puede ser que el profesor, haciendo honor a los tópicos asociados a su nacionalidad, se dedique a leer el periodico en clase (no quiero decir nombres que luego me regañas) en vez de intentar hacer algo por muy mal que esté pensada la organización de los contenidos. Otra cosa puede ser que los profesores no se sientan en necesidad de enseñar (solo algunos), ademas de que hay alumnos que, bueno, mejor no hablar de ellos, pero tampoco quiero cometer el mismo error en el que caen muchos profesores, eso de decir "Si estos son unos burros, no saben na" (textual...), cuando alomejor deberían pensar que "estos" van al instituto para aprender (tambien solo algunos) y tu estás para enseñarles.
ResponderEliminarCon estos pequeños detalles, estoy totalmente de acuerdo contigo, pero la verdad, por mucho que divaguemos aquí sobre los errores del sistema educativo, no los vamos a solucionar.
Para cualquier reclamación sobre faltas de ortografía o de estructura linguistica, incluidas las de esta frase, contacte con los dirigentes políticos españoles , tanto actuales como pasados.
Creo que me he pasado escribiendo...